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Estudio

El motivo por el cual los satélites podrían proteger sitios arqueológicos del cambio climático

La información proviene de los dispositivos que se dedican a conocer el impacto del clima en espacios subterráneos con valor histórico.

Los estudios satelitales podrían ser una herramienta valiosa para monitorear y preservar los “sitios patrimoniales subterráneos” en la Tierra, que están cada vez más expuestos a las amenazas del cambio climático, las inundaciones repentinas, la urbanización y otros peligros, según un nuevo estudio.

Un artículo publicado a principios de agosto en el sitio especializado Heritage Science sugiere que los arqueólogos deberían utilizar imágenes satelitales para evaluar los efectos potenciales del cambio climático en las estructuras subterráneas antiguas.

En concreto, el estudio se centra en la antigua ciudad de Alejandría, en Egipto. Esta zona es quizás más conocida por el famoso faro de Alejandría, que se terminó de construir alrededor del año 280 a. C. durante el reinado de Ptolomeo II, según la Enciclopedia Británica. Se decía que el faro era una de las siete maravillas del mundo antiguo. Aunque ya no está en pie, es solo un ejemplo del potencial arqueológico de Alejandría. Sin embargo, el cambio climático está afectando a las tumbas y necrópolis subterráneas griegas, romanas y egipcias de la región, ya que estas estructuras se construyeron en rocas calizas porosas (calcarenitas) que son vulnerables al agua.

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“El cambio climático está aumentando el número de desastres naturales como inundaciones repentinas, lluvias torrenciales y aumento del nivel del mar y su intenso impacto negativo sobre los sitios de patrimonio natural y cultural mundial de la UNESCO en Alejandría”, afirmó el estudio. 

“Recientemente, el creciente número de desastres naturales vinculados a las crisis climáticas puso al patrimonio cultural construido subterráneo y sobre la superficie de Alejandría en mayor riesgo que nunca, lo que nos impone nuevos desafíos complejos para salvaguardar el tejido urbano histórico y el patrimonio construido en Alejandría”, añadieron los autores del estudio.

Sayed Hemeda, autor del estudio y profesor de arqueología en la Universidad de El Cairo, presentó un caso de estudio sobre los daños en las catacumbas de Kom El-Shoqafa del siglo II d. C. Hemeda, quien se especializa en la conservación arquitectónica, ya había investigado el sitio en varios estudios revisados por pares previos a este.

Lonely Planet describe el lugar como “una de las últimas obras de construcción importantes dedicadas a la religión del antiguo Egipto”, lo cual es importante porque muestra cómo se mezclaron los estilos faraónico y griego hace aproximadamente 1.800 años. La mayor parte del estudio de Hemeda analiza los posibles métodos para estabilizar la roca cuando se producen inundaciones y problemas similares inducidos por el cambio climático. Pero las implicaciones son de amplio alcance, ya que los problemas de las catacumbas ilustran la importancia de proteger también otros sitios antiguos vulnerables al calentamiento global.

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Los satélites están equipados con diversas herramientas para rastrear estructuras y movimientos subterráneos, incluyendo radares de penetración terrestre para observar edificaciones o monumentos antiguos, y mediciones de aguas subterráneas basadas en la gravedad para seguir el agua. Un ejemplo destacado es el Experimento de Recuperación de Gravedad y Clima (GRACE) de la NASA, que utilizaba satélites gemelos para estudiar el agua subterránea a través de la gravedad.

Aunque obtener imágenes satelitales puede ser costoso, las imágenes de acceso abierto y más antiguas han sido frecuentemente utilizadas en investigaciones revisadas por pares. Hemeda menciona un estudio de diciembre de 2023 sobre paisajes arqueológicos en el delta del Nilo en Egipto como un buen ejemplo de uso de datos archivados. Este estudio empleó datos de instrumentos como Landsat (una colaboración entre la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos), la serie de satélites espía inactivos llamada Corona, y el instrumento Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer, a bordo del satélite Terra de la NASA, que sigue activo.

En conjunto, los estudios satelitales pueden ayudar, dijo Hemeda, a examinar “el impacto más amplio del cambio climático en los sitios arqueológicos, particularmente en áreas vulnerables como el norte del Delta del Nilo”.

Fecha de publicación: 21/08, 2:25 pm