Soluciones tecnológicas sostenibles en la era de la digitalización
La reutilización de hardware resulta una solución clave para reducir el impacto ambiental de los residuos tecnológicos.
La digitalización acelerada y la creciente dependencia de herramientas tecnológicas han aumentado la generación de residuos tecnológicos (e-waste), un fenómeno global que afecta tanto a oficinas como a entornos de trabajo remoto. Si bien la digitalización ofrece ventajas significativas, también plantea el desafío de extender la vida útil de los equipos, especialmente en contextos remotos, donde la recuperación y el reacondicionamiento de hardware se vuelve más complejo, incrementando los riesgos de obsolescencia prematura.
Según datos oficiales publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se espera que el volumen global de e-waste alcance los 74 millones de toneladas para el 2030, impulsado en gran parte por la demanda de tecnología, lo que subraya la urgencia de encontrar soluciones sostenibles.
Esta cifra plantea un nuevo desafío en materia sustentable para las firmas debido a que los residuos electrónicos contienen materiales altamente tóxicos, como plomo, mercurio y cadmio, que, si no se gestionan adecuadamente, contaminan el suelo y el agua. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas sustancias no solo impactan a los ecosistemas, sino también a la salud humana, especialmente en comunidades cercanas a vertederos no regulados donde la exposición a estas toxinas puede contaminar recursos básicos como alimentos y agua potable.
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Frente a este panorama, la reutilización y el reciclaje de dispositivos electrónicos se posiciona como una alternativa esencial. Estas prácticas disminuyen la cantidad de desechos, reducen la extracción de recursos naturales y fomentan una economía circular más sostenible. Según el informe del Foro Económico Mundial sobre e-waste, titulado “Una nueva visión circular para la electrónica: es hora de un reinicio global”, menos del 20% de los residuos electrónicos generados a nivel global se reciclan formalmente, lo que agrava los problemas ambientales y sociales asociados al descarte tecnológico, lo que subraya la urgencia de implementar modelos innovadores y responsables en la gestión de tecnología.
La digitalización y la necesidad de mantener equipos actualizados para asegurar la eficiencia y seguridad operativa impulsan un aumento significativo en la demanda de dispositivos electrónicos. Se estima que esta demanda crecerá un 30% en los próximos cinco años, intensificando la presión sobre los sistemas de gestión de residuos tecnológicos y acelerando la obsolescencia de los dispositivos, especialmente en escenarios donde su recuperación y reutilización presentan mayores desafíos.
Ante este panorama, la reutilización y el abastecimiento responsable de hardware se convierten en alternativas clave para reducir el impacto ambiental. Reutilizar un dispositivo puede disminuir en un 50% la generación de e-waste y reducir la huella de carbono en un 25-30%, permitiendo que las empresas adopten un modelo de trabajo remoto verdaderamente sostenible.
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“En promedio, el rendimiento óptimo de una computadora alcanza los tres años. Sin embargo, muchas empresas enfrentan el desafío de manejar equipos en proceso de renovación: máquinas acumulando polvo en depósitos, lo que genera gastos innecesarios o incluso siendo regaladas por falta de un plan claro. En Tecspal, identificamos este problema y sumamos a nuestros servicios una solución clara a través de nuestra unidad de buyback. Convertimos este reto en una oportunidad para optimizar recursos y dar una nueva vida útil a esos dispositivos”, sostuvo Juan Pablo Bordaberry, CEO de Tecspal.
Con operaciones en más de 90 países, Tecspal lidera un modelo integral que no solo suministra hardware a los talentos remotos, sino que también prioriza la sostenibilidad en todas las etapas del ciclo de vida de los dispositivos por medio de la recompra, el reacondicionamiento y el reciclaje de equipos tecnológicos. De esta manera, colabora directamente con las empresas para que reduzcan su huella ambiental mientras optimizan sus costos operativos. “Trabajamos para ofrecer a las compañías una alternativa sustentable que también optimice sus operaciones de trabajo remoto. Nuestro objetivo es hacer de la sostenibilidad una prioridad, desde el abastecimiento ético hasta el reciclaje de equipos” destacó Bordaberry.
A través de alianzas estratégicas, Tecspal integró políticas de reutilización y reciclaje en sus operaciones logísticas. Esto no solo permite reducir significativamente la generación de residuos, sino que también facilita a las empresas la adquisición de equipos de alta calidad a un costo reducido, optimizando sus inversiones y contribuyendo al bienestar del planeta.