La historia del auto que Ford fabricó con soja, trigo, cáñamo y lino
El vehículo sustentable fue fabricado en 1941 y se convirtió en una idea pionera para la primera mitad del siglo XX.
En 1941, Henry Ford propuso fabricar autos sustentables cuando nadie hablaba de un modelo de desarrollo productivo sustentable y ecológico. El vehículo fue diseñado con piezas a base de soja, trigo, cáñamo, lino y otros materiales.
En aquel entonces, la idea se tornó pionera para la primera mitad del siglo XX, en una época en la cual la concientización ambiental aún no era un tema cotidiano de charla.
Henry Ford, conocido por popularizar el auto a motor entre las clases populares, pensó y diseñó un auto ecológico con la idea de abandonar el petróleo y poder impactar de una forma positiva en la naturaleza.
Luego de fabricar el famoso y recordado Ford T en 1908, un automóvil innovador con volante a la izquierda, motor y transmisión cerrados y suspensión mediante muelles, fácil de manejar y reparar, y de un costo relativamente accesible, Ford presentó el 13 de agosto de 1941 el auto sustentable llamado Soybean car, en la feria comunitaria Dearborn Days.
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Para ese entones, la Ford Motor Company ya era un gigante en la industria del automóvil y se pudo dar el lujo de presentar una novedad: un auto hecho a base de soja, trigo y otros productos surgidos de la tierra.
El Soybean car era un vehículo con motor recubierto por plástico de soja, catorce paneles que hacía que el coche fuese más ligero, según explica la página oficial del museo Henry Ford.
“Se desconocen los ingredientes exactos de los paneles de plástico porque no existe ningún registro de la fórmula en la actualidad”, pero, según explica The New York Times, el plástico de soja de ese prototipo estaba fabricado con semillas de soja, trigo y maíz. Otros medios añadieron más ingredientes a la lista, como el cáñamo o el lino.
Fibra de soja impregnada con una resina fenólica con formaldehído. Este era el ingrediente principal del plástico de soja del soybean car según apuntó a la prensa Lowell E. Overly, el principal diseñador y constructor del automóvil de soja de Ford y que tuvo la ayuda del químico Robert A. Boyer.
El proyecto surgió en 1938 y se gestó en el Laboratorio de la soja de Greenfield Village. Allí se produjo el plástico ecológico de soja. Y en cuanto al diseño del chasis, estuvo a cargo de Eugene T. Gregorie, quien aparece mencionado en la patente del vehículo.
Lamentablemente, no quedaron rastros de ese vehículo. Solo se encuentran algunas imágenes que dan cuenta de lo espectacular que era ese modelo.
Una de las mejores fuentes para conocer este coche adelantado a su tiempo es una entrevista realizada en 1988 por Rusty Davis a Lowell E. Overly para la revista especializada V-8 Times. Allí hay seis páginas ilustradas con maquetas del soybean car, su estructura metálica y, finalmente, su prototipo terminado con un diseño moderno muy propio de los años 30 y 40.
Destino del Soybean car
Pero la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, tras el ataque a Pearl Harbor a finales de ese mismo 1941, hizo que el proyecto del coche de soja se paralizara.
El único prototipo de aquel entonces fue a parar al interior de las instalaciones del Departamento de diseño de Ford. Y, según relata el artículo de V-8 Times dedicado a este vehículo, probablemente se desmontó para que sus componentes de acero se emplearan en la guerra. Finalmente, el resto de piezas tal vez fueron destruidas por Eugene T. Gregorie, diseñador principal y socio de Ford.