PUBLICIDAD
Medioambiente

Un estudio revela que la UNLP absorbe todas las emisiones que produce gracias a su propio arbolado

El dato surgió luego de un estudio realizado en diciembre del año pasado, aunque deberá verificarse dentro de cinco años.

Luego de muchos años con el ojo puesto en el trabajo sostenible, la Universidad Nacional de La Plata anunció que ya no contamina debido a su propia arbolada que permite capturar las emisiones generadas.

Si bien el dato surgió luego de un estudio realizado en diciembre del año pasado, sin embargo, deberá verificarse dentro de cinco años. 

En cumplimiento de su responsabilidad ambiental y respondiendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU en 2015 cuando fijó su Agenda 2030, la UNLP alcanzó la neutralidad climática o carbono cero. ¿Qué significa esto? Que con su propio arbolado absorbe la totalidad de las emisiones tóxicas que produce, e incluso parte de las que son producidas por el resto de la comunidad.

Desde ese momento, la casa de estudios platense se fijó una serie de objetivos como, por ejemplo, la necesidad de reducir el impacto generado por sus actividades y promover el manejo y gestión sustentable de sus recursos. 

A su vez, se estableció que en los casos en que no resulte posible la eliminación de las emisiones producidas por el establecimiento, se debe verificar y mensurar la absorción de las mismas a través de sus espacios verdes.

El resultado alcanzado responde a un trabajo impulsado desde la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios de la casa de estudios. Para determinar el grado de contaminación producida, se tomó como medida la denominada “Huella de Carbono”. 

//Mirá también: COP28: instan a triplicar la capacidad de energías renovables para 2030

El titular de la Dirección de Seguridad, Higiene y Desarrollo Sustentable, Andrés Fiandrino, detalló que “la huella de carbono es una de las herramientas más simples, pero a la vez precisa, para conocer cuál es el impacto de nuestra actividad institucional sobre el ambiente”.

“De esta manera se miden los gases efecto invernadero (GEI) emitidos en el accionar diario de la institución, permitiendo conocer con mayor detalle nuestra actividad y así saber en qué rubros estamos emitiendo más GEI”, agregó.

“Esto permite diseñar e implementar políticas concretas para su reducción, así como anticipar la dependencia a las energías fósiles en nuestras actividades”, completó.

Se utilizó para ello la metodología recomendada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) para el cálculo del Carbono fijado. 

Además, se realizó una búsqueda bibliográfica de modelos de biomasa para cada especie, con el fin de aplicar ese modelo y lograr el cálculo de kilogramos de biomasa aérea para cada árbol.

En este sentido, Fiandrino expresó, “la investigación empírica llevada adelante desde la Dirección nos ha permitido contar con datos ciertos que expresan la realidad ambiental de la institución universitaria”.

“Este estudio representa ‘una foto de la situación’; confirmó que la Universidad a esa fecha no contamina, y que debe repetirse a los cinco años, para ver el impacto que las diversas situaciones o cambios que se generan a lo largo de los años”, finalizó.

Fecha de publicación: 04/05, 5:40 pm