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Según un estudio

Alarmante: sólo un 13% de las emisiones de metano están reguladas

Este tipo de emisiones causan al menos el 25% del calentamiento global actual. Qué pasa con las políticas sobre el metano fósil.

Sólo el 13% de las emisiones mundiales de metano están reguladas, a pesar de que éstas causan al menos el 25% del calentamiento global actual. Así lo advirtió un estudio de la Universidad Queen Mary de Londres publicado en la revista One Earth.

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Sólo un 13% de las emisiones de metano están reguladas, según un estudio.

El relevamiento también mostró que se sabe poco sobre la eficacia de las políticas existentes, ya que se utilizan estimaciones de emisiones de metano potencialmente poco representativas en lugar de mediciones reales.

Los investigadores sostuvieron que la falta de regulación y de claridad sobre su impacto debe abordarse urgentemente si se pretende cumplir con los objetivos climáticos globales, consignó la agencia Europa Press.

Cómo se hizo el relevamiento

Se centraron en analizar 281 políticas de todo el mundo, 255 de ellas actualmente en vigor, cuyo objetivo es controlar y reducir las emisiones de metano, examinando la cobertura geográfica, la solidez y la eficacia de las políticas.

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El 90% de las políticas nacionales identificadas se adoptaron en tres regiones: América del Norte (39%), Europa (30%) y Asia-Pacífico (21%), e indicaron que los resultados de la investigación mostraron un aumento gradual de las políticas sobre metano desde 1974.

Sin embargo, las políticas sobre el metano fósil, por ejemplo las dirigidas a las emisiones de los sectores del carbón, el petróleo y el gas, tienden a ser menos estrictas que las dirigidas a las fuentes de metano biogénico, especialmente en el sector de los residuos.

En el metano fósil las regulaciones tienden a ser menos estrictas que las dirigidas a las fuentes de metano biogénico, especialmente en el sector de los residuos.

Según indicaron, uno de los principales retos a la hora de medir las emisiones de metano es identificar y cuantificar con precisión las fuentes.

Maria Olczak, investigadora principal de este proyecto, explicó que «la reducción del metano sigue percibiéndose como una opción más que como un paso necesario junto a la reducción del CO2 para combatir el calentamiento global».

«Nuestro estudio ayudará a tomar decisiones de inversión eficaces en consonancia con los objetivos de mitigación climática a largo plazo, incluida la disminución de la intensidad de las emisiones y de la producción en las economías desarrolladas y en desarrollo», indicó.

Por su parte, Paul Balcome, autor del estudio y profesor titular de Ingeniería Química en Queen Mary, advirtió que «resulta chocante ver que la mayoría de las emisiones de metano no están reguladas cuando hoy en día contribuyen en gran medida al calentamiento global, aunque controlar con precisión las emisiones no es fácil».

¿Se pueden controlar las emisiones de metano?

«La buena noticia es que existe una enorme oportunidad de limitar el calentamiento a corto plazo si actuamos con rapidez para controlar las emisiones de metano», dijo.

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Y advirtió que «necesitamos urgentemente una normativa más estricta sobre un mejor control del metano y acciones concretas para adoptar medidas de reducción».

Para cumplir el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París, las emisiones de metano de origen humano deben reducirse en al menos un 40% y 45% para 2030, en comparación con los niveles de 2020.

La mitigación del metano no solo es una estrategia rentable para reducir el calentamiento global, sino que también podría mejorar la calidad del aire.

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Fecha de publicación: 22/05, 4:12 pm