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Syngenta desembolsará u$s 2.000 millones para crear una “agricultura sustentable”: este es su plan

La empresa se comprometió a lanzar dos nuevas tecnologías sostenibles por año y contribuir activamente a enfrentar el cambio climático.

Syngenta, empresa especializada en soluciones para el campo, presentó el segundo capítulo de The Good Growth Plan, bajo el lema “Ayudando a los agricultores a enfrentar el cambio climático”, que consta de cuatro ejes principales que buscarán aumentar la productividad, proteger el medio ambiente, cuidar de los agricultores y capacitarlos en buenas prácticas agrícolas.

La iniciativa tiene una inversión de 2,000 millones de dólares en innovación para una agricultura sostenible a nivel mundial, además de comprometerse a lanzar dos nuevas tecnologías sostenibles por año y contribuir activamente a enfrentar el cambio climático a través de la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero.

El plan

Al igual que su primera versión, Good Growth Plan tendrá objetivos globales que serán alcanzados por acciones regionales, en un plazo de 5 años.

El primer capítulo del programa, presentado en 2013, logró las metas establecidas con un año de anticipación, consiguiendo incrementar 18.8% la productividad de cultivos como maíz, banano y tomate, beneficiando 14.1 millones de hectáreas de tierras de cultivos, ayudando a que la biodiversidad florezca en 8.2 millones de hectáreas y capacitando a 42.2 millones de agricultores en el uso y manejo seguro de productos para la protección de cultivos.

En un evento virtual con presencia de más de 250 actores claves para el sector, Syngenta presentó los resultados de The Good Growth Plan, además de las metas para su segundo capítulo, donde contarán con programas locales que contribuirán a alcanzar los nuevos compromisos e impactarán a los agricultores centroamericanos y del Caribe.

El encuentro con la participación del Dr. Rattan Lal, reconocido Premio Mundial de Alimentación 2020, quien en su conferencia magistral se refirió a la adopción de prácticas agrícolas que ayudan a mitigar el cambio climático y los efectos perjudiciales para el medio ambiente y la producción de alimentos a través de disminuir la huella de carbono que se libera a la atmósfera como resultado de las prácticas de producción agrícola.

Polémica

Un nuevo informe recopiló más de 1.100 estudios científicos que certifican que el glifosato, el agroquímico más popular en el mercado, tiene efectos nocivos para la salud y el ambiente.

Esta recopilación -titulada “Antología Toxicológica del Glifosato +1000” fue recopilada por Eduardo martín Rossi y editado por la ONG Naturaleza de Derechos- reúne casos de todo el mundo. Cabe destacar que más de 200 de esos trabajos son de universidades argentinas.

Actualmente, en la Argentina se utilizan más de 270 millones de litros de glifosato cada año, mientras que los organismos de control no miden la toxicidad crónica del químico y, desde hace décadas, suma denuncias de familias y pueblos que reclaman por los efectos de estas fumigaciones.

Tal como explica Página 12, este estudio vincula el glifosato al cáncer, malformaciones, encefalopatía, autismo y parkinson. Además, se relaciona con mecanismos de fisiopatología celular (promotor el cáncer), apoptosis celular (muerte celular programada), genotoxicidad y trastornos en el sistema endocrino. El tercer capítulo cita estudios de glifosato y su afectación en los sistemas reproductivo, inmunitario, digestivo, nervioso, renal y cardiovascular.

Bayer-Monsanto es uno de los principales actores de este ecosistema.

Caso local

En Argentina se aplica glifosato en más de 28 millones de hectáreas. Los campos de soja, maíz y algodón son rociados con el herbicida para que nada crezca, salvo los transgénicos. También se utiliza en cítricos, frutales de pepita (manzana, pera, membrillo), vid, yerba mate, girasol, pasturas, pinos y trigo. 

A partir del avance transgénico, aumentó geométricamente el uso del glifosato, desarrollado y comercializado inicialmente por Monsanto desde la década del 70, aunque en el 2000 se venció la licencia. 

Entre las empresas que comercializan glifosato en Argentina figuran Bayer-Monsanto, Syngenta, Red Surcos, Atanor, Asociación de Cooperativas Argentinas, Nufram, Agrofina, Nidera, DuPont, YPF y Dow. 

No existen datos oficiales de cantidades de uso, pero la ONG Naturaleza de Derechos utilizó las cifras de las empresas: en 2018 se utilizaron unos 270 millones de litros. En 1996, cuando se aprobó la primera soja transgénica de Monsanto, se utilizan 50 millones de litros.

Asimismo, no son públicos los estudios del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) que clasifican al glifosato como de “baja toxicidad”. Tampoco se tienen en cuenta los efectos crónicos (en largos periodos de tiempo).

Fecha de publicación: 10/11, 3:22 pm