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Así cayó la contaminación ambiental desde el comienzo de la pandemia

Debido a los confinamientos a nivel global, una de los primeros cambios que se notaron en las ciudades fue un aire más limpio.

La caída de la contaminación durante los confinamientos ya tiene cifras: las emisiones de dióxido de carbono cayeron un 17% diariamente.

Esto ha sido una de las consecuencias indirectas de la pandemia. Debido a los confinamientos, una de los primeros cambios que se notaron en las ciudades fue un aire más limpio.

La contaminación se redujo ostensiblemente debido a la reducción drástica de la movilidad. Ahora ya existen datos sobre cómo ha variado la contaminación durante los confinamientos.

La información proviene de un estudio publicado en la revista Nature Climate Change. En este documento se muestra un cálculo de las emisiones de 69 países en el mes de abril.

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Los vehículos eléctricos son una parte fundamental de este cambio.

La cantidad total de emisiones es comparable a la del año 2006. Las muestras recogidas representan al 85% de la población mundial y el 97% de emisiones. Por supuesto, Estados Unidos y los países más contaminantes están incluidos. Si bien, de China solo aparecen 30 provincias de las 34 existentes.

En total, la media diaria de contaminación durante los confinamientos se redujo en 18,7 millones de toneladas métricas de carbono. Los responsables del estudio aún apuntan más lejos.

Para este año prevén una disminución del 4%, incluso puede que del 7% o del 8% de las emisiones globales de carbono. Será la mayor reducción desde la Segunda Guerra Mundial, según vaticinan.

El transporte terrestre, la clave de la caída

La reducción más importante ha provenido de disminuir el transporte terrestre. Los científicos autores del estudio detectaron que los países con regímenes más férreos de confinamiento experimentaron un 50% de reducción en el transporte terrestre, mientras que los vuelos disminuyeron en un 75%.

Con estos números, el sector de la movilidad terrestre contaminó un 36% menos, y el aéreo, un 60% menos. Sin embargo, la disminución de emisiones en el transporte por tierra tiene mayor representación en el total. La caída de la contaminación durante los confinamientos procedente de este ámbito supuso el 43% en el recorte de las emisiones.

A la paralización de los automóviles particulares hay que sumarle un mayor uso de medios como la bicicleta, para el transporte urbano. Todo ello ha tenido efectos más allá de la calidad del aire. Los sismólogos también afirman que la vibración del planeta ha disminuido durante los confinamientos.

Cambio de paradigma

A raíz del histórico cierre económico global en respuesta a la pandemia de COVID-19, los Gobiernos están soltando billones de dólares en un intento por crear empleos y estimular la recuperación económica.

La escala de este estímulo no tiene precedentes, en algunos casos asciende a más de 10% del producto interno bruto de los países.

Al mismo tiempo, un número abrumador de economistas, ministros de Hacienda y líderes empresariales dicen que gran parte de ese dinero debe ayudar, y ciertamente no obstaculizar, la capacidad para reducir las emisiones.

Autos eléctricos, mayor cantidad de kilómetros de ciclovías, uso de aparatos de energía solar en los domicilios, lucha contra la deforestación y cambio climático son algunas de las proposiciones de los países pioneros.

Para combatir la contaminación, las empresas deben cambiar parte de sus procesos.

De tener en cuenta ese consejo, estos fondos se destinarán a tecnologías emergentes que, hasta hace poco, habrían parecido ciencia ficción. Ahora su ambición es ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a escala industrial.

Fecha de publicación: 08/06, 8:07 am