Más de 100 muertos por las inundaciones en Texas: entre las víctimas, dos hermanas encontradas tomadas de la mano
El condado de Kerr, el más afectado por el desastre, reportó 84 fallecidos, según el último parte del sheriff local.
Mientras continúan las labores de búsqueda tras las inundaciones repentinas que azotaron Texas el pasado viernes, el número de víctimas fatales superó los 100 muertos este lunes. Entre ellos se encuentran 27 niñas, incluidas dos hermanas cuyos cuerpos fueron hallados juntos, aún tomadas de la mano, en una imagen que conmovió a todo el país.
El condado de Kerr, el más afectado por el desastre, reportó 84 fallecidos, según el último parte del sheriff local: 56 adultos y 28 menores. A estas cifras se suman al menos 17 muertes adicionales en otras regiones del estado. Las intensas lluvias continúan cayendo sobre terrenos ya saturados, lo que dificulta el trabajo de los rescatistas, que se valen de helicópteros, botes y equipos terrestres. Las autoridades no descartan que el número de víctimas siga aumentando.
Desde la Casa Blanca se informó que el presidente Donald Trump viajará a Texas este viernes, en medio de las críticas por los recortes presupuestarios a agencias meteorológicas, que algunos consideran responsables de la debilidad en los sistemas de alerta temprana. Trump desestimó esas acusaciones.
La tragedia de las hermanas Harber
A medida que pasan los días, emergen historias personales detrás de las cifras. Una de las más conmovedoras es la de Blair y Brooke Harber, dos hermanas de 13 y 11 años oriundas de Dallas, que fueron encontradas muertas y abrazadas a 25 kilómetros del lugar donde se alojaban.
La familia Harber se encontraba de vacaciones en Casa Bonita, una comunidad cerrada en la ciudad de Hunt. Los padres dormían en una cabaña, mientras que las niñas compartían otra con sus abuelos maternos. Según relató Jennifer Harber, tía de las niñas, todo ocurrió alrededor de las 3:30 de la madrugada, cuando RJ Harber, el padre, se despertó con el agua entrando en su cabaña.
Afuera, la lluvia era tan intensa que apenas se escuchaban los sonidos del agua filtrándose. En ese momento, Brooke envió un mensaje de texto a su padre y a sus abuelos: “Los amo”. Desesperados, RJ y su esposa, Annie, rompieron una ventana e intentaron llegar hasta la otra cabaña, pero la corriente los arrastró. Pidieron prestado un kayak a un vecino, pero el agua estaba demasiado agitada y debieron ser rescatados junto a otras cinco personas. Las niñas fueron halladas 12 horas después, tomadas de la mano, en una escena que fue descrita por su tía como profundamente dolorosa. Los abuelos aún permanecen desaparecidos.
