Esta provincia argentina impulsa una ley para prohibir el uso de bolsas plásticas
Esta propuesta busca promover todo otro elemento compatible con minimizar el impacto ambiental, de forma progresiva, permanente e inmediata.
A través del proyecto de ley 1952 de este año, las diputadas justicialistas, Andrea Charole, María Elena Vargas y Elida Cuesta impulsan la prohibición del uso de bolsas plásticas, en todo el territorio provincial, así como todo material no biodegradable que se utilice para trasladar productos o mercaderías.
Promueve todo otro elemento compatible con minimizar el impacto ambiental, de forma progresiva, permanente e inmediata.
La finalidad de la iniciativa es reducir el impacto ambiental que producen las bolsas plásticas, ya sean de material polietileno o el polipropileno, altamente nocivas las cuales influyen directamente en la contaminación del Medio Ambiente.
Tal como explica el sitio Chacodíapordía, el objetivo es sancionar una ley que prohíba el uso de materiales no biodegradables, como ya lo hicieron otras jurisdicciones como Buenos Aires, Misiones, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Rio Negro.
Sobre el proyecto
Se trata de proteger el ambiente prohibiendo el uso de bolsas de plásticos y todo otro material no biodegradable para reducir el impacto ambiental que producen ya sea de material polietileno o el polipropileno, altamente nocivas las cuales influyen directamente en la contaminación.
“La sociedad necesita generar conciencia sobre el problema de la basura”, sostienen en sus fundamentos, donde plantean la importancia de fomentar un consumo responsable; es el ciudadano el que puede elegir qué, dónde y cómo comprar e incluir criterios ambientales en esa decisión.
La prohibición de entregar bolsas de polietileno en mercados forma parte de una tendencia mundial que incluye a Argentina.
Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y se usan 500.000 millones al año, mientras que casi una tercera parte de todos los envases de plástico salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año, amenazando a la vida marina, de acuerdo con estimaciones de la ONU.
Con respecto a las bolsas de papel, no solo son biodegradables sino también fácilmente reciclables, y en algunos casos, reusables.
Mientras que las bioplásticas están hechas de polímeros fabricados a partir de materias primas naturales (como azúcar, almidón, celulosa, patatas, cereales, melaza, aceite de soja, maíz, etc.), que son procesadas por organismo vivos (hongos, bacterias o algas).
Las bolsas de polietileno biodegradables se producen gracias a la presencia de un componente que permite su sana descomposición: un ion metálico (aditivo) que es inyectado a la mezcla de polietileno en el último momento. Se degradan bajo y durante un proceso llamado OXO-Degradación.
“Todas las ciudades de nuestro país ponen a nuestra disposición contenedores donde podemos introducir cada residuo, ya sea orgánico, papel, plástico o vidrio”, sostienen las legisladoras que piden el acompañamiento de sus pares.