Qué son los techos verdes y por qué son un aliado en la lucha contra el cambio climático
Desde la gestión del agua de lluvia hasta la reducción del calor, estos transforman las ciudades con distintos beneficios.
Los vemos con mayor frecuencia. Poco a poco, los techos verdes se están convirtiendo en una parte integral del paisaje urbano. Dependiendo del barrio, es posible encontrar edificios cubiertos de vegetación exuberante, donde mariposas revolotean y algún que otro insecto se posa en las hojas.
Además del valor estético, las azoteas verdes actúan como un poderoso aliado contra las inundaciones y el calor urbano. Esta es la magia de los techos verdes, una alternativa que promete transformar nuestras ciudades y mejorar nuestra calidad de vida.
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Qué son los techos verdes y qué otro nombre reciben
También conocidos como techos vivos, son sistemas de vegetación instalados sobre la superficie de edificios y casas. Sí, embellecen las ciudades y rompen con el gris monótono del asfalto, pero, sobre todo, ofrecen numerosos beneficios prácticos y ecológicos.
Santiago Stancanelli, especialista del Instituto de Floricultura del INTA Castelar, explica que estas cubiertas funcionan como esponjas naturales, absorbiendo el agua de lluvia y ralentizando su escurrimiento hacia los desagües pluviales, reduciendo así el riesgo de inundaciones.
Las ventajas no terminan ahí: promueven la biodiversidad, mejoran la calidad del aire, reducen las temperaturas (ayudando a mitigar el efecto ‘isla de calor’ en las grandes ciudades que acumulan temperatura) y ofrecen espacios recreativos.
Adoptar esta innovadora solución es un paso crucial hacia ciudades más resilientes, saludables y en armonía con el entorno natural. Es hora de mirar hacia arriba y descubrir el increíble potencial de los techos verdes.
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Cómo se construyen los techos verdes
Construir un techo verde requiere un enfoque interdisciplinario. Según Damián Sisaro, investigador del Instituto de Floricultura del INTA, la estructura se compone de una serie de capas:
- Capa base: una membrana impermeable que impide el paso del agua hacia el interior del edificio.
- Sistema de drenaje: compuesto por materiales como piedra pómez o membranas plásticas perforadas, que permite el escurrimiento del exceso de agua.
- Membrana geotextil anti-raíz: separa el drenaje del sustrato, evitando la obstrucción con partículas y raíces.
- Capa de sustrato: una mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos donde crecen las plantas.
- Capa de vegetación: dependiendo del tipo de techo verde, se seleccionan plantas adecuadas al clima y a los requerimientos del sistema.
Cuáles son los distintos tipos de techos verdes
Los techos verdes, según sus características y requerimientos, se dividen en intensivos y extensivos.
Los techos intensivos pueden describirse como “jardines en las alturas”. En tu propio techo, se pueden cultivar una variedad de plantas, desde césped y herbáceas hasta pequeños arbustos. Estos techos requieren un mantenimiento similar al de un jardín convencional, incluyendo riego, poda y fertilización.
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Están diseñados para ser accesibles y transitables, convirtiéndose en espacios verdes donde se puede pasear y realizar eventos sociales. Para mantener este tipo de techo, se necesita un sustrato profundo y un sistema de riego adecuado para asegurar la salud de las plantas.
Por otro lado, los techos extensivos son la opción ideal si buscas una solución de bajo mantenimiento que también ofrezca beneficios ecológicos. Este tipo de techo está cubierto con plantas resistentes que requieren poca agua y nutrientes.
Una vez que la vegetación se establece, la intervención humana es mínima, permitiendo que la naturaleza siga su curso.
Estos techos no están diseñados para ser transitados, pero son eficaces en la absorción del agua de lluvia y la mejora del aislamiento térmico del edificio. El sustrato utilizado es menos profundo y, generalmente, no se necesita un sistema de riego permanente, solo un poco de agua durante la fase inicial de instalación.