Por qué las misiones espaciales contaminan cada vez más la atmósfera terrestre
La atmósfera terrestre es una capa fundamental para la supervivencia de los seres vivos en la superficie, no solo por el efecto protector de las temperaturas en la superficie.
Un nuevo estudio determinó que la ambición de la ciencia por descubrir qué hay en el espacio cada vez contamina más la atmósfera terrestre, según distintos cálculos.
Cabe destacar que la atmósfera terrestre es una capa fundamental para la supervivencia de los seres vivos en la superficie. Además del efecto protector, también evita variaciones importantes de temperatura entre el día y la noche, que serían insoportables para los humanos.
Esto se debe a que los objetos que son enviados al espacio y luego caen de regreso a la Tierra van dejando una gran huella de restos metálicos de diversos tamaños.
Cada año caen entre 200 y 300 satélites o sondas enviadas al espacio por el hombre, a pesar de que la mayoría de los objetos tienen una esperanza de vida del orden de cientos de años.
//Mirá también: Descubrieron un planeta similar a la Tierra y es el más cercano hasta el momento
Cuando estos objetos reingresan a la atmósfera, el paso por las altas temperaturas que se dan en la parte superior de la estratosfera no es suficiente para que las partículas metálicas se vaporicen y desaparezcan.
Por lo tanto, se sabe que aproximadamente el 10% de las partículas de aerosoles de la estratosfera están contaminadas con metales utilizados en la construcción de vehículos espaciales.
Los científicos responsables de este estudio solo pudieron recopilar datos de dos formas: ya sea mediante el uso de satélites o de aviones específicamente preparados para volar a gran altura.
Se sabe que en la próxima década el número de satélites en órbita podría triplicarse y, en el caso de eso suceder, las partículas contaminadas serán mucho más representativas.
Esto puede afectar de alguna manera la capacidad de difusión y absorción que son características de la estratosfera. Además, podría tener consecuencias aún no cuantificadas en la vida terrestre.