En Buenos Aires, este año habrá un invierno más frío y seco: ¿Cómo será en el resto del país?

Según Meteored Argentina, la reciente actualización del Pronóstico Climático del Servicio Meteorológico Nacional y lo que viene sucediendo con el debilitamiento de El Niño y el paso a condiciones neutrales. ¿Qué clima esperar para el cierre del otoño y el comienzo del invierno?

Argentina está experimentando una transición climática rápida en este primer semestre de 2024. Después de un inicio de año caracterizado por lluvias y calor, el país se dirige hacia condiciones más frías y secas de lo habitual a medida que avanza hacia el cierre del otoño y el inicio del invierno.

El último pronóstico climático del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el trimestre de mayo-junio-julio señala a la Ciudad de Buenos Aires y la región centro-este de la provincia de Buenos Aires como áreas donde se esperan condiciones más frías y secas de lo normal con alta confiabilidad en los próximos tres meses.

¿Cuál es la situación del fenómeno ENSO (El Niño – Oscilación del Sur) y qué impacto se espera en las diferentes regiones de Argentina en los próximos meses? Lo analizaremos detalladamente a continuación.

La rápida transición de El Niño a ¿La Niña?

En diciembre pasado, las aguas del Pacífico ecuatorial experimentaron un calentamiento notable, lo que llevó al fenómeno de El Niño a alcanzar uno de sus niveles más intensos en la historia reciente.

Desde entonces, se ha observado un marcado descenso en las anomalías de temperatura mes a mes, lo que sugería un retorno rápido a condiciones neutrales. En abril, el Bureau of Meteorology (BoM) de Australia, encargado del monitoreo y pronóstico del ENSO, anunció que ya se había establecido la fase neutral. En su último informe del 30 de abril, señalaron que “las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico central han estado disminuyendo constantemente desde diciembre de 2023. Este enfriamiento está respaldado por una importante disminución de temperatura en las capas subsuperficiales del Pacífico central y oriental. Los patrones recientes de presión atmosférica y nubosidad también son neutrales”.

El BoM también indicó que es probable que la fase neutral persista al menos hasta julio de 2024.

Por otro lado, el Climate Prediction Center de la NOAA aún mantenía un informe desactualizado del 11 de abril que señalaba la presencia del fenómeno El Niño, aunque en proceso de debilitamiento rápido. Es probable que próximamente se alinee con el BoM y declare la neutralidad de las condiciones. Según su último informe, había un 85 % de probabilidad de que se produjera una transición a condiciones neutrales en el trimestre abril-junio, y un 60 % de probabilidad de que se produjera un cambio a La Niña en el trimestre junio-agosto.

El debilitamiento de El Niño y sus impactos en Argentina

Como uno de los principales reguladores climáticos de Argentina, los vaivenes del ENSO han dejado su huella en los últimos tiempos. Después de tres veranos extremadamente secos en el país, las lluvias regresaron en gran medida durante la temporada 23/24, impulsando la campaña agrícola y extendiéndose especialmente en los meses de marzo y abril, principalmente en la franja este de Argentina, donde los eventos de lluvias y tormentas fueron recurrentes.

En cuanto a las temperaturas, aunque el año comenzó con marcas más moderadas que en veranos anteriores y menos olas de calor en el centro del país, en el norte y oeste argentino las altas temperaturas se hicieron sentir con fuerza, lo que llevó a que el verano (diciembre a febrero) culminara como el segundo más caluroso registrado a nivel nacional, después del verano pasado. Sin embargo, si consideramos el trimestre enero-marzo, este 2024 se posicionó notablemente como el más caluroso en su primer trimestre a nivel nacional.

En este reciente abril, el intenso calor de marzo ha comenzado a ceder en el país, y se han observado ingresos de aire frío, incluso con fuertes nevadas y cierres de pasos fronterizos en la cordillera días atrás, como si fuera pleno invierno.

Todo parece indicar que el cambio de fase de El Niño hacia la neutralidad, e incluso una posible transición a La Niña en un futuro no muy lejano, influirá en las condiciones climáticas del país en los próximos meses, probablemente manifestándose con rasgos más fríos y secos de lo habitual a nivel nacional.