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Innovación

Tronador II, el primer cohete argentino que podrá transportar satélites

El vehículo permitirá enviar los satélites a órbita, lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio a partir de medios propios.

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG avanza con la construcción de Tronador II, que es el primer cohete argentino que podrá transportar satélites al espacio, lo que implica lograr la soberanía a partir de medios propios.

El primer vehículo espacial argentino que permitirá colocar en órbita satélites de entre 500 y 750 kilogramos, a una distancia de hasta 600 kilómetros de la Tierra.

En octubre pasado, la CONAE y VENG recibieron financiación para avanzar en el lanzador argentino de satélites Tronador II, construir la nave y realizar las primeras pruebas de motores en 2026.

El desarrollo y la fabricación del Tronador II forma parte del Proyecto Inyector Satelital Para Cargas Útiles Livianas (ISCUL) del programa de Acceso al Espacio de la CONAE, que a su vez se enmarca en el Plan Espacial Nacional. 

En el caso de concretarse, dicho proyecto pondrá a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo lo que implica lograr la soberanía en el acceso al espacio con medios propios y desde el territorio argentino.

En este sentido, el presidente Alberto Fernández remarcó la importancia que tiene Argentina en materia espacial al remarcar que “ser uno de los pocos países que fabrica y pone satélites en órbita nos debe llenar de orgullo”.

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El desarrollo del cohete se realiza en los centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la CONAE en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y otra parte en el CEPI, en la provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.

Es importante para un país tener un lanzador propio. Y como lanzador quiero decir un cohete para lanzar artefactos”, explicó a Infobae el ingeniero Juan Cruz Gallo Subgerente de Segmento de Tierra de la Gerencia de Acceso al Espacio de la CONAE.

Pero cuando estamos hablando de un país como la Argentina que es uno de los pocos con capacidad para construir sus propios satélites, el tener un lanzador se torna algo fundamental y clave. De real importancia”, agregó.

“La Argentina a través de Conae y Arsat, y con empresas privadas y organismos públicos, cuenta hoy con una gran capacidad humana para promover el desarrollo científico y tecnológico en áreas muy importantes”, remarcó.

“Ello generó un ecosistema por ejemplo el fabricar satélites de muy alta calidad o centrales nucleares que luego se exportaron. Yo por ejemplo participé como Jefe de Instrumentos de la Misión SAC-D/Aquarius (2011), en la que Estados Unidos confió cientos de millones de dólares en su instrumento Aquarius que servía para medir desde el espacio la salinidad del mar, a un plataforma satelital argentina, como lo fue el SAC-D”, subrayó.

“La NASA destacó nuestra importante capacidad. Al igual que lo hizo Italia por ejemplo con la constelación SIASGE, que integra una red satelital con aparatos italianos y nuestro dos SAOCOM 1A y 1B”, completó.

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Fecha de publicación: 24/05, 3:11 pm