La costa de Estados Unidos se está hundiendo y esto afectaría a distintos estados de México
Este problema es consecuencia del cambio climático el cual provoca un incremento en el nivel del mar, según los especialistas.
Los impactos de la crisis y el cambio climático son cada vez más evidentes en todo el mundo, manifestándose en escasez de agua, eventos naturales más intensos y temperaturas elevadas.
Uno de estos efectos notables es el hundimiento de las zonas costeras, resultado del aumento en el nivel del mar. Aunque pueda no parecer alarmante a primera vista, este fenómeno representa una amenaza real para las comunidades que residen en estas áreas geográficas, ya que corren el riesgo de ser absorbidas por el mar.
Este riesgo inminente se manifiesta en la zona costera de Estados Unidos, que alberga ciudades tan importantes como Nueva York y Baltimore. Un reciente estudio, respaldado por imágenes satelitales, revela que la región se está hundiendo a una velocidad superior a la prevista, alcanzando una preocupante tasa de uno a dos milímetros anuales.
Aunque podríamos creer que esta situación no nos afecta directamente, investigaciones adicionales sugieren que las consecuencias de este hundimiento podrían extenderse más allá del territorio estadounidense y afectar a varios estados en la zona costera del golfo de México, como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco e incluso Yucatán.
Luciano Quadri Barba, consultor en Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, destacó en una conferencia sobre el tema que la costa sur de Tamaulipas y el norte del estado de Veracruz podrían enfrentar impactos significativos debido a su condición de zonas territoriales bajas y su susceptibilidad al hundimiento.
En este contexto, al igual que en Estados Unidos, las ciudades costeras de México podrían enfrentar desafíos relacionados con inundaciones, la llegada de fuertes tormentas, la pérdida de cultivos y la posibilidad de daños en infraestructuras como carreteras y líneas ferroviarias.
Un grupo de científicos respaldados por la NASA y afiliados al Laboratorio de Observación de la Tierra e Innovación de Virginia Tech asegura que este problema geográfico “está progresando lo suficientemente rápido como para poner en peligro la infraestructura, las tierras de cultivo y los humedales” de los cuales dependen decenas de millones de personas a lo largo de la costa.
La preocupación aumenta al considerar las proyecciones de otros estudios que indican que el nivel del mar en la costa este de Estados Unidos podría aumentar entre 25 y 35 centímetros en las próximas tres décadas debido al derretimiento de los polos, como consecuencia del cambio climático.
Las acciones para abordar el hundimiento costero adquieren relevancia debido a las implicaciones que tiene en términos de riesgo para la infraestructura urbana y la vulnerabilidad de estas poblaciones ante posibles desastres naturales, como las inundaciones.
La aceleración observada en este proceso intensifica las preocupaciones sobre la capacidad de las ciudades para adaptarse y mitigar los efectos adversos asociados, lo que plantea un desafío significativo para los responsables de la planificación urbana y la gestión del riesgo de desastres en estas áreas críticamente afectadas.
En el marco del cambio climático, se destacan dos estrategias esenciales para abordar sus efectos: la mitigación y la adaptación. La mitigación se centra en reducir las causas del cambio climático, principalmente mediante la disminución de las emisiones de dióxido de carbono.
Este objetivo puede alcanzarse a través de la implementación de tecnologías de energías renovables, la promoción del uso de vehículos eléctricos y otras acciones que apunten hacia una economía menos dependiente de los combustibles fósiles.