No se quiere quedar atrás: General Electric comienza a trabajar con energías verdes
La multinacional ya dio el primer paso con la construcción de los parques eólicos El Maitén y El Nogal en Chile.
El creciente uso de energías renovables está calando hondo en el sector energético más tradicional. Uno de estos referentes es General Electric, que comenzó a virar su negocio hacia las alternativas sustentables para no perder la pisada de las nuevas tendencias que comienzan a ganar fuerza en el mercado.
La multinacional ya dio el primer paso con la construcción de los parques eólicos El Maitén y El Nogal en Chile, que suman poco más de 20 MW de capacidad. “Quisiéramos ir tras un parque más grande, vamos a aumentar más basados en la seguridad de nuestra tecnología, pero en proyectos selectos donde podamos realmente ser rentables en un mercado hipercompetitivo”, señala Luis Carrillo, CEO de GE para Central Area de Latinoamérica (CALA), en diálogo con Diario Financiero.
La compañía tiene una fuerte actividad en energías renovables en Latinoamérica que ha concentrado en Brasil, que representa entre el 80% y 90% de este negocio. Ahora está impulsando una nueva etapa de expansión a otros países de la región a partir de su plataforma de Cypress (un tipo de turbina que ellos desarrollaron) y tiene entre sus mercados objetivo a Chile.
“Es la primera plataforma global que realmente vamos a usar en muchos países y ahora vamos a tener la oportunidad de crecer radicalmente. Un ejemplo es un proyecto de 150 MW que hemos ganado en Colombia con Enel, y ahora esperamos empezar a crecer en desarrollos más grandes en Chile, Perú y los demás mercados”, explica Carrillo, quien agrega que apuntarán a iniciativas entre 100 y 150 MW. “Queremos ser relevantes en Chile e ir a los grandes proyectos”, recalca.
Carrillo indica que GE se encuentra en negociaciones con la expectativa de lograr los primeros proyectos con esta tecnología en 2020.
Otra línea de desarrollo que GE quiere traer al país son los proyectos eólicos instalados en el mar. “En el mundo desarrollado, las turbinas se están moviendo al mar, para lo cual tienen que ser muy grandes empezando en 12 MW en estructuras de 200 metros. Ya tenemos una funcionando en el puerto de Rotterdam y otras en Estados Unidos y el Reino Unido. Hacia allá vamos y quizás más adelante pueda haber un desarrollo importante en el sur de Chile, donde hay zonas muy ventosas”, explica.
Por último, el vocero explicó que la mayor preocupación de la compañía es que “ven ralentización” en la región.
“Muchos de países están con sobreoferta energética, ya que todo el mundo construyó pensando que se venía una absorción de demanda más interesante y el crecimiento de la demanda de electricidad no está ahí. Y si a eso le añades que hay algunos gobiernos que han tenido intenciones de pasar a renovables o quizás hacer algún esquema particular con propósito de bajar tarifas, eso complica aún más en un escenario que ya está bastante limitado”, finaliza.