Sustentabilidad productiva, el nuevo paradigma de las empresas locales
El sector industrial local propone impulsar una economía de bajo carbono, pero advierte que es necesaria una política energética que sea considerada política de Estado, consensuada y sostenida en el largo plazo.
En el contexto global, la Argentina aporta un 0.54% al total de las emisiones de carbono, con un entramado industrial que tiene una contribución minoritaria respecto de otros sectores (15% de las emisiones totales) y a su vez, una cifra muy inferior a otros países desarrollados o con desarrollo e industrialización reciente.
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Sin embargo y con el objetivo puesto en la descarbonización global, la industria argentina acaba de desarrollar un proyecto base que se encuentra resumido en el llamado Plan de Acción Nacional de Industria y Cambio Climático (PANIyCC).
Se trata de una iniciativa para alcanzar una matriz eléctrica que permita un suministro sustentable, en cantidad, calidad, seguridad y con costos competitivos que favorezcan el desarrollo industrial. la iniciativa es impulsada por la Unión Industrial Argentina (UIA), teniendo en cuenta que la eficiencia energética y el uso racional de la energía juegan un rol relevante tanto del lado de la oferta como del uso final de los recursos energéticos.
“La transición energética debe mejorar la competitividad en el sector industrial, hoy en su versión de Industria 4.0. Los regímenes de promoción a la Eficiencia Energética y la Innovación Tecnológica deben equilibrarse, de modo tal que, energía, economía y ecología coexistan de modo armónico, propendiendo a una matriz con el menor carbono posible”, argumenta la UIA en un documento presentado en sociedad que lleva el nombre de “Sustentabilidad Productiva y Economía de Bajo Carbono: aportes para el diseño de una estrategia a largo plazo”.
Desde la UIA consideran que toda estrategia de descarbonización de largo plazo requiere, en primer lugar, de condiciones de estabilidad macroeconómica, certidumbre, previsibilidad, una extensiva modernización en infraestructura y sistemas de transporte multimodal en todo el territorio nacional.
Así como también, una adecuación de las condiciones de trabajo, de la normativa y de las cuestiones impositivas asociadas, para una necesaria sustentabilidad productiva que se base en la transición justa, en modos de producción y consumo que se presentan como disruptivos desde la esfera tecnológica y desde el conocimiento.
“Pero fundamentalmente, este cambio paradigmático, que requiere niveles de inversión sin precedentes, necesita de un acompañamiento con nuevas fuentes de financiamiento y políticas de promoción y fomento consistentes con los desafíos por delante”, agrega el trabajo de la organización industrial que preside Daniel Funes de Rioja.
Unificar las metas
En este marco, el documento resume la visión industrial para una efectiva transición energética hacia una economía baja en Carbono como parte de la estrategia para el cumplimiento del compromiso al 2030 de no exceder los 358,8 MtCO2eq de emisiones y las ambiciones a 2050 de la Argentina.
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Para analizar el alcance de estos objetivos se organizó un evento en el que se abordaron los desafíos de la sustentabilidad productiva junto al sector público, especialistas y empresas.
Durante esas jornadas, la UIA convocó a funcionarios del Poder Ejecutivo, diputados, senadores, empresarios y especialistas para abordar una agenda enfocada en la sustentabilidad productiva.
El contexto internacional, los avances en materia de políticas públicas, el estado de situación de la normativa ambiental argentina, el rol de las iniciativas parlamentarias y las experiencias del sector privado fueron algunos de los temas tratados en el encuentro.
Durante el seminario, Funes de Rioja; y la Secretaria de Cambio Climático y titular del Gabinete Nacional del Cambio Climático, Cecilia Nicolini, coincidieron en el protagonismo compartido del sector público y el sector privado para avanzar en la sustentabilidad productiva.
Al respecto, el titular de la UIA aseeguró que “sustentabilidad y desarrollo productivo son dos dimensiones de un mismo desafío que Argentina tiene que abordar trabajando en el presente con mirada de largo plazo”.
En la apertura de “Los desafíos de la sustentabilidad productiva”, el presidente del departamento de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable UIA, Claudio Terres, repasó la agenda de la entidad en esta materia y el involucramiento activo del sector privado en acciones concretas.
En este sentido, se destacó el trabajo que se está realizando junto a los socios de la UIA y la presencia de la entidad en el Consejo Asesor del Gabinete de Cambio Climático para unificar las metas comprometidas a nivel país con el diseño de políticas públicas, los objetivos de desarrollo socioeconómico y los desafíos productivos.
Avances legislativos
“Normativa Ambiental: ¿dónde estamos y hacia dónde vamos?” fue el segundo panel del seminario que estuvo a cargo de la presidenta de la comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado, Gladys Gonzalez; la diputada nacional del bloque Consenso Federal por la Provincia de Buenos Aires, Graciela Camaño; y el diputado nacional por San Luis del Frente de Todos, Carlos Ponce. Durante la charla se recorrieron los avances en materia legislativa durante el último cuarto de siglo, cuyo hito más importante fue la incorporación de la agenda ambiental en la Constitución Nacional de 1994.
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Los participantes manifestaron la necesidad de mejorar el marco normativo para los desafíos presentes y futuros, específicamente en el establecimiento de presupuestos mínimos desde el gobierno nacional para la normativa ambiental y los desafíos de la gobernanza del esquema federal en articulación con las provincias, municipios, empresas y consumidores.
A continuación, la presidenta del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sustentable (CEADS), Silvia Bulla; el subsecretario del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Eduardo Brau; y la directora de Departamentos Técnicos UIA, Agustina Briner, dialogaron sobre el diseño de políticas que abarquen con una visión integral la agenda de sustentabilidad productiva.
Coincidieron en la importancia de crear establecer políticas de Estado en materia ambiental, de cambio climático y alcance de los ODS globales. También se destacó la relevancia de la educación para el cambio cultural y la participación activa de todos los actores, especialmente del sector productivo, para lograr metas alcanzables y compatibles con el desarrollo socioeconómico necesario.
El último panel contó con la participación de empresas que avanzaron en cuestiones como eficiencia energética, economía circular y compromisos voluntarios de reducción de huella de carbono. Realizaron un recorrido por sus experiencias representantes de Bodegas Argentinas, WORK y Grupo Techint.
El seminario organizado por la UIA se dio en el marco de la conmemoración de los 50 años de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, que fue la primera conferencia internacional en convertir la acción ambiental en un asunto mundial urgente.
Desde la UIA se asegura que si se conjugan apropiadas estrategias y esfuerzos para superar problemas macroeconómicos, costo argentino, inflación, entre otras variables, la industria y su cadena de valor (Pymes) tiene todo el compromiso y capacidad para acompañar el desafío y la obligación de mejorar el clima ambiental.
“Marcos legales sólidos y esquemas de financiamiento específicos para avanzar en la sustentabilidad productiva son cimientos esenciales para poder construir condiciones de desarrollo Productivo Verde, haciendo uso racional y eficiente de los variados y abundantes recursos energéticos que dispone nuestro país, buscando la combinación que permita abastecer a nuestra sociedad en general, con precios que sean pagables, y a la industria en particular, disponer de energía a precios competitivos”, detalla el informe industrial.
También se sostiene que la transición energética “es una oportunidad de reactivación económica y de generación de empleo que permitirá la modernización tecnológica y la adecuación de la economía ante posibles medidas que impongan los países, como el Mecanismo de Ajuste de Frontera de Carbono propuesta por la Unión Europea”.
La UIA pide que para poder llevarla a cabo es necesaria una política energética que sea considerada política de estado, consensuada y sostenida en el largo plazo.