Cómo es la hoja de ruta climática de la mayor productora de cemento del país

La venta de Loma Negra se mantiene en un escenario de incertidumbre que tiene al sector de la construcción a la espera de saber quiénes serán los nuevos dueños de la mayor fabricante de cemento de la Argentina.

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En la actualidad, empresa fundada por la familia Fortabat pertenece al grupo brasileño InterCement que el 4 de diciembre del año pasado, solicitó a la justicia de su país que se le otorgue una especie de procedimiento de reestructuración extrajudicial para poder reordenar su deuda.

Si bien dicho procedimiento no involucra directamente a Loma Negra, hizo que se frenara el traspaso accionario iniciado en el 2024 por sus actuales dueños que se venía negociando especialmente con otro grupo de origen brasileño, como es Compañía Siderúrgica Nacional (CSN).

A partir de esta medida, se congelaron las conversaciones entre InterCement y el holding propiedad del multimillonario Benjamín Steinbruch que, hasta ese momento, había presentado al menos seis propuestas para quedarse con Loma Negra, todas sin éxito.

Es más, cuando finalizaba el 2024, el grupo volvió a bajarse de la operación a partir de que InterCement recibiera el aval judicial de su país para renegociar su millonario pasivo junto a controlante Mover Participações S.A., y sus sociedades controladas InterCement Brasil S.A., InterCement Financial Operations B.V., InterCement Trading e Inversiones S.A., e InterCement Trading e Inversiones Argentina S.L.

Desde esa fecha, el holding dueño de Loma Negra viene intentando lograr un marco de estabilidad a sus sociedades controladas, independientemente de cualquier proceso de venta de activos, como es el caso de Loma Negra.

Año “difícil”

Pero, a pesar de este escenario la compañía mantiene sus operaciones activas aunque con una fuerte caída de sus ventas cercanas al 24% durante el año pasado en comparación a los que obtuvo en el 2023.

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De todos modos, desde la empresa entienden que “lo peor ya pasó” y que este año se recuperará la demanda de la construcción pública y privada teniendo en cuenta que, a pesar de las menores ventas, cerró el ejercicio con una fuerte suba de ganancias, con un EBITDA que alcanzó los $180.987 millones, disminuyendo un 17,2% interanual en pesos, mientras que en dólares fue de u$s198 millones, con una caída del 21,5% interanual.

Sin embargo, el resultado final reflejó una ganancia debido al impacto por exposición al cambio del poder adquisitivo de la moneda y también por menores egresos financieros, con una rentabilidad neta de $153.627 millones, mostrando un aumento del 628,8% interanual.

Más allá de estos números, es posible que el traspaso accionario de Loma Negra pueda concretarse durante el primer semestre de este año, si es que las condiciones financieras de sus dueños se encaminan y si existe consenso por el dinero que piden para vender una de sus «principales joyas».

Con este contexto como fondo de sus actividades, la empresa acaba de profundizar su estrategia ambiental tratando de reducir el impacto de su producción en el medio ambiente.

Una parte de ese proceso se basa en optimizar el uso de la energía y del agua, preservar la calidad del aire y la biodiversidad, e implementar acciones tendientes a reducir su huella de carbono, aportando y promoviendo construcciones ambientalmente sostenibles.

Más que nada en una industria que utiliza energía térmica, eléctrica y recursos naturales para la fabricación de clinker, destinado a la producción de cemento, procesos que contribuyen a las emisiones de CO2.

Momentos de incertidumbre

Al respecto, Sergio Faifman, director General (CEO) de Loma Negra, explica que el año pasado “nos puso a prueba y fue en el que nuevamente pudimos demostrar de lo que somos capaces”.

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Para el ejecutivo, en un contexto marcado por la caída de la actividad en la industria de la construcción que provocó una baja en la demanda de sus productos, debió afrontar varios desafíos.

En este sentido, destaca que la empresa debió transitar momentos de incertidumbre, pero en los cuales también “pudo mostrar que somos resilientes, que podemos adaptarnos a los contextos, aprender y seguir consolidando nuestro liderazgo en el mercado de cemento en Argentina”.

De hecho, la reducción de la huella de carbono es uno de los ejes centrales de la estrategia de sostenibilidad de Loma Negra para lo cual sus ejecutivos diseñaron lo que bautizaron como una Hoja de Ruta Climática 2030.

Se trata de un plan de acción e inversiones basado principalmente en cuatro dimensiones:

1. Factor clinker
2. Eficiencia térmica
3. Eficiencia eléctrica
4. Mix de combustible
   

Los tres primeros tienen el objetivo específico de optimización y reducción, y el cuarto está orientado a la maximización de uso de combustibles con menor factor de emisión y utilización de biomasa, que es carbono neutral.

Mix de combustibles

El objetivo es el de contribuir con todas estas acciones a la reducción de la huella de carbono en las operaciones y potenciando la comercialización de productos cada vez más sostenibles.

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De acuerdo a un documento redactado por el directorio de la compañía, el año pasado registró una reducción de las emisiones absolutas directas de alcance 1 en línea con la implementación de las acciones previstas para el período.

En este sentido, en la Hoja de Ruta Climática se destaca el aumento del mix de combustible, además de la disminución del factor clinker, es decir el aumento de adiciones al cemento.

Asimismo, respecto de las emisiones indirectas de alcance 3, el plan muestra cómo la empresa continuó con el cálculo de emisiones, teniendo en cuenta las categorías de materias primas, combustibles y energía (excluidos de los alcances 1 y 2), y el transporte y distribución aguas arriba y aguas abajo.

De igual modo y en conjunto con la Consultora ALPA y RAMCC (Red de Municipios contra el Cambio Climático), elaboró las “Hojas de Carbono de Productos” (HCP) correspondiente a varias de sus marcas.

El procedimiento especifica los principios, requisitos y directrices para la cuantificación y el informe de la huella de carbono de un producto, de manera coherente con las Normas Internacionales de evaluación de Análisis de ciclo de vida ISO} 14.040 e ISO 14.044.

Es más, el año pasado la empresa finalizó la implementación del “Proyecto Calculadora de Huella de Carbono en Hormigón” que venía desarrollando desde 2023 en colaboración con la Federación Interamericana de Cemento para medir las emisiones de CO2 para su unidad de negocio de hormigón, Lomax.

Crecer de manear sostenible

De acuerdo al documento de Loma Negra explica que “esta calculadora permite acceder a informes detallados sobre la huella de carbono tanto a nivel planta elaboradora de hormigón como así también por producto”.

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La información no sólo empodera a los clientes de Loma Negra para tomar decisiones más sostenibles, sino que también le brinda la oportunidad de medir, optimizar y mejorar sus propios procesos de elaboración de hormigón y de abastecimiento de cemento.

“Esta herramienta, en conjunto también con la Hoja de Carbono de Productos de Cemento, sin duda, fortalece nuestro propósito de transformar la vida de las personas impulsando un crecimiento sostenible, en este caso, contribuyendo con datos concretos, transparentes y accesibles para nuestros clientes, orientados a posibilitar una construcción más consciente, responsable y sostenible”, destaca el informe.

De manera aleatoria a este proceso, la empresa también pone énfasis en la gestión de los residuos y la economía circular como otros de sus ejes de la estrategia de sostenibilidad.

En el caso de los residuos, cada unidad de negocios gestiona los generados priorizando la reducción y valorización, sea mediante la reutilización, el reciclado y el coprocesamiento, mientras que el resto se envía a rellenos sanitarios o de seguridad, dependiendo del tipo de residuo a disponer.

De hecho, este año actualizó el procedimiento de residuos a nivel unidad de negocios con el fin de incorporar herramientas de la economía circular y las llamadas “siete erres” del reciclado que son Rediseñar, Reducir, Reutilizar, Reparar, Renovar, Recuperar y Reciclar.

“Con este proceso pensamos la adquisición de productos y servicios contemplando desde la extensión del ciclo de vida y un retardo a la obsolescencia programada”, agrega el informe de Loma Negra.

Digitalizar la sustentabilidad

Otro pilar del plan sustentable lo constituye la eficiencia energética, ya que la producción de cemento implica el consumo de energía térmica, dada la utilización de combustibles en sus hornos para la producción de clinker, y energía eléctrica asociada al uso de motores, cintas transportadoras, molienda y mezclado, entre los principales.

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De esta forma, mide y controla tanto la energía eléctrica utilizada en todas sus plantas, como así también el consumo térmico en los procesos de calcinación, contando con monitoreos diarios, mensuales y anuales para evaluar la performance con foco en la optimización constante.

En términos de energía térmica y como parte de la Hoja de Ruta Climática 2030, Loma Negra impulsa el coprocesamiento en la producción de cemento mediante el uso de combustibles alternativos en reemplazo de los fósiles tradicionales, y para el caso de energía eléctrica desarrolla contratos para la provisión de renovables, diversificando así la matriz energética e impulsando fuentes de más limpias y sostenibles.

A mediano y largo plazo, el directorio de Loma Negra pretende aumentar su productividad y eficiencia operativa, reducir los costos y seguir consolidando su posición como líderes en innovación dentro de la industria cementera.

Como parte de ese objetivo, está llevando a cabo un proceso de digitalización con el que apalancó el desarrollo de sus equipos de trabajo, transformándolos en más colaborativos y multidisciplinarios.

Para mejorar los tiempos de carga y optimizar las tareas diarias y reportes mensuales la empresa implementó este sistema que, a su vez, le permitió ser más eficientes en los procesos de carga, tener mayor exactitud en la medición de los tiempos, visualizar en tiempo real las actividades y mantener un registro histórico para gestión de desvíos.

El procedimiento se complementa con la implementación de herramientas de digitalización que permiten hacer un seguimiento en tiempo real de distintas variables que posibilitan analizar las dinámicas de los procesos productivos, optimizar consumos y las tareas de mantenimiento.

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Con esta premisa, inició una experiencia piloto en una de sus moliendas, lo cual le permitió desarrollar el conocimiento propio en este campo de la tecnología, tanto en aspectos de seguridad informática, desarrollo de redes, instrumentación y aplicaciones para solucionar problemas en el campo industrial. La idea es implementar tecnologías avanzada para optimizar cada etapa de nuestra cadena de producción, desde la extracción de materia prima hasta la distribución del producto terminado.

Según el documento, “la digitalización contribuye a una producción más sostenible, permitiéndonos reducir emisiones, optimizar el uso de recursos y minimizar el impacto ambiental de nuestras operaciones”.

El paper también hace mención a la necesidad de incorporar sistemas de monitoreo en tiempo real “que nos permitan recolectar y analizar datos operativos de manera continua, mejorando la toma de decisiones y la reacción ante posibles incidencias”.