Las “claves” para fusionar la acción climática con la política fiscal
Tanto en Argentina como en el resto de los países de la región, los gobiernos debaten estrategias en un contexto de crecimiento económico y espacio fiscal limitado. ¿Se puede avanzar hacia una economía sostenible?
La integración climática en la planificación económica, financiera y fiscal; la movilización de recursos para proyectos sostenibles y la coordinación de esfuerzos entre distintos agentes, incluido el sector privado, son parte de la agenda económica de América latina para responder eficazmente a los retos socioambientales.
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Se trata de un conjunto de medidas que están siendo analizadas por funcionarios de cada país de la región que ocupan puestos importantes en las áreas de finanzas.
En este marco, la Argentina también se encuentra abordando estos planteos que se consideran “clave” en el diseño e implementación de políticas y herramientas para la acción climática tanto en el país como en el resto de Latinoamérica y el Caribe.
Como el resto de los países latinoamericanos, se estudian medidas que permitan al Ministerio de Economía entender mejor los instrumentos de precios al carbono; estimación de esos valores; gestión de impuestos ambientales e impuestos al carbono; política de subsidios a combustibles fósiles; política arancelaria e incentivos fiscales a sectores críticos para la transición hacia economías descarbonizadas.
También, la asistencia técnica para el desarrollo de estrategias de financiamiento climático; estructuración de operaciones de financiamiento en el mercado de capitales (tales como bonos verdes o sostenibles), y mejora del marco regulatorio para coadyuvar a una mayor participación del sector privado en los procesos de descarbonización de las economías.
En este contexto, una delegación de funcionarios del Ministerio de Economía, a cargo de Santiago Caputo participó hace unas semanas de un encuentro de Ministerios de Finanzas, Bancos Centrales y expertos nacionales e internacionales que se llevó a cabo en Brasilia.
La reunión en la capital de Brasil se llevó a cabo entre el 10 y 11 de junio pasado y el objetivo fue discutir estrategias, acciones, herramientas y desafíos en un contexto de crecimiento económico y espacio fiscal limitado junto con una alta vulnerabilidad climática para avanzar hacia una economía productiva, sostenible y equitativa.
La conferencia fue coorganizada por C3A, el Banco Mundial, con el Ministerio de Finanzas de Brasil y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con el apoyo del programa Euroclima.
El evento reunió a una red de expertos, científicos, líderes económicos regionales y profesionales que abordaron los retos que plantea la transición hacia prácticas sostenibles en un contexto macroeconómico mundial y regional difícil.
Al respecto, Santiago Lorenzo, Jefe de la Unidad de Cambio Climático de la CEPAL, explicó que el encuentro mostró “una necesidad urgente de desarrollar respuestas coordinadas y estratégicas al limitado espacio fiscal de la región y a los significativos desafíos estructurales e institucionales”.
Gestión complicada en materia de acción climática
En el evento se puso de relieve la alta incidencia de fenómenos meteorológicos extremos que afectan a la región debido a su diversidad biológica y a su situación geográfica.
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Para los funcionarios, esto exige respuestas rápidas y eficaces para minimizar los efectos negativos en las comunidades y economías locales.
Los participantes examinaron además cómo los retos estructurales, la limitada capacidad de respuesta institucional y la dependencia de sectores altamente contaminantes, complican la gestión del cambio climático.
Los debates hicieron hincapié en el fortalecimiento de las instituciones públicas, la mejora de las capacidades técnicas y la asignación de recursos financieros para la aplicación, el seguimiento y la evaluación de las políticas climáticas. También se subrayó la importancia de la cooperación internacional para abordar conjuntamente estos retos.
Una cuestión crítica que se debatió fue la dificultad de acceder a la financiación mundial para el clima, agravada por las asimetrías en el acceso a los instrumentos financieros y las limitaciones presupuestarias.
En este sentido, se subrayaron como temas urgentes a resolver la necesidad de nuevos marcos reguladores y arquitecturas financieras innovadoras para integrar los fondos internacionales públicos y privados.
También se mencionó la importancia de alinear las agendas de cambio climático con las acciones de los gobiernos locales y los mecanismos financieros para garantizar una aplicación eficaz de las políticas.
En algunos paneles se recordó que varios países de la región, como la Argentina, vienen implementando políticas para abordar el cambio climático y la transición climática con instrumentos como la emisión de bonos verdes y/o sostenibles, la diversificación de la matriz energética y la creación de fondos para movilizar recursos para proyectos sostenibles.
Crear capacidad y conocimiento, clave
Los debates sobre nuevos instrumentos financieros para el clima y la naturaleza marcaron otro momento relevante del evento, haciendo hincapié en la alineación de los objetivos medioambientales y financieros para la sostenibilidad a largo plazo.
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En este sentido, se reconoció la falta generalizada de conocimientos sobre el alcance macroeconómico del cambio climático y sus implicaciones y se destacó la necesidad de mejorar la oferta de investigaciones y estudios especializados en la región.
Las presentaciones sobre escenarios climáticos y herramientas de modelización mostraron que, si bien la transición a una economía baja en carbono puede ser cara, los costos a largo plazo de la inacción serían aún mayores.
Por ese motivo, Etienne Espagne, codirector del Programa C3A, advirtió que “para tomar decisiones informadas que conjuguen los resultados socioeconómicos con los objetivos climáticos, los Ministerios de Hacienda necesitan herramientas analíticas avanzadas teniendo en cuenta que es hora de innovar nuestro enfoque de análisis de la política climática”.
Otra conclusión importante de la conferencia fue la necesidad de hacer coincidir los plazos del mundo académico con los de los responsables de la toma de decisiones, creando al mismo tiempo capacidad y conocimientos en los ministerios para crear políticas públicas eficaces que equilibren tanto la mitigación como la adaptación a la crisis climática y sus impactos.
Acciones integrales, según CEPAL
A manera de cierre, la conferencia ilustró sobre la preferencia por un enfoque integrado que combine políticas eficaces, innovación financiera y una sólida cooperación entre el mundo académico, los gobiernos y el sector privado.
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“Este enfoque contribuye a que las estrategias climáticas sean eficaces y equitativas, abordando las necesidades económicas tanto inmediatas como a largo plazo en la lucha contra la crisis climática”, asegura un informe de la CEPAL en el que se muestra un resumen del encuentro.
En igual sentido, se subrayó la urgencia de que los Ministerios de Finanzas de la región “emprendan acciones integrales, incluyendo la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los ecosistemas”.
Para la CEPAL, estos esfuerzos deben coordinarse a nivel nacional e internacional para hacer frente a los desafíos del cambio climático y deben considerar modelos de escenarios adaptados a las características económicas y estructurales de cada país.
De esta forma, el evento concluyó con un llamamiento a la acción para reforzar la cooperación internacional, mejorar la comprensión de la interdependencia entre las esferas real y financiera, y desarrollar soluciones estructurales adecuadas para abordar tanto la crisis climática como la desigualdad social y económica en la región.
Navegando por la transición climática
Un informe anterior del organismo regional dependiente de las Naciones Unidas sobre el papel fundamental de los ministerios de finanzas en el desarrollo sostenible hace referencia a otro encuentro de funcionarios con el Banco Mundial, la Coalición para la Capacidad de Acción Climática (C3A) y la CEPAL, con el apoyo del programa Euroclima, en el que exploró el papel de los Ministerios de Finanzas en este contexto.
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“Los ministerios de Finanzas pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a la acción climática. A través de las diversas herramientas de política fiscal a su disposición, pueden unir esfuerzos con otras áreas del gobierno para crear economías resilientes al clima y sentar las bases de una estrategia de desarrollo sostenible”, detallaba el documento de presentación de la cumbre.
Agregaba que la transición hacia una economía baja en carbono es un proceso de transformación complejo y multidimensional que implica varias oportunidades y riesgos.
Además, tiene lugar en un contexto macroeconómico internacional de bajo crecimiento, potencialmente alta inestabilidad financiera y mayor incertidumbre geopolítica que limita las opciones de políticas que los países pueden aprovechar.
Para la CEPAL, “los Ministerios de Finanzas pueden contribuir a reducir estos riesgos y aprovechar las oportunidades combinando inversión pública, política tributaria, gestión de deuda y herramientas de financiamiento climático y apoyando a otras áreas del gobierno en el desarrollo de políticas sociales, de innovación y relacionadas con la naturaleza específicas”.
Pero advertía sobre la necesidad de que cuenten con herramientas analíticas que apoyen sus procesos de toma de decisiones y recordaba que las propuestas de políticas económicas y climáticas deben evaluarse en función de la eficacia y la eficiencia para lograr sus objetivos climáticos y naturales y las consecuencias socioeconómicas relacionadas, junto con la capacidad de las finanzas públicas para abordar estos desafíos sin poner en peligro la estabilidad macrofinanciera.
Cuestiones “centrales” que marca CEPAL
En el paper se detallaban los temas mías importantes que hacen al rol de los organismos de políticas financieras de cada país y se los resumía como:
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- Los Ministerios de Finanzas comparten sus principales preguntas de política sobre el cambio climático y una transición justa hacia una economía baja en carbono.
- Comprenden mejor las soluciones analíticas existentes y cómo las nuevas herramientas analíticas climáticas podrían abordar las cuestiones de política planteadas.
- C3A incorpora demandas de los Ministerios de Hacienda en su paquete de herramientas analíticas.
- Desempeñan un rol en la respuesta de los gobiernos al cambio climático. Por un lado, pueden ayudar a los países a mejor gestionar los riesgos de los desastres naturales y de la transición energética en las cuentas públicas. Por otro, a través de la tributación y de las políticas de gasto público, pueden influenciar la decisión de los agentes económicos y promover una transición justa y sostenible hacia economías de emisiones netas cero.
Impulsar la acción climática
Para la CEPAL también es importante que los ministerios puedan coordinar políticas, intercambiar experiencias y crear una agenda de conocimiento conjunta para cerrar brechas de información y desarrollar mejores prácticas adaptadas a su contexto.
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Es por eso que en agosto de 2022 se lanzó la Plataforma Regional de Cambio Climático de los Ministerios de Hacienda, Economía, y Finanzas de América Latina y el Caribe en República Dominicana.
El instrumento cuenta con la participación de 21 países de la región, incluyendo a la Argentina, y busca ayudar a impulsar la acción climática en los ministerios de finanzas de modo transversal y dentro de una perspectiva de cooperación Sur-Sur, en respuesta a la solicitud que los Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hicieron durante la Asamblea Anual del BID en Barranquilla 2021.
El desafío es poner en marcha este nuevo mecanismo sobre un conjunto de principios de trabajo basados en la participación de los países miembros, la movilización de recursos humanos y financieros en apoyo a los ministerios de economía y finanzas (MEF), la focalización regional de una agenda de transversalización práctica, y la apropiación por parte de los países de la agenda de trabajo.
Cambio climático y política fiscal
El combo de comprender los argumentos para el cuidado del medio ambiente con incorporar esos movimientos con la gestión tributaria es otro factor que, según la CEPAL, requiere una comprensión más integral y holística de cómo el cambio climático incide en las áreas de intervención y en los mandatos de los ministerios de economía y finanzas.
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De todos modos aclara que “no todos los países cuentan con las mismas capacidades y tampoco enfrentan los mismos desafíos. Por lo tanto, es necesario identificar agendas climáticas propias, impulsadas por las dimensiones económicas y sociales, que permitan generar capacidades endógenas en los ministerios, y que estén ancladas en las realidades de cada país”.
En este marco, reclama sobre la necesidad de contar con una clara visión nacional que contribuya a la construcción de una visión regional que priorice en los foros internacionales los temas relevantes para los países en la región en su conjunto.
Dada la amplitud de las áreas temáticas, cada año los países participantes definen sus prioridades temáticas y actividades específicas, las cuales se organizan y ejecutan en grupos de trabajo liderados por los países miembros de la Plataforma.
