Una empresa argentina ofrece Internet satelital y busca competir con Elon Musk
Esta tecnología representa un beneficio significativo para las zonas rurales al superar las limitaciones de la infraestructura terrestre.
“Estamos firmemente convencidos de que contribuir al avance de la conectividad en todo el país será clave para elevar los niveles de productividad en un sector estratégico para la recuperación económica, como es el ámbito rural”, afirmó Pablo Mosiul, CEO de Orbith.
En este contexto, Orbith emerge como un servicio capaz de abordar esta problemática mediante el uso de internet satelital. Aunque Elon Musk destaca en este campo, en Argentina existe un competidor con inversiones nacionales y una presencia extendida por todo el país.
Orbith, el nuevo Internet satelital
El internet satelital representa un beneficio considerable para las zonas rurales al superar las limitaciones de la infraestructura terrestre. En estas áreas remotas, la conectividad convencional suele ser escasa o nula, dificultando el acceso a información vital, servicios y oportunidades educativas. Esta tecnología elimina esta barrera al ofrecer una conexión confiable y de alta velocidad mediante satélites en órbita.
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“La maquinaria agrícola se automatiza cada vez más y opera con un sistema de recopilación de datos que optimiza los recursos en la producción. Para acceder a esa información, se requiere una conexión a Internet sólida”, agregó el ejecutivo de la empresa perteneciente al Grupo Boldt.
En Orbith, se enfocan en la falta de inversión en infraestructuras de conectividad que perjudica a los sectores productivos, generando ineficiencia en el uso de recursos. El servicio de internet satelital puede resolver esta problemática, especialmente en el sector agropecuario, uno de los principales contribuyentes a las divisas del país.
A nivel rural, el acceso a Internet es generalmente débil debido a problemas geográficos y/o de aislamiento que impiden la instalación de antenas de telecomunicaciones. Además, los altos costos de la fibra óptica hacen que la conectividad en estas áreas se realice principalmente a través de la 3G o banda ancha móvil. La desigualdad en el acceso se atribuye a varios factores condicionantes, siendo la ausencia de infraestructura digital la principal protagonista en la optimización de la producción en algunas regiones.
Un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) destaca que los habitantes rurales argentinos enfrentan grandes desventajas para acceder a Internet y servicios digitales en comparación con los residentes urbanos. Esta brecha de conectividad puede llegar al 70%, afectando no solo la vida social sino también el sector productivo.
La conectividad es esencial para implementar sistemas avanzados de recopilación, procesamiento y aplicación de la “agricultura inteligente”. Gracias a las nuevas tecnologías, es posible obtener información rápida y precisa que permite controlar eficientemente las distintas demandas de cada cultivo, buscando mejorar los rendimientos y gestionar mejor los establecimientos agrícolas.
Carlos Zubillaga, productor agropecuario en la Provincia de Buenos Aires, destaca el papel fundamental de las nuevas tecnologías para el crecimiento del sector. “Hoy en día, Internet es fundamental; se puede trabajar sin esa herramienta, pero implica una pérdida de recursos tanto en productos como en tiempo”.
La conectividad posibilita sistemas de monitoreo meteorológico y de cosechas que reducen las pérdidas mencionadas por el productor. La llamada “agricultura inteligente” proporciona información y un panorama estratégico sobre la siembra de los cultivos. Zubillaga explica que en el proceso de sistemas activos en las maquinarias, “la cosechadora mapea un lote dependiendo del rendimiento de cada parte del terreno. Esa información se sube a la nube, y con esos datos, se realiza una fertilización variable según el rendimiento de cada parte”.
“Si no puedo descargar ese archivo para pasar la información a la máquina mientras estoy trabajando, tengo dos opciones: fertilizar todo el campo por igual, lo que hace menos eficiente el trabajo, o desplazarme a un lugar con conectividad para acceder a la data mapeada por la cosechadora, lo que se traduce en tiempo perdido que afecta mi capacidad productiva”, concluyó.