Investigadores de la UNLP realizan hallazgo en la Antártida para hacer más eficiente el Ibuprofeno
Los científicos descubrieron que el hongo Candida antarctica tiene una serie de propiedades para hacer más eficiente la fabricación del medicamento.
Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de La Plata realizó un gran descubrimiento en la Antártida de cara al futuro próximo y que mejorará el nivel de vida de las personas.
Científicos del Centro de Investigación de Proteínas Vegetales (CIProVe) y el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas Dr. Jorge J. Ronco (Cindeca) hallaron en la Antártida cómo hacer más eficiente el Ibuprofeno.
Tal como se acaba de publicar en la revista Catalyst, reportaron los resultados de un trabajo conjunto sobre el uso de una proteína de la levadura Candida antarctica (un hongo microscópico formado por una sola célula) para hacer más eficiente la fabricación del ibuprofeno.
//Mirá también: La NASA encontró un libro en la superficie de Marte y reveló la imagen
El grupo de trabajo que llevó adelante la investigación está conformado por Laura Briand, Carlos Llerena Suster, María Victoria Toledo,Silvana Matkovic y Susana Morcelle.
El compuesto fue fabricado a partir del fijado de la enzima lipasa B, una proteína de la levadura, sobre un soporte de dióxido de silicio nanoestructurado.
Luego, los investigadores exploraron el rendimiento del biocatalizador con el agregado de diferentes cantidades de sustancias químicas llamadas polioles, para buscar una configuración que resultase más eficiente que los biocatalizadores disponibles en la purificación de ibuprofeno.
“Es un componente que, sin participar de una reacción química, es capaz de acelerar enormemente la velocidad de la misma”, explica el químico Carlos Llerena Suster, investigador del CIProVe y docente de la UNLP.
“Lo fundamental es la presencia de enzimas, que son proteínas cuya función es catalizar reacciones en o para los seres vivos. Estas enzimas pueden estar libres, en agregados, inmovilizadas sobre distintos soportes”, agrega.
Hace más de 5.000 años que las personas usan estos microorganismos para producir alimentos como el pan, pero gracias a la biotecnología también se los aplica en la fabricación de productos químicos y farmacéuticos.
Estos son muy comunes en la naturaleza y se pueden encontrar en diversos ambientes, incluyendo algunos tan extremos como la Antártida.
Cabe destacar que en los últimos años se han identificado numerosas levaduras que adaptaron su metabolismo para proliferar en ambientes fríos y, desde entonces, se exploran cuáles son sus usos potenciales en desarrollos biotecnológicos.