Santander financia proyectos renovables con una alta capacidad de generación de energía renovable
La entidad bancaria invirtió 65.700 millones de euros en financiación verde en solo tres años.
Santander publicará sus nuevos objetivos de descarbonización para los sectores del petróleo y gas, minería y metales y aviación antes de finales de 2022 y para hipotecas, sector inmobiliario o fabricación de automóviles durante el primer trimestre de 2024.
Durante este tiempo, banco Santander duplicó los recursos destinados a financiación verde, con más de 32.000 millones de euros movilizados solo en 2021, lo que sitúa a la entidad, en tan solo tres años, a más de medio camino de alcanzar los 120.000 millones en 2025 que se ha marcado como objetivo.
Transición hacia una economía verde
La financiación verde contempla la financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiaciones de capital, asesoramiento, estructuración y otros productos para ayudar a los clientes en su transición hacia una economía de bajas emisiones.
En 2021, Santander ayudó a financiar o asesorar proyectos greenfield de energías renovables con una capacidad total instalada de 13,604 MW, evitando la emisión de 251 millones de toneladas de CO2 y contribuyó a la ampliación, mejora y mantenimiento de proyectos de infraestructura de energías renovables existentes (brownfield), con una capacidad instalada total de 1,776 MW.
Los proyectos de renovables financiados tienen una capacidad de generación de energía equivalente al consumo anual de 9,2 millones de hogares.
Banco Santander, que se ha convertido en el principal asesor financiero en project finance de energías renovables en 2021, también lanzó ya su tercer bono verde, que captó 1.000 millones de euros en una emisión de deuda senior no preferente a ocho años que permitirá financiar proyectos de energía eólica y solar.
Medioambiente y cambio climático
En materia de cambio climático, el objetivo principal del Santander, miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance (NZBA), es alcanzar las cero emisiones netas de CO2 para 2050.
La hoja de ruta de la entidad se inició el año pasado definiendo los primeros objetivos de descarbonización en las carteras de carbón térmico y generación de energía eléctrica que pasan por dejar de prestar servicios financieros a clientes con más de un 10% de ingresos dependientes del carbón y eliminar la exposición a la producción minera de carbón para 2030. En este sentido, la entidad ya está en contacto con sus clientes para analizar y evaluar sus planes de transición.
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Para los sectores más intensivos en carbono identificados en la evaluación de materialidad -generación de energía eléctrica, petróleo y gas, minería y metales, y transporte-, la entidad ha estado midiendo las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) de las actividades de sus clientes y la participación de Santander en las emisiones, según las pautas de PCAF (Partnership for Carbon Accounting Financials).
Como próximos pasos, la entidad se ha comprometido a anunciar nuevos objetivos de descarbonización para los sectores del petróleo y gas, minería y metales (relacionados con el carbón) y aviación (de su cartera de transporte) en septiembre de este año y para hipotecas, sector inmobiliario, fabricación de automóviles, préstamos para automóviles, cemento, agricultura y algunos subsectores, antes de finales de marzo de 2024; objetivos que serán compatibles con el acompañamiento a sus clientes en la transición hacia una economía más verde.