Hidrógeno verde para alimentar al mundo: el fertilizante que podría cambiarlo todo
Un grupo de investigadores de La Araucanía, en Chile, creó fertilizantes sostenibles a partir de este recurso. Los detalles.
El hidrógeno verde, conocido por su papel clave en la transición energética, suma ahora un nuevo potencial: contribuir a reducir el hambre en el mundo.
Un grupo de investigadores de La Araucanía, en Chile, creó fertilizantes sostenibles a partir de este recurso, con la meta de aumentar la producción de alimentos y disminuir el impacto ambiental.
La iniciativa, liderada por COMASA H2V y respaldada por la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), desarrolla dos tipos de fertilizantes verdes. Uno se formula con hidrógeno y amoníaco verde para liberar nitrógeno de manera lenta y eficiente; el otro incorpora CO₂ verde para corregir la acidez del suelo y mejorar su calidad.
Ambos se producen con energía renovable no convencional (ERNC) y residuos de biomasa agrícola y forestal, aprovechando subproductos como la bio-ceniza y el CO₂ biogénico.
Cómo es el proceso
Las doctoras María Eugenia González y Mara Cea, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de La Frontera, participan activamente en el proyecto. Según explican, el proceso combina amoníaco verde con bio-ceniza rica en nutrientes, logrando un aporte nutricional y funcional único, muy diferente a los fertilizantes convencionales.
“El objetivo es avanzar en la validación del producto a nivel de laboratorio y consolidar un laboratorio propio a escala semi-industrial”, señaló Óscar Neira Parra, gerente del proyecto. Para CORFO, este desarrollo representa una oportunidad histórica para posicionar a La Araucanía como pionera en aplicaciones agrícolas del hidrógeno verde, más allá de las zonas tradicionalmente asociadas a su producción como Magallanes o Antofagasta.
El proyecto busca reemplazar fertilizantes importados, reduciendo costos y emisiones, y se alinea con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde. Con este avance, el hidrógeno no solo se consolida como pilar de la energía limpia, sino que también se abre camino como aliado en la seguridad alimentaria global.