Una reconocida ambientalista se amigó con Lula por el solo hecho de vencer a la “semilla maléfica del bolsonarismo”
La popular ambientalista Marina Silva declaró su apoyo político al exmandatario de cara a las elecciones del próximo 2 de octubre.
Tras una década de estar “enemistados”, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y Marina Silva, reconocida ambientalista, se amigaron nuevamente con el objetivo de vencer a la “semilla maléfica del bolsonarismo” y “su amenaza a la democracia”.
Silva, de 64 años y quien fue candidata presidencial en tres ocasiones, declaró su apoyo político a Lula de cara a las próximas elecciones del 2 de octubre en Brasil, con el fin de vencer la “semilla maléfica del bolsonarismo”.
“Nuestro reencuentro político se da frente a un escenario grave de la vida política. Tenemos la amenaza de las amenazas, una amenaza a nuestra democracia”, afirmó Silva.
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“Esto es una demostración de que la democracia puede ser ejercida incluso cuando hay divergencias puntuales. La democracia es una sociedad en evolución”, remarcó Lula.
Luego de pertenecer más de tres décadas al PT, partido de Lula, Silva abandonó las filas y en 2010 se lanzó a su carrera por la Presidencia, a la que llegó a concurrir en tres ocasiones: dos contra Dilma Rousseff y una contra Fernando Haddad.
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El respaldo de Marina Silva podría aproximar al ex presidente al electorado evangélico, una de las principales bases electorales de Bolsonaro, quien se declara defensor de los valores conservadores, de la familia y contrario al aborto.
Cuestionada sobre el asunto, Silva, quien siempre carga una Biblia, recalcó que Brasil es un Estado laico, “continuación de una reforma protestante”, y no admite un Gobierno teocrático.
“Tenemos una situación compleja en la realidad política: cómo lidiar con una mezcla compleja de fundamentalismo político con fundamentalismo religioso. La mejor forma es tratar a todos los brasileños como ciudadanos”, aseguró.
Y agregó: “El mayor mandamiento de Jesús es el del amor, esa debe ser siempre la orientación de quien profesa la fe cristiana, cualquier cosa que conduzca al camino del odio no es bueno para la democracia”. Silva también restó importancia a las críticas contra el Partido de los Trabajadores y precisó: “Es democracia o barbarie”.
“Nosotros comenzamos en 2003 a implementar la agenda socioambiental. Luego fue debilitada y ahora destruida por el Gobierno de Bolsonaro”, recalcó Silva.