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La contaminación del aire contribuye a un mayor riesgo de sufrir un paro cardíaco

Un estudio reveló que la relación entre los contaminantes comunes y los paros cardíacos extrahospitalarios son una amenaza para las personas.

Un estudio realizado en Italia encontró la relación entre la concentración de contaminantes comunes y los paros cardíacos extrahospitalarios. Los resultados fueron presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología ESC 2021.

“Estudiamos siete contaminantes comunes y descubrimos que, a medida que aumentaba la concentración de cada uno de ellos, se incrementaba el riesgo de sufrir un paro cardíaco”, declaró la doctora Francesca R. Gentile, de la Fundación IRCCS Policlinico San Matteo, de Pavía.

“Los resultados sugieren que la calidad del aire debería incorporarse a los modelos de predicción para ayudar a los sistemas sanitarios a planificar las necesidades de servicios”, agregó la profesional.

Alrededor de estos resultados, se estableció que la contaminación atmosférica es un posible factor de paros cardíacos extrahospitalarios.

La investigación se realizó en las provincias de Pavía, Lodi, Cremona y Mantua, en el sur de Lombardía, donde hay más de 1,5 millones de habitantes. 

Los datos sobre la incidencia diaria de paros cardíacos durante 2019 se obtuvieron del registro regional de paros cardíacos de Lombardia CARe.

Cantidad de paros cardíacos, cada cien mil habitantes

En la región del estudio se produjeron un total de 1.582 paros cardíacos extrahospitalarios durante 2019, y con una incidencia media diaria de 0,3 casos por cada cien mil habitantes.

Las concentraciones de PM10, PM2,5, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, benceno y dióxido de azufre fueron significativamente mayores en los días con una incidencia de paros cardíacos por encima de la media, en comparación con los días en los que la incidencia estuvo por debajo de esta escala. 

La doctora Gentile comentó que, “las relaciones observadas entre las concentraciones de los distintos contaminantes y la probabilidad de sufrir un paro cardíaco podrían utilizarse en el futuro para predecir la incidencia de esta afección potencialmente mortal en zonas geográficas concretas”.

Mejorar los servicios sanitarios

“Esperamos que la vigilancia de los contaminantes atmosféricos pueda mejorar la eficacia de los servicios sanitarios al incorporarse a los modelos de previsión de ambulancias y a los sistemas de alerta”, agregó.

“Además de ser una amenaza para el ecosistema, se están acumulando pruebas de que el aire sucio debe considerarse un factor modificable que contribuye a las enfermedades cardiovasculares”, cerró Gentile.

Fecha de publicación: 30/08, 2:26 pm