La estrategia del mayor “vendedor” de gas para reducir su huella de carbono

La regulación de la industria de la energía eléctrica en Argentina está contemplada en la Ley 24.065 y en el Decreto 1398/92, que establecen un marco legal que abarca diversos aspectos de la generación, transmisión, distribución y comercialización de esta industria. 

En el caso de la Ley 24.065, introdujo cambios en la estructura del mercado, promoviendo la desregulación y la competencia en la generación y comercialización de energía. 

Entre sus disposiciones, se destaca la creación del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), un sistema que permite la compra y venta de energía entre generadores, distribuidores y grandes usuarios. 

Por otro lado, el Decreto 1398/92 reglamenta diversos aspectos de la norma, incluyendo la organización y funcionamiento del MEM, las condiciones de acceso al mercado y las responsabilidades de los distintos agentes del sector eléctrico.

En el mismo sentido, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) es el organismo encargado de la regulación, fiscalización y control de la industria eléctrica, con funciones que incluyen la supervisión del cumplimiento de las normativas vigentes, la regulación de las tarifas de transmisión y distribución, y la garantía de la calidad del servicio. Además, el ENRE es responsable de la coordinación técnica del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), asegurando la eficiencia y la seguridad en el despacho de energía eléctrica. 

Grupo casi centenario 

Con este escenario de fondo, operan un importante sector de empresas locales e internacionales, al estilo de lo que, desde 1995, lleva a cabo el Grupo Albanesi, que actúa como agente comercializador en el MEM. 

Es decir, participa en la compra y venta de energía en el mercado mayorista, gestionando contratos de suministro con otros agentes del sector y ajustando su estrategia comercial a las condiciones del mercado y a las regulaciones establecidas por el ENRE.

Se trata de un holding de capitales privados, fundado en 1929, en Rosario, Santa Fe, por Rafael G. Albanesi, quien inició su actividad comercial en Buenos Aires como una compañía dedicada a la comercialización de productos para la industria sanitaria, convirtiéndose en poco tiempo en una de las principales del rubro en el interior.

Mas tarde, incorpora a su actividad la ejecución de obras de infraestructura de redes de agua y gas natural y el tendido de gasoductos troncales, que debido a su magnitud, se convertiría en una de sus actividades principales.

Ya en la década del 80 profundiza su participación en la construcción de gasoductos e instalaciones de superficie con la adjudicación otorgada por el gobierno santafesino para levantar los gasoductos regionales Centro y Sur de 600 kilómetros de longitud.

Pero, a partir de la desregulación del sector gasífero en 1994, concretó la primera venta de gas natural en el mercado nacional, dando inicio a un proceso de expansión en el negocio que la llevó a ser el principal comercializador de gas natural de la Argentina.

Con la creación del Mercado Electrónico de Gas (MEG) obtuvo la licencia como agente libre que lo habilita a comprar y vender gas en el mercado spot por cuenta y orden de terceros, además de haber ingresado al mercado de generación eléctrica con la adquisición de un porcentaje accionario de la central térmica Luis Piedra Buena S.A. (620MW) ubicada en la localidad bonaerense de Bahía Blanca, en el 2004.

Millonarias inversiones 

Como parte de ese proceso, el Grupo Albanesi desarrolló nuevos proyectos de inversión para aumentar su participación en el sector de generación eléctrica, focalizando en la instalación de nuevas turbinas que totalizan más de 1.500 MW de potencia instalada.

Es más, acumula un crecimiento orgánico en el cual destinó u$s1.000 millones de inversión y le permitió acumular más de 1.000 MW de capacidad de generación.

De su control dependen varias sociedades como R. G. Albanesi, dedicada a la venta de gas natural, transporte y otros proyectos alternativos; Alba Jet S.A. y Bodega del Desierto S.A..

También controla Generación Mediterránea, con la que agrupa a las compañías relacionadas con la generación y venta de energía eléctrica.

A partir de sus operaciones, el board del holding decidió encarar un proyecto de desarrollo sostenible que sea compatible con las premisas del llamado Acuerdo de París.

El primer paso fue alinear su estrategia de sustentabilidad y su modelo de negocio con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, mediante un detallado análisis de los impactos y contribuciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos en el 2015. 

Ampliar el enfoque 

El proceso implicó identificar y priorizar la contribución del grupo a cada uno de los ODS y sus metas específicas como el caso de la gestión ambiental que ocupa un papel fundamental en sus actividades. 

De hecho, desde el 2023, Albanesi ha ampliado su enfoque corporativo incorporando también las normas ISO de Calidad y Seguridad y Salud en el Trabajo hacia un sistema integrado mediante la puesta en marcha de dos pilares que sus ejecutivos consideran como esenciales y que son la elaboración de una Política de Sistema de Gestión Integrado (SGI) y la implementación de un Sistema de Gestión basado en la Trinorma ISO 9001, 14001 y 45001.

La política se orienta a:

• Velar por el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, incluyendo la prevención de la contaminación.
• Fortalecer la conciencia y el respeto de sus integrantes por el uso racional y responsable de los recursos naturales.
• Cumplir con las exigencias legales aplicables y otros requisitos.
• Atender reclamos y sugerencias de partes interesadas externas e internas, brindando un adecuado tratamiento y respuesta conforme a sus expectativas.
• Contribuir al establecimiento de un marco de referencia para definir objetivos estratégicos, operativos y de soporte.

Reducir los residuos

En los últimos dos años, el enfoque principal fue la implementación de este sistema en todas las centrales, además de iniciar auditorías internas de implementación del sistema con el cual busca cumplir con los objetivos ambientales.

En este sentido, un reporte elaborado por el directorio del Grupo Albanesi detalla los trabajos llevados a cabo para poder cuantificar la evolución de algunos indicadores relevantes en el sector ambiental del holding.

Un caso es el de la generación de residuos peligrosos, que registró una reducción del 19%.

Del mismo modo, la generación de residuos sólidos urbanos (RSU) reflejó una baja del 13%, además de haber logrado recuperar el 2% de residuos reciclables derivados de los residuos sólidos urbanos.

Pero, para mejorar sus indicadores ambientales y seguir avanzando hacia los objetivos de sostenibilidad, el informe hace mención a ciertas prácticas ambientales para establecidas por el grupo para los próximos años como la implementación de contenedores para mejorar la segregación de residuos o el incremento de la cantidad de residuos reciclables recuperados a un 5%.

Transición energética

Por otro lado, ha optado por avanzar en el desarrollo de proyectos que utilicen combustibles con menor impacto ambiental, como es el caso de la obra de construcción de cogeneración en Arroyo Seco, la cual funcionará exclusivamente con gas natural, un combustible con menor impacto en comparación con el gasoil. 

“Estos proyectos no sólo implican un aumento en la capacidad de generación instalada, gracias a la incorporación de nuevos turbogrupos más eficientes tanto desde el punto de vista operativo como ambiental, sino también una transición hacia sistemas de ciclos combinados”, detalla el reporte. 

De acuerdo al paper, estas decisiones estratégicas “se traducirán en una mejora reveladora en el consumo específico de combustible, lo que a su vez se reflejará en una mayor eficiencia ambiental y comercial”. 

Por estos motivos, sus ejecutivos esperan una reducción destacable en la cantidad de emisiones de GEI en relación con la potencia generada, lo que contribuirá a la mitigación del cambio climático y al cumplimiento de los compromisos ambientales del grupo como respuesta a la necesidad global de combatir el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Metas sustentables

En el mismo escenario, desde el 2021, el Grupo Albanesi lleva a cabo un análisis para evaluar la viabilidad de una descarbonización sostenible de sus activos con un enfoque que incluye la proyección de su curva de emisiones para los próximos cinco años. 

Con esos datos, se estima que el holding podrá diseñar un plan estratégico para disminuir sus emisiones, a través de la implementación de proyectos ya programados y la incorporación de nuevas iniciativas.

De hecho, en el informe se hace mención a la necesidad de “destacar que nuestro estudio se alinea con los principios y estándares establecidos por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés), organismos que definen la meta global de alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050”.

A partir de los resultados del análisis, el grupo pudo generar targets de reducción de intensidad de emisiones para los próximos años con cálculos que reflejan una reducción progresiva del 16,6% en la intensidad de emisiones desde el 2023 hasta el 2026. 

La estrategia le permite al Grupo Albanesi mejorar su perfil corporativo y de negocios en el marco de los contratos de venta de energía eléctrica que se alinean con varias resoluciones emitidas por la Secretaría de Energía de la Nación que buscan incentivar inversiones en nueva generación de energía.

Activos esenciales 

En la actualidad, el grupo es considerado líder en la comercialización de gas, abasteciendo más del 15% del gas natural consumido por el sector industrial, además del que ofrece para el abastecimiento de centrales generadoras de energía en distintas provincias que no reciben suministro por parte de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).

Para llevar a cabo este plan de negocios, Albanesi cuenta con ocho centrales en Argentina y una en Perú ya que, en el 2023, realizó la desvinculación estratégica de su novena central argentina, la CT La Banda en Santiago del Estero.

Por otro lado, en los últimos meses avanzó con el desarrollo de tres nuevos proyectos: CT Ezeiza (ya en operación desde Abril 2024); CT M. Maranzana y CT Cogeneración Arroyo Seco sumados al contrato de operación en Petroperú que comenzó sus operaciones en abril de 2024

A modo de financiamiento para encarar estos proyectos, el grupo utiliza herramientas sustentables como lo hizo en el 2023, cuando trabajó en el diseño y estructuración de un bono SVS (Vinculado a la Sustentabilidad), que se distingue por tener una tasa de interés directamente relacionada con la intensidad de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de Alcance 1 de sus plantas. 

En el mismo sentido, desde el 2021 viene cerrando financiamientos cuyos fondos se destinaron a la mejora de eficiencia de su parque térmico que involucró la expansión y cierre de ciclo de las Centrales Térmicas de Ezeiza y M. Maranzana, y la construcción de una nueva planta de Cogeneración en Arroyo Seco, con inversiones por u$s400 millones.

Adicionalmente, en el 2022, firmó el contrato de 20 años con Petroperú para operar y mantener una planta de cogeneración que prestará servicios para su refinería de Talara, Perú.

Al respecto, Armando Losón (h), CEO del Grupo Albanesi, recuerda que en ese plano financiero “en el 2023 pudimos dar un paso importante con el diseño de un bono sostenible, vinculado a la reducción de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”.

Para el ejecutivo, “el lanzamiento de este bono es un claro reflejo de nuestro compromiso con la mitigación del impacto ambiental, teniendo en cuenta que somos un grupo dedicado a brindar acceso a la energía en forma confiable y sustentable tanto a la industria como al sistema interconectado nacional, mediante la generación de electricidad térmica y de vapor, y la comercialización de gas”.