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Aire acondicionado: cómo impacta su uso en el cambio climático

El uso del aire acondicionado impacta de lleno en el medioambiente de nuestro país, debido a que la Argentina genera electricidad -en su mayoría- a partir de la quema de combustibles fósiles, los cuales emiten gases de efecto invernadero.

A raíz de un estudio de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se logró detectar que el consumo de energía de las distintas regiones del país aumentan o disminuyen las temperaturas, según la locación.

La investigación remarcó que el consumo eléctrico varió en cada zona, según el clima.

La investigación remarcó que el consumo eléctrico varió en cada zona según el clima y el acceso a las fuentes de energía. “La producción, la distribución y el consumo de energía impactan en el ambiente, ya que la electricidad que usamos todos los días se genera sobre todo quemando combustibles fósiles, lo que libera GEI y acelera el cambio climático”, Tamara Propato, docente del Departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la FAUBA, en diálogo con Perfil.

“El problema es que al aumentar las temperaturas usamos cada vez más aparatos eléctricos para refrigerar nuestros hogares, lo que hace que se emitan aun más de estos gases. Esto me llevó a investigar el vínculo entre el consumo de electricidad y la temperatura diaria de las distintas regiones del país”, añade.

En su trabajo, Tamara describió las formas que asume el vínculo entre el consumo eléctrico cuando sube o baja la temperatura regional. “Las formas más comunes son la de palo de hockey, que ocurre cuando el consumo aumenta sólo a bajas o sólo a altas temperaturas, y la forma de U, que representa un incremento en el consumo tanto a altas como a bajas temperaturas”, señala Tamara.

Existe un vínculo entre el consumo de electricidad y la temperatura diaria de las distintas regiones del país.

En su trabajo, Propato describió las formas que asume el vínculo entre el consumo eléctrico cuando sube o baja la temperatura regional. “Las formas más comunes son la de palo de hockey, que ocurre cuando el consumo aumenta sólo a bajas o sólo a altas temperaturas, y la forma de U, que representa un incremento en el consumo tanto a altas como a bajas temperaturas”, señala Tamara.

“En general, las regiones más frías, como Comahue o Cuyo, mostraron forma de palo de hockey. Sus habitantes consumen más electricidad cuando ocurren altas temperaturas, y cuando hace mucho frío usan estufas a gas. Por otra parte, en el norte y el litoral, el vínculo tiene forma de U”, revela.

“Esto quiere decir que en los hogares se usan aparatos eléctricos tanto para calentar como para refrigerar los ambientes por altas o bajas temperaturas, ya que el acceso al gas de red es menor al 25%. Entre 1997 y 2014, las formas del vínculo tuvieron que ver principalmente con la fuente de calefacción que se usó”, argumenta.

Cómo varía el consumo de energía, según la temperatura

Tamara observó a nivel nacional cuánto cambia el consumo de energía en el momento que varía un grado la temperatura, y destacó que por cada grado centígrado, el consumo se modificó entre 40 y 126 Watts por hora y per cápita. 

Por último, aclaró que los incrementos más altos se dieron en temperaturas más cálidas, ya que cuando hace mucho frío no todas las personas tienen la posibilidad de usar electricidad para calentar sus casas.

La importancia de estudiar el impacto del aire acondicionado en el cambio climático

Es por esto que, “estudiar estas relaciones es clave para enfrentar de la mejor manera los impactos futuros del consumo de energía en las distintas regiones del país. Hay numerosas aristas a tener en cuenta para planificar el desarrollo de la matriz energética del país”, sentencia.

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Fecha de publicación: 25/08, 4:40 pm