PUBLICIDAD
Turismo verde

Dos propuestas sustentables para disfrutar de la naturaleza en Buenos Aires ¿de qué se trata?

Ofrecen alojamientos que combinan sustentabilidad con experiencias de disfrute y descanso a pocos kilómetros de la ciudad de Buenos Aires.

Para tomarse unos días de descanso y conectar realmente con la naturaleza, los municipios bonaerenses de Las Flores y Pinamar ofrecen propuestas de alojamiento que combinan sustentabilidad con experiencias de disfrute.

//Mirá también: Turismo “verde”, la moda de descanso más elegida en la post pandemia

Las propuestas, además fomentan el cuidado del medioambiente, espacios que son cada vez más elegidos por quienes eligen vacacionar con actividades que minimizan el impacto y sensibilizan sobre la protección de la biodiversidad, según informó hoy la Subsecretaría de Turismo provincial.

Son espacios que son cada vez más elegidos por quienes eligen vacacionar con actividades que minimizan el impacto.

Tras la pérdida del tren y del proceso tecnológico aplicado a la agricultura, muchos de los pueblos de la Provincia sufrieron el éxodo rural hacia las ciudades, y en algunos de esos lugares, se desarrollan proyectos para fomentar el arraigo, se destacó a través de un comunicado.

Futuro sostenible

A 2,5 kilómetros del casco urbano del Pueblo Turístico Pardo, en Las Flores, sobre el canal 1 junto al puente de “Gallinal”, se encuentra el emprendimiento ecoturístico de Yamay, “orientado hacia un modelo turístico comprometido con el entorno, que despierte conciencia social, ecológica y cultural”, precisaron desde el emprendimiento.

//Mirá también: Turismo sostenible: ¿Cómo armar una valija de manera sustentable?

“Lo proyectamos de manera colectiva para que la comunidad sea parte de la construcción de un futuro sostenible, y de ahí el nombre, que significa en lengua mapuche, estar bien”, agregaron.

A 2,5 kilómetros del casco urbano del Pueblo Turístico Pardo, en Las Flores,

Se trata de un espacio de ecoturismo en un destino rural cuyo objetivo es que las personas se puedan sentir bienvenidas por la naturaleza, se reconecten con el medio ambiente y descubran los encantos del pago.

El lema del proyecto es “convertir la visita en una inolvidable experiencia educativa sobre la vida sustentable”. En ese sentido ofrece alojamiento en cabañas de adobe con techos vivos y experiencias de Glamping en una Yurta, que es una construcción tradicional de los pueblos nómades de la estepa de Mongolia.

Para actividades grupales, también se pueden reservar lugares en el eco camping, y por sus características innovadoras en 2008 el distrito declaró a Yamay de Interés Municipal.

El lugar promueve fuentes de trabajo genuinas para quienes deseen quedarse en el pueblo que incluye voluntariados sobre permacultura, construcción natural, energías renovables, reciclado de residuos, huerta orgánica y reforestación de árboles.

También ofrece diferentes modalidades de hospedajes ecológicos y actividades, como retiros de yoga, cabalgatas, astroturismo y observación de aves.

Desde 2018 trabajan junto a referentes vinculados al diseño, al co-housing y a las energías renovables, con quienes conformaron la ONG Colectivo Sustentable.

Glamping en Pinamar

Por su parte, en Pinamar, en 1997, Silvana y Fabiana Spina contrataron al arquitecto Clorindo Testa para construir Alterra, la galería de arte considerada por la crítica especializada nacional e internacional como una de las obras más importantes del prestigioso urbanista y artista argentino.

//Mirá también: Los gigantes de la aviación mundial apuestan por el transporte aéreo eléctrico

Con el objetivo de ampliar su funcionamiento, a partir de un nuevo sistema que combina naturaleza y arte, en 2011 se repensó el uso del lugar y se convirtió en Alterra Glamping.

Alterra Glamping apuesta por las edificaciones amigables con el entorno.

Esta experiencia, que es tendencia global, apuesta por las edificaciones amigables con el entorno, donde los contenedores se transformaron en grandes aliados del diseño sustentable.

Además de bares y paradores, existen hoteles emplazados en medio del bosque que adoptaron esta modalidad constructiva, de las que Alterra fue pionero.

Bajo el concepto glamping, que significa camping con glamour, reutilizaron materiales para agrandar el hospedaje en un predio de 3.000 metros con pileta climatizada, sector para niños y niñas, conexión a internet, talleres de huerta orgánica, pintura y gimnasia acuática, masajes y menú de comidas elaborado por especialistas en cocina gourmet.

El diseño priorizó una orientación cuidada que preservará el bosque y maximizará los recursos naturales, con sistemas de aislación térmica e iluminación led, y cerramientos herméticos para una mejor utilización de la refrigeración y calefacción.

“A la galería de arte diseñada por Testa se le sumaron habitaciones, pero en vez de construirlas de manera tradicional se utilizaron contenedores del puerto de Buenos Aires y se emplazaron como viviendas sin tocar el ambiente”, explicó la Julieta Laurino, directora de Turismo del municipio de Pinamar.

PUBLICIDAD
Fecha de publicación: 13/08, 9:00 am