Los accionistas de Shell rechazaron fijar objetivos climáticos más ambiciosos
Consideran que será necesario seguir invirtiendo en petróleo y gas para satisfacer la demanda energética global durante la transición energética.
Los accionistas de Shell rechazaron el martes una resolución presentada por un grupo de inversores que instaba a la empresa energética a fijar objetivos climáticos más ambiciosos. La propuesta, impulsada por el accionista activista Follow This y respaldada por un grupo de 27 inversores que gestionan alrededor de 4 billones de dólares, recibió solo un 18,6% de apoyo en los resultados preliminares.
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El presidente ejecutivo de Shell, Wael Sawan, había debilitado en marzo un objetivo de reducción de emisiones de carbono para 2030, citando las expectativas de una fuerte demanda de gas y la incertidumbre en la transición energética. Sawan y el presidente del directorio, Andrew Mackenzie, defendieron la postura de la empresa, argumentando que “el mundo necesitará más gas natural licuado (GNL) durante la transición energética y que el petróleo desempeñará un papel vital durante mucho tiempo”, según obtuvo al agencia de noticias Reuters.
Durante la junta general anual, Mackenzie afirmó que “Shell cree que será necesario seguir invirtiendo en petróleo y gas” para satisfacer la demanda energética global. La propuesta del consejo de Shell sobre su estrategia climática obtuvo un 78,2% de apoyo de los accionistas.
Protestas contra Shell
La reunión fue interrumpida en varias ocasiones por manifestantes que protestaban contra el cambio climático al grito de “Shell mata”, reflejando el creciente descontento público. Las protestas también se extendieron fuera de la asamblea.
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La resolución rechazada instaba a Shell a alinear sus objetivos de reducción de emisiones de carbono a medio plazo con el Acuerdo sobre el Clima de París, incluyendo las emisiones de los combustibles quemados por los consumidores, conocidas como emisiones de Alcance 3. Estas emisiones representan alrededor del 95% de la contaminación por gases de efecto invernadero de la empresa.
El directorio de Shell había instado a los inversores a oponerse a la moción, argumentando que “va en contra tanto de la buena gobernanza como de los intereses de los accionistas, y además tiene consecuencias negativas para nuestros clientes”.
Los científicos advierten que el mundo debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en torno a un 43% para 2030, respecto de los niveles de 2019, para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
