La solución sustentable para uno de los desechos más contaminantes de la industria automotriz
Este tipo de soluciones no solo impacta en el cuidado del ambiente, la salud pública y el confort en los espacios habitados.
Cada año, en el mundo se fabrican cerca de 2.000 millones de neumáticos y, en paralelo, se desechan cantidades similares de cubiertas, que en muchos casos terminan acumulándose en basurales, ríos o rellenos sanitarios, generando serios problemas ambientales y de salud.
El volumen de estos desechos representa uno de los grandes desafíos de la economía circular. Se estima que apenas el 15% de los neumáticos en desuso se reciclan de alguna forma. Sin embargo, están surgiendo soluciones innovadoras que transforman estos residuos altamente contaminantes en productos útiles y sostenibles.
Un ejemplo concreto es el desarrollo de un recubrimiento impermeabilizante que combina caucho reciclado con resinas acrílicas y poliuretánicas, logrando un material sumamente resistente y duradero para techos. Basta pensar que un neumático soporta más de 40.000 kilómetros de fricción constante con el asfalto; esa misma resistencia, integrada a pinturas impermeabilizantes, da como resultado un producto confiable y robusto.
Neumáticos usados: de residuos a soluciones ecológicas
Más de 750.000 kilos de neumáticos reciclados ya se transformaron en un impermeabilizante ecológico que protege viviendas, mejora la eficiencia térmica y evita que toneladas de caucho terminen contaminando el ambiente.
“El proceso comienza con la recolección de neumáticos fuera de uso a través de recicladoras. Luego, se trituran en partículas muy pequeñas, que se homogeneizan y se combinan con polímeros acrílicos y poliuretánicos para crear un producto final resistente, transitable y con gran adherencia”, explicó Ariel Maya, CEO de Merclin, la empresa que produce Liquitech CauchoGoma.
“De esta manera, lo que antes era un desecho se convierte en una solución sustentable para techos, cubiertas y superficies expuestas al clima”, concluyó Maya.
Del caucho reciclado a la construcción: cómo los neumáticos se transforman en soluciones para la obra
Dentro del sector de pinturas arquitectónicas, los impermeabilizantes representan aproximadamente el 18% del total, y de ese segmento, los productos elaborados a base de caucho -proveniente de neumáticos reciclado- ya constituyen cerca del 7%.
Una de las principales ventajas de estos impermeabilizantes es su gran versatilidad. Gracias a su formulación, pueden adherirse firmemente a superficies como hormigón, chapa, madera, membranas asfálticas e incluso a capas de pintura anteriores, generando una cobertura uniforme y continua, sin uniones ni puntos débiles.
Su aplicación es sencilla: puede realizarse con brocha, rodillo o llana, en al menos dos manos cruzadas. El resultado final es una película flexible, resistente y continua, que protege las superficies de filtraciones y de condiciones climáticas adversas.
“Con un rendimiento de entre 1 y 1,5 kilos por metro cuadrado, este sistema resulta muy competitivo frente a otras alternativas. Su tiempo de secado varía entre 4 y 24 horas, dependiendo de la temperatura y la humedad al momento de la aplicación. Una vez seco, el material es transitable, antideslizante y ofrece excelente resistencia al agua, el sol y el desgaste”, detallaron desde Merclin, la empresa detrás de Liquitech CauchoGoma. Estas características lo convierten en una opción ideal tanto para viviendas como para instalaciones industriales.
Neumáticos reciclados: beneficios para el ambiente y la eficiencia energética
Más allá de su funcionalidad en la construcción, este tipo de productos contribuye de forma concreta a la sustentabilidad. Reutilizar caucho reciclado reduce la demanda de materiales derivados del petróleo, alarga la vida útil de las superficies tratadas y disminuye la necesidad de mantenimiento frecuente.
A nivel ambiental, evitar que los neumáticos terminen abandonados o incinerados reduce la liberación de gases y partículas tóxicas, y también disminuye la proliferación de vectores como los mosquitos transmisores de enfermedades, que suelen habitar en cubiertas en desuso.
En términos de eficiencia energética, los impermeabilizantes de caucho -especialmente en colores blancos o grises muy claros- permiten bajar entre un 15% y un 20% la temperatura interior, sobre todo en techos metálicos. Además, mejoran el aislamiento acústico, lo que se percibe claramente durante tormentas fuertes o episodios de granizo.
Este tipo de soluciones no solo impactan en la durabilidad de las construcciones, sino que también contribuyen al cuidado del ambiente, la salud pública y el confort en los espacios habitados.