Un adolescente revoluciona la astronomía con 1,5 millones de hallazgos gracias a la inteligencia artificial
A los 18 años, Matteo Paz diseñó VARnet, un algoritmo capaz de analizar enormes volúmenes de datos y detectar objetos celestes inéditos.
Con solo 18 años, Matteo Paz, oriundo de Pasadena, California, sorprendió al mundo científico con un hallazgo sin precedentes: la identificación de 1,5 millones de objetos astronómicos potencialmente nuevos, gracias a una herramienta de inteligencia artificial que él mismo desarrolló.
Su fascinación por el universo comenzó en la infancia, impulsada por las charlas sobre observación de estrellas que su madre organizaba en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), una de las instituciones más prestigiosas del mundo en materia de astronomía. A los 15 años, Paz ingresó al programa Planet Finder de Caltech, donde se formó en astronomía, programación y aprendizaje automático. Aquella experiencia fue clave: le dio las herramientas teóricas y técnicas para emprender un proyecto que cambiaría el rumbo de su vida.
La inteligencia artificial como aliada del universo
Durante más de una década, el telescopio infrarrojo NEOWISE de la NASA recopiló una cantidad monumental de información: alrededor de 200 mil millones de filas de datos sobre radiación infrarroja proveniente de millones de cuerpos celestes. Sin embargo, por su magnitud y complejidad, estos datos permanecieron en gran medida inexplorados, incluso para los equipos científicos más avanzados.
Ahí es donde Matteo vio una oportunidad. Tras tres años de preparación y aprendizaje, desarrolló en apenas seis semanas un algoritmo propio al que llamó VARnet, diseñado específicamente para detectar cambios sutiles en el brillo de los objetos astronómicos -lo que en astronomía se conoce como “variabilidad”.
El objetivo de VARnet era ambicioso: identificar patrones luminosos que pudieran indicar la presencia de fenómenos astrofísicos complejos, como supernovas, tránsitos planetarios o sistemas binarios aún no registrados. Para lograrlo, el software incorporó técnicas avanzadas como la descomposición en wavelets y la transformada de Fourier, lo que le permitió detectar señales casi imperceptibles en las curvas de luz.
Gracias a su trabajo, hoy la comunidad astronómica cuenta con una nueva base de objetos celestes por investigar, y un ejemplo claro de cómo la inteligencia artificial -y la curiosidad sin límites de una mente joven- puede abrir puertas insospechadas en el estudio del cosmos.
Velocidad, precisión e impacto astronómico
Gracias al uso de modernas unidades de procesamiento gráfico (GPU), el algoritmo creado por Matteo Paz fue capaz de analizar cada fuente de datos en menos de 53 microsegundos, superando con creces la velocidad y precisión de los métodos tradicionales. Esta eficiencia permitió explorar en profundidad una base de datos que hasta entonces era virtualmente inabordable.
Un mapa celeste renovado
El impacto del proyecto fue monumental: 1,5 millones de objetos astronómicos variables potencialmente nuevos fueron identificados en los archivos del telescopio NEOWISE. Esta cifra representa un salto sin precedentes, multiplicando por miles la cantidad de descubrimientos logrados mediante técnicas anteriores a lo largo de varias décadas.
Todos esos hallazgos serán incluidos en un catálogo de acceso abierto, que promete convertirse en una de las mayores actualizaciones del mapa celeste moderno. Más allá de la escala del hallazgo, la verdadera innovación reside en el enfoque: un sistema semiautomatizado que no solo acelera la investigación, sino que también permite detectar patrones que antes pasaban desapercibidos debido a las limitaciones humanas frente a volúmenes de datos tan masivos.
La mirada científica al futuro
Davy Kirkpatrick, astrónomo del Centro de Análisis y Procesamiento de Datos Infrarrojos (IPAC) de Caltech y mentor de Paz, destacó el valor del enfoque del joven investigador: “La verdadera innovación está en el potencial transformador de la inteligencia artificial cuando se combina con nuevas generaciones de científicos formados desde edades tempranas en la intersección entre computación y astrofísica”.
El trabajo de Paz no tardó en recibir reconocimiento. En 2024 obtuvo el primer premio de la Sociedad para la Ciencia, un prestigioso galardón que distingue a jóvenes con propuestas revolucionarias en ciencia y tecnología. Su investigación también fue publicada en The Astronomical Journal, consolidando su lugar dentro de la comunidad científica internacional a pesar de su corta edad.
Hoy, Matteo Paz continúa su carrera en Caltech, donde fue contratado para integrarse al equipo de investigación liderado por Kirkpatrick. Desde allí, trabaja en nuevas líneas de análisis astronómico apoyado en inteligencia artificial, ampliando los horizontes de lo que es posible observar -y descubrir- en el universo.