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¿Y ahora?

Microplásticos en la sal: cómo llegan a la mesa y por qué es un problema creciente

Un estudio detectó la presencia de partículas de plástico en la sal de mesa. Cómo se contaminan durante su producción.

La contaminación por microplásticos se volvió cada vez más frecuente y preocupante, especialmente por sus posibles efectos sobre la salud humana. Estas diminutas partículas -de menos de 5 milímetros- son prácticamente invisibles al ojo humano, pero su presencia fue confirmada en numerosos productos cotidianos, incluida la sal de mesa. Un nuevo estudio realizado sobre 13 marcas europeas detectó microplásticos en todas ellas, lo que evidencia la facilidad con la que estas partículas ingresan al cuerpo humano a través de los alimentos.

La contaminación por microplásticos en la sal es un tema cada vez más preocupante

Se estima que cada kilogramo de sal contiene en promedio unos 500 fragmentos de plástico. Teniendo en cuenta que una persona puede consumir entre 6 y 18 gramos de sal al día, la ingesta diaria de microplásticos oscilaría entre 3 y 9 partículas. Pero, ¿cómo se contaminan las sales que llegan a nuestra mesa?

El proceso de producción de la sal

La sal marina se obtiene mediante la evaporación del agua en grandes tanques poco profundos, donde el sol y el viento facilitan que la sal precipite y se acumule en el fondo. Luego se recolecta, se apila para eliminar la humedad, y se somete a un proceso de lavado, molienda y envasado.

Durante todas estas etapas, la sal queda expuesta a posibles fuentes de contaminación. La calidad del agua utilizada es clave, ya que los océanos contienen cada vez más residuos plásticos. Además, el ambiente en el que se procesa -a cielo abierto o cubierto, cerca o lejos de la costa- también incide directamente en el nivel de exposición a microplásticos.

Estas partículas pueden tener dos orígenes: los microplásticos primarios, que provienen de productos como exfoliantes, cosméticos, artículos de limpieza o insumos industriales; y los microplásticos secundarios, que resultan de la degradación de objetos plásticos más grandes. Ambos tipos terminan dispersándose en el agua, el suelo o incluso el aire.

Contaminación por aire y agua: una amenaza doble en la sal

Tradicionalmente se atribuía la presencia de microplásticos en la sal solo al agua marina utilizada en su producción. Sin embargo, estudios recientes realizados en salinas de distintas regiones demostraron que el viento también juega un papel clave. Incluso en zonas donde se utiliza agua de manantial libre de contaminación, se detectaron partículas plásticas en la sal final, lo que sugiere una contaminación atmosférica durante el secado y procesamiento.

Por cada kilo de sal, se supone que hay 500 fragmentos de microplásticos

Las salinas costeras, especialmente las cercanas a zonas urbanas o expuestas a aguas residuales, son las más afectadas. En cambio, las situadas en áreas protegidas o alejadas del mar tienden a mostrar menores concentraciones de microplásticos.

Frente a este panorama, los expertos subrayan la necesidad de investigar más a fondo cada etapa del proceso de producción de sal, con el fin de identificar los puntos críticos de contaminación y reducir su impacto. Garantizar la seguridad alimentaria y la pureza de un insumo básico como la sal exige un mayor control y monitoreo a lo largo de toda la cadena.

Fecha de publicación: 16/07, 9:01 am