PUBLICIDAD
¿Alcanza?

La Unión Europea acuerda reducir un 90% sus emisiones para 2040

El bloque europeo selló un compromiso histórico para recortar sus emisiones de CO₂, pero las flexibilidades pactadas ponen en duda su verdadero alcance.

Advierten que el objetivo de la Unión Europea del 90% para 2040 es "insuficiente"

Tras casi 24 horas de negociaciones, los ministros de Medio Ambiente de los países de la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo para reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en un 90% para 2040 respecto a los niveles de 1990. La meta incluye un objetivo intermedio de entre el 66,25% y el 72,5% para 2035 y será revisable en función de los avances científicos y tecnológicos.

La Unión Europea acuerda reducir un 90% sus emisiones para 2040

El pacto, que fue aprobado por mayoría cualificada, contó con el voto en contra de Eslovaquia, Hungría, Polonia y República Checa, y las abstenciones de Bulgaria y Bélgica. Pese a las tensiones, la Comisión Europea celebró el acuerdo y lo consideró una nueva y ambiciosa contribución determinada a nivel nacional (NDC), a solo cinco días de la apertura de la COP30 en Belém, Brasil.

Un nuevo marco legal rumbo a la neutralidad climática

El compromiso, que aún deberá ser negociado con el Parlamento Europeo, define el marco legal que guiará la transición hacia la neutralidad climática en 2050. El texto afectará a todos los sectores económicos —industria, transporte, agricultura y energía— y busca ofrecer una “orientación clara” a la industria, según destacó el ministro de Clima de Dinamarca, Lars Aagaard, cuyo país preside el Consejo de la UE.

“Este objetivo está en línea con la ciencia y refleja la unidad de Europa ante la crisis climática”, afirmó Aagaard. Desde Bruselas, la Comisión Europea aseguró que el acuerdo envía “una señal firme y unida” al resto del mundo sobre el compromiso europeo con el Acuerdo de París.

Flexibilidades y puntos de fricción

El texto final introduce mecanismos de flexibilidad que permitirán a los países cumplir hasta un 5% de sus reducciones comprando derechos de emisión a terceros países, con la posibilidad de aumentar ese porcentaje otro 5%.

Si se aplicara completamente esta flexibilidad, advierten expertos, el recorte real podría situarse en torno al 80%, lejos del mínimo del 90% de reducción doméstica que los asesores científicos de la Comisión consideran necesario.

Además, se acordó retrasar un año —hasta 2028— la entrada en vigor del sistema de comercio de emisiones ETS 2, que afectará al transporte y la calefacción. También se estableció un “freno de emergencia” para los sumideros de carbono (bosques, praderas y humedales), que impedirá exigir compensaciones adicionales si estos ecosistemas absorben menos CO₂ del previsto.

Reacciones divididas

“Es un texto muy bueno. Lo importante es que hemos logrado un objetivo vinculante alineado con la ciencia”, celebró la vicepresidenta y ministra española para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, quien destacó el liderazgo de España en las negociaciones.

Desde la Comisión, el comisario de Acción Climática, Wopke Hoekstra, defendió el carácter “pragmático y flexible” del acuerdo y aseguró que las políticas climáticas deben avanzar “de la mano de la competitividad y la independencia energética”.

Sin embargo, organizaciones ambientalistas mostraron preocupación como WWF advirtió que el uso de compensaciones internacionales y el nuevo margen sobre los sumideros de carbono “podrían reducir el esfuerzo real a menos del 85%”.

Fecha de publicación: 05/11, 6:13 pm