Renata Milanese, de BASF: “Tener un propósito genuino y conexiones es clave para que una estrategia de sustentabilidad sea exitosa”
La directora general de BASF para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay habla sobre la química en la transformación sustentable, los desafíos de liderar en contextos cambiantes y su mirada sobre Argentina.
En un mundo donde la innovación y la sustentabilidad se imponen como ejes claves para el desarrollo, el rol de la industria química está atravesando una transformación profunda. BASF, una de las compañías del sector, apuesta por ser parte activa de esa transición verde y por acompañar a sus clientes en un proceso que exige cada vez más responsabilidad ambiental, económica y social.
Renata Milanese, directora general de BASF para Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, lleva dos décadas vinculada al sector. Desde su mirada, el liderazgo efectivo en estos tiempos requiere más que adaptabilidad: necesita visión, propósito y alianzas estratégicas, sobre todo en mercados con realidades tan diversas.
En diálogo con Economía Sustentable, Milanese repasa los principales desafíos a la hora de impulsar la sustentabilidad, la importancia del talento local, el papel de la innovación como motor de cambio y el valor de trabajar en conjunto para acelerar la transición “verde”. «Cuando uno habla de sustentabilidad, abre una puerta diferente», asegura.
-Si tuvieras que definir hoy qué es BASF, ¿cómo lo harías? ¿Es más que una empresa química?
-Creo que el eslogan y la nueva estrategia traducen muy bien esto: creamos química para un futuro sustentable. Queremos ser el “compañero” preferido de nuestros clientes en la transformación verde. Nosotros producimos química pero también miramos la sostenibilidad del medio ambiente. No es una cosa o la otra, es cómo hacemos para convivir con las dos. Desde la química podemos ayudar a embarcar al mundo a ser más sustentable.
-Estás a cargo de mercados muy distintos como Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. ¿Qué desafíos implica manejar realidades tan diversas?”
-Creo que entre los cuatro países hay una situación muy extrema como Uruguay, que es realmente un ejemplo en la región, yo diría que casi en Latinoamérica, y Argentina que tiene mucho potencial, pero que viene haciendo ahí un catch up en esto.
Uruguay, por ejemplo, tiene un propósito que viene desde adentro, desde el Gobierno, la iniciativa privada y hasta la sociedad están involucrados en los temas de energía, por ejemplo. La matriz energética es casi 100% del tiempo es renovable. De hecho, tienen una aplicación que como consumidor uno puede mirar qué tipo de energía está consumiendo y eso genera concientización.
Y Argentina, para mí es un país que tiene muchos recursos naturales, tiene una matriz energética que ya es bastante mejor en promedio que muchos países del mundo y que hoy su agenda va más por la sustentabilidad económica, financiera, ¿no? Pero lo que no podemos perder es la mirada sustentable. Yo creo que hay partes de la sociedad hoy o del Gobierno que ya entienden que también es parte de la solución.
-En otras entrevistas hacés hincapié en que la innovación ya no es el futuro, sino que es el presente, ¿por qué? ¿Cómo lo impulsan desde la empresa?
-Si hablamos del desarrollo de las soluciones sustentables, entendemos que hay que acelerar (los procesos), y eso no es mañana, ¿no? Es hoy. Nosotros hace más de 10 años, que ya usamos machine learning. Y si hablamos de inteligencia artificial, hoy ya es nuestra realidad. En este sentido, un gran desafío que tuvimos fue el tema de la propiedad intelectual. Entonces, tuvimos que ver cómo usar inteligencia artificial, en desarrollo de producto. Tuvimos también que crear un ambiente seguro para que la inteligencia artificial pudiera ayudarnos y hoy estamos usamos Copilot de Microsoft, pero tenemos nuestra on database y ahí sí podemos compartir información, más de forma confidencial pero eso no es mañana, es hoy, ya, y hoy el gran desafío de los líderes es cómo usarla y cómo liderar personas que muchas veces ya vienen preparados, que ya tienen contacto con ese tipo de tecnología. Entonces, para mí la innovación ya está.
-¿Cómo evalúas la transición ‘verde’ de sus clientes?
-Es muy heterogénea la foto. Depende mucho de la industria. Quizás hay industrias que están más avanzadas en ese tema, como por ejemplo la de cuidados personales, porque el consumidor también exige eso y la competencia también te trae para un lugar diferente, y hay otras que quizás no tienen todavía esa mirada, no como la industria más de base. Hoy nosotros, como empresa, queremos caminar con ellos. Cuando uno habla de sustentabilidad, abre una puerta diferente. Realmente empezás a trabajar y entender cuál es la necesidad del cliente y con eso podemos ayudar a llegar a una solución aún mejor. Entonces, eso también genera una alianza de más mediano y largo plazo con los clientes, pero depende mucho de la apertura de ellos. No hay una receta única. Lo que puedo decir es que BASF tiene soluciones.
El 40% del presupuesto que tenemos en investigación y desarrollo lo usamos para justamente desarrollar soluciones sustentables. Y sobre las ventas de soluciones sustentables, buscamos llegar al 50% en 2030, además de duplicar las ventas de soluciones circulares, llegando a 10.000 millones de euros para ese año. Estamos preparándonos, pero también tenemos que entender el tiempo que el cliente necesita. Y yo creo que ese es el gran desafío que tenemos, ¿no? El tiempo.
-¿Estas metas se aplican para todos los mercados?
-Sí, a todos. En Sudamérica, nosotros la meta que teníamos de soluciones sustentables ya la alcanzamos, porque como es una región que tiene una matriz más verde, como que hay un poco a veces más de conciencia y logramos un excelente resultado, pero seguimos igual con nuestra meta global.
-Hace 20 años que estás en la industria química, ¿ves más presencia de las mujeres en esta industria ahora, sobre todo en cargos más jerárquicos?
-Hoy sí veo que hay mucha más participación de mujeres. Todavía estamos en la compañía alrededor del 36%, con mujeres en cargos de liderazgo y también en participación total de la población. Y eso hablo de Argentina. En América del Sur es más o menos el mismo número, y si vamos a Alemania o Europa bajamos un poco a 30, pero hay una gran voluntad de que cada vez más las mujeres sean parte y aporten una mirada de diversidad e inclusión en la compañía.
-Este año BASF cumple 75 años en Argentina. ¿Tiene un rol estratégico el país para la empresa? ¿Cuánto talento aporta también?
-Mucho. El talento latinoamericano es muy valorado afuera. Hoy somos exportadores de talento y Argentina es uno más. Es más la gente que enviamos al exterior, que la que traemos del exterior en Argentina, sin duda. También hay un efecto que mucha gente va y no vuelve, eso tampoco ayuda mucho. Pero hay mucha gente, mucho argentino afuera y en en cargos bastante relevantes de la compañía.
Argentina hoy es un país considerado estratégico para BASF. Si miramos en el agro está entre los 10 países más relevantes del mundo y como químicos también, ¿no? Es un país que tiene su relevancia. Estamos pasando por una evolución estratégica de incluso de países, y Argentina es un país que va a seguir siendo y aportando al resultado de la compañía global.
Con respecto al agro, Argentina también aporta mucho en investigación y desarrollo porque podemos compartir, podemos alternar las zafras, con el hemisferio norte y el hemisferio sur, así que tenemos cuatro centros de desarrollo acá. Uno de ellos es Rojas (Buenos Aires), donde hicimos una inversión bastante alta, y también tenemos una planta en Santo Tomé de inoculantes, que es una de las cinco del mundo.
-Mencionaste la importancia de la innovación y del talento argentino. En un contexto de recortes presupuestarios al sector científico en Argentina, ¿les preocupa que esto afecte la formación y retención de profesionales en el país? ¿Cómo lo ven desde la empresa y qué rol creen que pueden tener para apoyar a ese talento y evitar que se vaya?»
-Primero, de forma más amplia salimos de un contexto de alta volatilidad, a uno más estable y eso trae una nueva realidad. Entonces, competitividad es el tema del momento y estamos trabajando fuerte en eso. Pero si hablamos de talentos, entendemos que nosotros tenemos una corresponsabilidad en el desarrollo de las personas. O sea, las personas, por ejemplo, que están por ser líderes, tenemos un plan de desarrollo que se llama guiding lights. Realmente las preparamos para que puedan ser líderes.
Siempre hablo que hoy el tema de la guerra de talentos es mundial, no es solo de Argentina. Como el talento, el capital humano, acá es tan bueno, competimos muchas veces con otros países. Como empresa nos preocuparnos también porque ese talento se mantenga en la compañía.
-Hablaste sobre cómo hacer un desarrollo con impacto positivo, sobre todo pensando en Argentina, y en cómo cuidar los recursos naturales. ¿Están haciendo algún tipo de planificación en este sentido? ¿Van ustedes a hacer alguna apuesta, por ejemplo, en energías renovables, con algún tipo de alianza?
-Hicimos globalmente una adquisición, y recién decidimos dar marcha atrás. Hoy por hoy, queremos enfocarnos en nuestras soluciones sustentables, proyectos de economía circular, llegar a nuestra meta del cambio climático, [N. de R.: La compañía apunta a cero emisiones de CO2 a nivel global para 2050] y también el tema del desarrollo de la sociedad, si hablamos de sostenibilidad. Creo que ese es el foco y mantenernos en nuestras fortalezas, en lo que realmente tenemos como propósito de negocio [N. de la R.: la multinacional no corrió los plazos de sus metas principales que ya tenían establecidas].
-¿Qué importancia le das al desarrollo de alianzas como la de Green House de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino-Brasileña (Cambras), de la que BASF forma parte?
-Yo creo que es muy importante. Soy de las que piensa que nadie hace nada solo en este mundo, ¿no? Y si podemos juntarnos con otras industrias, nosotros como o players, tenemos un portafolio muy amplio, pero siempre estamos o al principio o más al final de la cadena, tenemos mucha gente entremedio, muchas empresas. Entendemos que generamos más valor si podemos hacer alianzas y ganamos mucho tiempo también, porque a veces si queremos desarrollar todo solos va a llevar mucho más tiempo, ¿no? Entonces, tener una mirada distinta, poder sumar y ganar en velocidad.
-Si tuvieses que definir cuáles son las principales tendencias que van a marcar la industria en los próximos años, ¿en qué pondrías el foco?
-Es un momento difícil para contestar esa pregunta, pero la competitividad va a ser un tema, al igual que la innovación. Cada vez vamos a ver personalización o individualización de las soluciones, y tenemos que trabajar en cómo hacer innovación, todo sin perder el foco en competitividad y quizás eso no es convergente, es más divergente, pero tenemos que apuntar hacia allá.
-¿Cuál considerás que es la clave para que una estrategia de sustentabilidad sea exitosa?
-Para mí es clave tener un propósito genuino y conexiones. Sí es un propósito de más de uno, eso gana mucha fuerza y tiene impulso hacia delante. Entonces, para mí tenemos que tener propósito, pero también muchas conexiones, contagiar de manera positiva el propósito, no solo de una empresa sino de todo el mundo.
-Cuando hablás de conexiones, ¿incluís también a los gobiernos? ¿Considerás importante que el sector gubernamental forme parte de esas alianzas?
-Puede sumar mucho, ¿no? Si es con un propósito. Yo hablo de alianza desde mis clientes hasta compañeros de la industria, de las cadenas de valor, pero el gobierno podría, sin duda, ser un ente más en esas conexiones.