Desarrollan una herramienta para mejorar la gestión ambiental del campo

Como parte de un proyecto de gestión ambiental encarado por CREA, una asociación civil sin fines de lucro integrada por empresarios, se encaró el desarrollo de una estrategia para incorporar indicadores de la dimensión ambiental en la gestión de las empresas.

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Se trata del llamado plan InBioAgro, iniciativa que desarrolla indicadores para la mejora del estado y conservación de la biodiversidad en agroecosistemas.
El proyecto surgió de la necesidad de generar indicadores que permitan abordar y mejorar el estado de la biodiversidad en los sistemas productivos de las diferentes regiones del país, entendiendo su relevancia y complejidad.

También se buscó priorizar indicadores idóneos para garantizar la conservación de la biodiversidad; lograr mejorar los sistemas productivos y el estado de conservación de la biodiversidad asociada.

Paso inicial

Según los empresarios de CREA, se trata de un primer paso hacia la implementación de indicadores de biodiversidad que contemplen la variabilidad entre todas las regiones del país, los sistemas productivos, la viabilidad y la facilidad de medición en los establecimientos agropecuarios.

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El plan cuenta con el acompañamiento de BASF como aliado estratégico y ya se ha iniciado el monitoreos de biodiversidad para la mejora de la gestión ambiental en varios de esos establecimientos.

El objetivo es compatibilizar la producción agropecuaria con la conservación mediante el ajuste de las prácticas de manejo y la definición de espacios que pudieran funcionar como refugios para distintos grupos de organismos.

En este contexto, la misión y visión de la red CREA incluye a la sostenibilidad como eje central de trabajo de las empresas agropecuarias. En ese marco, el Área de Ambiente de la Unidad de Investigación y Desarrollo de la institución viene emprendiendo la iniciativa InBioAgro, proyecto que nace en 2021 y que está orientado a promover la conservación de la biodiversidad en establecimientos productivos.

Este proceso comenzó en la macro región Chaqueña con el financiamiento de Land Innovation Fund, como parte del Proyecto de Soja Sostenible impulsado entre CREA y ACSOJA.

Para Mayra Varela Ituarte, técnica de implementación del proyecto en las regiones CREA del Gran Chaco Argentino, existe una tendencia global creciente sobre la necesidad de implementar manejos agropecuarios eficientes, que permitan producir alimentos preservando la salud del ambiente.

“Desde InBioAgro creemos que las alianzas entre los sectores interesados y la co-construcción de estrategias entre productores y especialistas en biodiversidad, son la clave para afrontar el desafío de desarrollar sistemas productivos más sostenibles”, agregó la experta.

Protocolo

Con el fin de generar una línea de base, durante noviembre y diciembre se están llevando a cabo monitoreos de biodiversidad en 12 establecimientos productivos pertenecientes a las regiones CREA Chaco Santiagueño, NOA y Córdoba Norte.

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En concreto, localizados en las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, donde se está aplicando este protocolo desarrollado por un grupo de investigadores de Tucumán pertenecientes al Instituto de Ecología Regional (IER-CONICET) y puesto a prueba por biólogos y técnicos especializados.

Según explican desde CREA, los monitoreos se extienden durante dos días en cada uno de los establecimientos, y abordan la identificación de especies de aves, vegetación, insectos polinizadores, macro y meso fauna del suelo, y también el relevamiento de mamíferos mediante el uso de cámaras de monitoreo de fauna.
“Durante la jornada, los productores y sus equipos de trabajo acompañan a los técnicos para capacitarse sobre las distintas técnicas de muestreo e intercambiar conocimiento”, agrega el informe.

En este sentido, Marianela Colla, perteneciente a una empresa del Grupo CREA Sierras Chicas de la región Córdoba Norte, entiende que la información que generarán las mediciones “va a ser interesante para conocer la biodiversidad que tenemos en el campo”.

Del mismo modo, Federico Fritz, coordinador del proyecto InBioAgro, explicó que la definición de la línea base es el cuarto paso de una metodología para llevar adelante la gestión de la biodiversidad en agroecosistemas, “que nos permitirá evaluar en sucesivas campañas las estrategias de mejora implementadas”.