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Una cervecería genera energía limpia quemando “hierro en polvo”

Este proceso no emite carbono y produce un óxido de hierro. La empresa se ha convertido en la primera en utilizar este procedimiento a escala industrial.

Muchas industrias requieren la quema de combustibles fósiles para su funcionamiento. Aunque es una forma eficaz, es poco ecológica. El problema es que esta práctica se ha extendido por años.

Afortunadamente, en la actualidad ha surgido una forma más verde de hacer funcionar a las industrias, generando un impacto mucho menor en el medioambiente.

La cervecería Swinkels, en los Países Bajos, obtiene combustible con polvo de hierro barato y muy fino, que se puede quemar a altas temperaturas, liberando energía a medida que se oxida.

Este proceso no emite carbono y produce un óxido de hierro, que puede ser recogido de manera muy fácil. La empresa se ha convertido en la primera en el mundo en utilizar este procedimiento a escala industrial.

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El sistema que han instalado en conjunto con la Universidad Técnica de Eindhoven les proporciona todo el calor necesario para unos 15 millones de vasos de cerveza al año.

“A través de esta tecnología innovadora, queremos que nuestro proceso de elaboración de cerveza sea menos dependiente de los combustibles fósiles. Seguiremos invirtiendo en esta innovación”, explica Peer Swinkels, CEO de Royal Swinkels Family Brewers.

Ventajas del polvo de hierro

Dentro de las ventajas de este polvo de hierro usado como combustible, están el hecho de que es barato, abundante, fácil de transportar, además de poseer una buena densidad de energía.

Además no necesita ser refrigerado criogénicamente ni pierde energía durante largos periodos de almacenamiento.

Su utilización ha sido tan práctica, que los investigadores piensan darle otro tipo de usos, que vayan más allá del combustible para hacer funcionar a las industrias.

Con agua de baño

La elaboración de cerveza usa mucha agua: desde el riego necesario para cultivar cebada y lúpulo hasta el agua que termina en la botella. Los cerveceros americanos usan un promedio de 7 litros de agua para hacer un litro de cerveza.

Esto ha impulsado a las cervecerías artesanales a pensar en cómo pueden reducir su huella de agua para ser más sostenibles

Una solución con la que algunas cervecerías han experimentado es usar aguas residuales tratadas para hacer cerveza. Así es. Estamos hablando de agua que probablemente estuvo una vez en un baño

Una cervecería canadiense llamada Village Brewery se ha convertido en la última en hacer un lote de cerveza usando este método.

La cervecería de Calgary, Alberta, ha lanzado una cerveza rubia usando aguas residuales municipales tratadas para llamar la atención sobre el tema de la seguridad del agua.

O’Grady ha trabajado con Village Brewery y una empresa de tecnología del agua llamada Xylem Inc. para producir la cerveza.

“Sabe exactamente como un producto estándar. La única diferencia es que en vez de sacar agua del grifo, nos la quitaron a nosotros”, aseguró Christine O’Grady, coordinadora del programa Advancing Canadian Wastewater Assets de la Universidad de Calgary.

Para que las aguas residuales fueran seguras para la elaboración de cerveza, se procesaron en lo que se conoce como una planta de tratamiento de eliminación biológica.

Después de eso, O’Grady dice que hubo pasos adicionales que implicaban la ultrafiltración, la oxidación y la ósmosis inversa. El agua se analizaba para asegurar que no quedaran patógenos y, al final del proceso, estaba tan limpia como el agua del grifo.

“Factor asco”

Los cerveceros dicen que la mayor barrera para que más cervecerías usen aguas residuales tratadas en su cerveza es que los consumidores todavía rechazan la idea. O’Grady llama a esto el “factor asco”. Dice que la gente se asquea con la idea de beber agua residual reciclada.

“Creo que hemos demostrado muy eficazmente que es agua limpia y segura, pero la gente todavía tiene que superar ese obstáculo mental“, aseguró O’Grady

En 2018, un grupo de cerveceros suecos y técnicos en aguas residuales hicieron uno de los primeros lotes de cerveza comercializada utilizando aguas residuales.

Una colaboración de la Cervecería Nya Carnegie, el Instituto Sueco de Investigación Ambiental IVL y Carlsberg Suecia se unieron para producir una pilsner llamada PU:REST con el fin de tratar de superar la aversión pública a beber aguas residuales tratadas más ampliamente (y no sólo en la cerveza).

Como la seguridad del agua se está convirtiendo en un problema creciente en todo el mundo, especialmente en los países sin litoral,

O’Grady espera que este lote de cerveza ayude a crear una mayor conciencia sobre el hecho de que esta tecnología existe y que podemos reutilizar el agua de muchas maneras.

Fecha de publicación: 09/11, 1:29 pm