Aprobaron el proyecto del pescado de laboratorio: sin espinas, microplásticos ni mercurio
En Portugal, los investigadores utilizarán técnicas que incluyen la impresión 3D y un material extraído de algas y plantas.
Al igual que con la carne, los proyectos sustentables de pescado cada vez son más relevantes ante la problemática de desabastecimiento de peces en mares y ríos, en gran parte como consecuencia del cambio climático.
En Portugal, un equipo de investigadores pusieron en marcha el proyecto Algae2Fish, desarrollado por el Instituto de Bioingeniería y Biociencias de la Universidad de Lisboa. Su objetivo es cultivar lubina de laboratorio, usando algas y plantas, y apoyándose en la impresión 3D.
Frederico Ferreira es el responsable del proyecto Algae2Fish, que pretende cultivar pescado en laboratorio, con una textura y sabor idéntico, pero sin espinas, sin microplástico ni mercurio.
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“En portugués tenemos un dicho: un pez sin espinas es un problema resuelto”, aclara Ferreira durante la presentación de esta tecnología, según replicó Business Insider.
“Vengo de un país que ama el pescado y quiero seguir comiendo pescado. Hay un papel para la pesca sostenible a pequeña escala, pero no podemos continuar con la pesca en alta mar que causa tanto daño a los ecosistemas oceánicos”, explica el bioingeniero.
Consecuencias del cambio climático
El cambio climático, la sobreexplotación y la contaminación, está diezmando los bancos de pesca. Más de la mitad de las zonas pesqueras de la Unión Europea están en zona de riesgo. No solo hay poco pescado para la demanda, sino que la mayoría tiene microplásticos y mercurio procedente de la contaminación del mar.
Proceso de elaboración
Las algas aportan la textura de los filetes de lubina, así como los antioxidantes que tiene el pescado natural. Las células de lubina aportan las propiedades y el verdadero sabor a pescado.
Según sus creadores, el resultado serán filetes de lubina de laboratorio con una textura, un sabor y unos nutrientes muy similares al pescado real, pero sin su parte mala: sin espinas, sin microplásticos y sin mercurio.
Otro de los métodos será la estimulación eléctrica para mejorar la transformación de las células madre de los peces en músculo y grasa. Luego, estos pueden usarse para crear diferentes bioenlaces, a través de la impresión 3D para formar patrones en la carne resultante, recreando tanto el sabor del pescado como las características rayas alternas o vetas de músculo y grasa de un filete.