Sergio Federovisky, sobre la venta de la Costanera porteña: “A CABA la moldea la especulación inmobiliaria”
El viceministro de Ambiente de la Nación se refirió al proyecto de IRSA de construir edificios de lujo y, de esta manera, “obturar cualquier chance de recuperar el Río de la Plata”.
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires confirmó el fallo con el que se declaró la inconstitucionalidad de la ley que autorizaba la venta del predio de Costa Salguero, donde IRSA busca construir un conglomerado de edificios de lujo.
Tras conocerse el fallo, Gabriela Cerruti, la vocera oficial del Gobierno nacional, que es también una de las impulsoras del amparo presentado contra la ley cuestionada, escribió en su cuenta de Twitter: “El Río no se Vende!!!! La Cámara volvió a darnos la razón… y ratificó que es inconstitucional la ley por la cual intentaron vender el predio de Costa Salguero para construir un barrio de lujo”.
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A pocos días de la noticia, Economía Sustentable se comunicó con Sergio Federovisky, el viceministro de Ambiente de Nación, para saber más acerca del tema. “Hay dos dimensiones del hecho: una más jurídica y la otra, que es la que más me importa, que es la política ambiental porque obtura cualquier chance de recuperar el Río de la Plata”, explica uno de los máximos referente del país en material ambiental.
Federovisky, amplia: “Esta es una discusión entre tener o no tener el Río de la Plata para el uso de los y las porteñas. El progresivo alejamiento de la costa provoca que el río como tal desaparezca y quede imposibilitada la chance de convertirse el espacio en un lugar de paseo”.
Pero, “además se lo convierte en una postal para aquel que tiene la posibilidad de vivir en una torre de lujo”, en referencia al objetivo final de IRSA, la empresa constructora que busca convertir un espacio público de todos los porteños en edificios que solo puedan habitar las personas adineradas.
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El convenio urbanístico que obtuvo en su momento un aval legislativo contemplaba un cambio en las normas que rigen los suelos del predio de 71 hectáreas de la Costanera Sur, donde se iba a levantar la Ciudad Deportiva Boca Juniors y que pertenece a IRSA, ya que habilita la construcción de torres de hasta 145 metros de altura.
Si IRSA accede a la construcción de torres, reitera Federovisky, “no solo se convierte en una postal para aquel que tiene la posibilidad de vivir en una torre, sino también en una connotación ambiental muy fuerte porque la franja costera está contaminada y será imposible recuperar esa parte del río si cada vez está más lejos”.
Estos terrenos -cabe señalar- fueron adquiridos por IRSA en 1997 por 51 millones de dólares: algo así como 200 dólares el metro cuadrado, solo de la superficie edificable. Ahora, con la rezonificación que busca la Ciudad, el precio de la tierra pasará a valer 1.600 millones de dólares más: esto significa 32 veces los 50 millones de dólares que desempolvó IRSA hace 24 años. Sin embargo, aclara Federovisky, “acá la responsabilidad es del Estado -de CABA-, que determina quién tiene acceso a la costa y quién no”.
Solución deseada
“Tenés una solución tecnológica y otra política: la primera, hay que descontaminar y poner plantas de tratamiento. Y la segunda, que es la política, cómo a alguien le va a interesar tomar esta medida si no podés acceder al río como, por ejemplo, sí hacen en Montevideo, Uruguay”, explica Federovisky.
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“Ellos (los uruguayos) tienen acceso al mismo río que nosotros y también tenían un proceso de contaminación altísimo y el proceso de recuperación del mismo se dio a través de la política. Ahora, las personas pueden acceder al río, a la playa”, argumenta.
La importancia del acceso al río
“Es determinante la importancia de los porteños sobre este espacio: hace 50 años, por lo menos, que está prohibido bañarse en el Río de la Plata y lo naturalizamos. Previo a esta situación actual, Buenos Aires era una ciudad con costa. Hoy en día, podríamos ser como Barcelona, Lisboa o cualquier ciudad centroamericana”, justifica.
El megaproyecto de IRSA contempla la construcción de torres, centros comerciales y oficinas. Por este motivo, Federovisky, indica: “El proceso privatizador de la costa favorecería solo a los sectores de mejor poder adquisitivo y que no necesitan que el río esté limpio. Solo con tener la vista libre, les alcanza”. Y remarca: “En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el bien público está capturado por los sectores de mejor poder adquisitivo”.
Como cierre, la pregunta que se hace Federovisky es, “¿Quién moldea la Ciudad? Si la moldea la especulación inmobiliaria o el Gobierno”, y concluye: “En CABA, es clarísimo quién la moldea”.