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Cómo funciona

Moda circular: con este emprendimiento la hija de Julián Weich ya conquista Barcelona

Iara Weich y Julieta Alalu, las fundadoras de Bunker, le dan una segunda oportunidad a la ropa y al planeta comprando y vendiendo ropa usada.

Las decisiones de compra de los consumidores, especialmente de las generaciones más jóvenes, se caracterizan cada vez más por un fuerte compromiso con la sostenibilidad y, frente al concepto de moda rápida y de consumo desmedido, el movimiento de la moda circular va ganando terreno.

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En este contexto, aún incipiente en Argentina, se encuentran Iara Weich – la hija de Julián- y Julieta Alalu, liderando Bunker Buenos Aires, un emprendimiento de compra y venta de ropa de segunda mano en barrio de Palermo que próximamente estará inaugurando sucursal en Barcelona.

Iara Weich – la hija de Julián- y Julieta Alalu, lideran Bunker Buenos Aires.

La moda circular no se perfila como una tendencia pasajera, sino un cambio en la forma en que concebimos la moda y su impacto en el medio ambiente. Se trata de un movimiento global que busca fomentar la reutilización, prolongando así el ciclo de vida de las prendas. En lugar de descartar la ropa después de poco uso, la moda circular promueve la compra y venta de prendas de segunda mano, así como la reparación y el reciclaje de textiles.

Más que moda circular

Los orígenes de Bunker se remontan al año 2016, cuando Alalu, recibió de su tía una valija llena de ropa en perfecto estado. Decidió organizar en su casa una feria para venderlas y no le quedó nada.

Frente al éxito de aquella primera venta, Alalu, que de profesión es publicista, empezó a realizar una investigación de mercado y donde iba realizaba un cuestionario para comprobar si la gente se animaría a comprar o vender ropa usada y, en todo caso, de qué tipo. Los resultados eran favorables para el medioambiente y la rueda Bunker empezó a girar.

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Una profunda conciencia sobre los desafíos ambientales que enfrenta el planeta motivó a Weich a asociarse con su amiga para sumarse a Bunker y juntas elevar el negocio de compra y venta de prendas de segunda mano. Arrancaron poniendo un showroom en Colegiales y luego llegó el local de tres pisos palermitano.

Los orígenes de Bunker se remontan al año 2016, cuando Alalu, recibió de su tía una valija llena de ropa en perfecto estado.

“Cuando empezamos, hace 8 años, para algunos era impensado consumir ropa de segunda mano y hasta estaba mal visto. Hoy esto cambió, ahora el que elige sumarse a la moda circular no lo hace solamente por una cuestión económica, sino también por una elección de vida, por la búsqueda de nuevos hábitos de consumo para cuidar al planeta y sus recursos así como también el deseo de tener algo distinto y original”, señaló Weich, la hija mayor de Julián Weich, el reconocido actor y conductor de televisión.

Bunker no es la primera experiencia de Weich ligada a la sustentabilidad y el impacto social. Antes, trabajó en Conciencia, una marca de alimentos creada por su padre y que dona el 50% de los dividendos a TECHO, a la Fundación Huésped, Ruta 40 y la Cooperadora del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

“Una frase que aprendí trabajando en Conciencia que me gusta mucho, que no es propia, es que no se trata de ser la mejor empresa del mundo, sino de ser la mejor empresa para el mundo”, señala.

Este año, adelanta, Weich, estarán abriendo una sucursal de Bunker en Barcelona (España) con una amiga más que se estaría sumando a la sociedad y que vive allí. “En Europa el second hand está más instalado que acá, pero nosotras entendemos que tenemos una propuesta de valor distinta que allí no se ofrece y es la cuidada elección de la ropa”

¿Cómo funciona Búnker Buenos Aires?

Antes de llegar a los percheros de Bunker, las prendas que compran atraviesan un exhaustivo proceso de control. Cada una es cuidadosamente seleccionada en función de su calidad y estado; en su mayoría de primeras marcas.

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“El trabajo de curaduría es muestro principal diferencial. Somos muy exigentes a la hora de elegir las prendas porque nuestro objetivo es que sientas que las prendas están como nuevas, aunque sepas que son usadas. Por eso no aceptamos ropa con agujeros, roturas, manchas, decoloradas, con malos olores, ni con las famosas bolitas que se le hace la ropa”, detalla Weich. Las prendas -agrega la emprendedora- son tanto para mujeres como para hombres para todos los estilos y todas las edades.

“La ropa de Argentina, no puedo entender por qué, es de la más cara del mundo y en contraste, creo que Bunker entonces está haciendo la diferencia porque al vender tu ropa recibís una ayuda económica y, otro lado, te da la posibilidad de acceder a ropa de marca que para muchos es inaccesible y a un precio hasta un 50% menor y quizás más en prendas como tapados, camperas y zapatillas, explica.

Con el objetivo de llegar a más personas y a todo el país, Bunker, además, tiene su propia tienda digital y para la zona AMBA, tienen servicio de delivery de modo que quien quiera vender su ropa no necesita acercarse al local, sino que con un auto, personal de la empresa pasa a cotizar y a retirarla.

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Antes de llegar a los percheros de Bunker, las prendas que compran atraviesan un exhaustivo proceso de control.

Pero más allá de las ventajas económicas que Bunker ofrece tanto a compradores como a vendedores, Weich remarca el valor que tiene el emprendimiento de darle una segunda oportunidad de a las prendas, teniendo en cuenta que la industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta: se estima, dice un informe de la ONU del 2019, que es la responsable del 10% de las emisiones globales de carbono, superando incluso a la industria del transporte marítimo y aéreo juntas.

Por eso, Bunker Buenos Aires es clave. Porque tanto el trabajo de Iara Weich y Alalu como el de otros defensores de la moda circular desafían las normas de la industria contaminante y ofrecen un camino hacia un futuro más consciente y sostenible.

Fuente: iProfesional

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Fecha de publicación: 22/05, 6:31 pm