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Avance científico

La saliva de estos gusanos podrían salvar al mundo de la contaminación plástica

Descubrieron que dos enzimas presentes en la saliva de los gusanos de la cera pueden degradar plásticos. ¿Cómo lo hacen?

La saliva de los gusanos de la cera podrían salvar al mundo de la contaminación plástica. Se trata de dos sustancias presentes en la saliva de los insectos, que son larvas de polilla, pueden descomponer el polietileno, tipo más común de plásticos, según un estudio español publicado en la revista Nature.

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La saliva de los gusanos de la cera podrían salvar al mundo de la contaminación plástica.

Se trata de dos enzimas presentes en la saliva de estas orugas, que comen la cera hecha por las abejas para construir los panales, las que pueden degradar rápidamente y a temperatura ambiente el polietileno, el plástico más utilizado en el mundo y uno de los principales contribuyentes a la crisis ambiental.

El estudio, realizado por Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, se basa en los hallazgos que los investigadores habían realizado en 2017 sobre estos insectos de la especie llamada Galleria mellonella que podían degradar el polietileno, aunque en ese momento no estaba claro cómo lo hacían.

¿Cómo trabajan estos gusanos?

Los investigadores españoles encontraron que dos enzimas, sustancias producidas por organismos vivos, son las que desencadenan las reacciones bioquímicas y hacen que el plástico se degrade porque el oxígeno penetra en el polímero -molécula de plástico-, dando paso a la oxidación.

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Según la bióloga molecular Federica Bertocchini, quien dirigió el estudio publicado en la revista Nature Communications, este descubrimiento está “cambiando el paradigma de la biodegradación plástica“, según consignó NBC News.

Dos enzimas, sustancias producidas por organismos vivos, son las que desencadenan las reacciones bioquímicas.

El plástico está hecho de polímeros diseñados para ser difíciles de descomponer y contiene aditivos que aumentan su durabilidad, lo que significa que no pueden degradarse y permanecer intactos durante muchos años, lo que genera una problemática ambiental ya que la contaminación por plástico pasó de dos millones de toneladas en 1950 a 348 millones en 2017, según los últimos datos de Naciones Unidas.

“Los plásticos permanecen en el medioambiente durante mucho tiempo. Eventualmente se descompone en pequeñas partículas, convirtiéndose así en la fuente de micro y nanopartículas de plástico. Estas partículas de plástico se han encontrado en todas partes, desde la Antártida hasta la lluvia y el agua de la canilla, que no solo causan problemas ambientales obvios, sino que son un problema creciente para la salud humana”, explicó Bertocchini.

Según explicaron los investigadores, el objetivo es producir sintéticamente las enzimas de la saliva de los gusanos para descomponer los desechos plásticos, aunque también reconocen que este trabajo tiene como inconveniente la generación de dióxido de carbono a medida que los insectos metabolizan el polietileno.

“Las enzimas oxidan los plásticos descomponiéndolos en pequeñas moléculas. Esto sugiere escenarios alternativos para lidiar con los desechos plásticos ya que pueden degradarse en condiciones controladas, limitando o eventualmente eliminando por completo la liberación de microplásticos“, dijo el coautor del estudio Clemente Fernández Arias.

El plástico, un dolor de cabeza

El consumo de plástico se ha disparado en todo el mundo durante las últimas tres décadas, con cientos de millones de toneladas anuales que terminan como desechos y donde menos del 10% de eso se recicla.

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Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anualmente se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico y apenas el 9% de los desperdicios es reciclado. Ese 91% que no se reutiliza suele tener como destino el mar, en donde por efecto del agua se pueden fragmentar y generar microplásticos que afectan la vida marina.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), anualmente se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico.

En tanto en Argentina, desde la asociación Ecoplas, en conjunto con la Cámara Argentina de la Industria de Reciclados Plásticos (CAIP) informaron que en 2021 se recuperaron 307.000 toneladas de plásticos.

En 2020 se había podido recuperar 282.000 toneladas de plástico, es decir, que el reciclado de plásticos 11% creció un respecto a 2020. ¿A cuánto equivalen los plásticos reciclados en 2021? A 11 estadios de fútbol llenos, 4100 Obeliscos y 238 mil autos promedio, según especificaron desde Ecoplas

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Fecha de publicación: 06/10, 6:35 pm