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Inversión millonaria: un laboratorio local desarrolla medicamentos biosimilares para reducir la huella de carbono

La compañía que preside Marcelo Figueiras quiere producir remedios genéricos en el área de biotecnología, pero sostenibles.

Como parte de un proceso de expansión en el mercado local y en el internacional, a partir de inversiones cercanas a los u$s45 millones, Laboratorio Richmond planea seguir ampliando su capacidad de producción local y los desembolsos para investigación y desarrollo, especialmente en el área de biotecnología.

En este sentido, la empresa acaba de recomenzar la construcción de una nueva planta farmacéutica para la producción de medicamentos de alta potencia para el mercado local y sobre todo para exportación.

El laboratorio basa su crecimiento para los próximos años en los parámetros de su plan de acción ambiental que incluye indicadores claves como el consumo de energía y de agua; emisiones de dióxido de carbono y generación de residuos.

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Para Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, la brújula del desarrollo de su compañía “sigue siendo marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

Según le dice el empresario a EconoSus, “la sustentabilidad y los estándares internacionales marcan el sendero que venimos transitando para responder a las exigencias de transparencia y rendición de cuenta”.

A pesar de estar transitando épocas de pandemia, marcada por el Covid-19 y en medio de un escenario de crisis para la economía del país, Figueiras anticipa que destinará u$s43 millones para los próximos dos años, tanto en producción como en  desarrollo de nuevos productos.

“Queremos estar a la altura de las circunstancias para lo que nuestro país necesite, aportando para salir de ésta crisis que nos deja la pandemia”, enfatiza el empresario, convencido además de que el país volverá a crecer a partir del 2021 “por lo cual tenemos puestos todos los esfuerzos en hacer lo que sabemos, crear productos que aseguren la accesibilidad de los pacientes a tratamientos de calidad y dar trabajo”.

Negocio millonario

En términos económicos, Richmond profundizó en el 2019 su proceso de expansión en Latinoamérica, fortaleciendo las subsidiarias de Colombia, Chile y Paraguay, desarrollando las operaciones en México, Perú y Ecuador y apoyando a sus distribuidores en el resto de la región.

“En convergencia con nuestra estrategia de brindar a más personas un adecuado y equitativo acceso a los medicamentos y a las novedades terapéuticas, hemos lanzado dos opciones emergentes como alternativas de alta calidad a los tratamientos innovadores para el VIH, con los dos primeros genéricos no solo para Argentina sino también para la región de América Latina”, sostiene Figueiras.

En este marco, el empresario anticipa que el objetivo para los próximos años está puesto en lanzar el primer medicamento genérico o biosimilar como alternativa de alta calidad al producto innovador; como así también composiciones farmacéuticas propias, no solo para Argentina sino también para toda Latinoamérica. 

“Así aportamos al acceso apropiado de los pacientes a los tratamientos y a las mejoras terapéuticas siguiendo una de nuestras máximas que indica que la innovación debe necesariamente transformarse en accesibilidad a los tratamientos para lograr la soberanía sanitaria”, explica.

Figueiras destaca que la política comercial de Richmond está fuertemente ligada a los compromisos ambientales y se muestra convencido de que la ciencia es parte de la solución a los problemas de la Argentina.

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“Por eso, tenemos una importante colaboración con muchas Universidades, el CONICET y estudiantes de Ciencias Duras a través de planes de becas y convenios de colaboración de manera de fomentar el desarrollo de talento local”, sostiene.

La idea, según señala, es ayudar a “vivir más y mejor, que es lo que nos motiva a hacer más y más por el cuidado de la salud”.

A partir de este postulado, Laboratorios Richmond genera ventas anuales por algo más de $3500 millones; exportaciones por casi u$s5 millones; da trabajo a 367 empleados; tiene cuatro subisdiarias en Argentina, Colombia, chile y Paraguay y 22 socios estratégicos en el resto de la región.

En el 2018 inició la construcción de una nueva planta en Pilar, Provincia de Buenos Aires. La misma, destinada a la producción de medicamentos de alta potencia para ampliar su capacidad de producción local y continuar con la inversión en investigación y desarrollo, especialmente en el área de biotecnología.

Este año avanzó con la instalación de la nave principal y la construcción de calles aledañas, las cuales ofician de conexión a la planta productiva. También, se armó la estructura metálica y la playa de servicios. En cuanto a equipamiento, se realizó la prueba de aceptación de fábrica (FAT) de los equipos de producción: granulador onepot, comprimidora, mezclador y paila de recubrimiento.

En el  caso de la expansión regional y cumpliendo con una ambiciosa estrategia de ganar mercados externos, dio un salto o importante en Colombia al alcanzar la mayoría accionaria del laboratorio local Expofarma. 

La subsidiaria, renombrada Laboratorios Richmond Colombia SAS, cuenta con 126 empleados distribuidos en las áreas operativa, administrativa y comercial. 

Lanzamientos

A la unidad de productos para el Cuidado Primario (la línea genérica tradicional de Expofarma) se le suman en el año los primeros lanzamientos de la Unidad de Alto Costo con Vyvalto (Emtricitabina + Tenofovir AF); Trivenz (Efavirenz + Emtricitabina + Tenofovir DF), Virontar y Virontar N (Darunavir + Ritonavir).

Estos productos para el tratamiento del VIH son fabricados en Pilar, la que al contar con la certificación de INVIMA, la autoridad sanitaria de Colombia, constituye una ventaja competitiva importante para la producción en escala y consecuente ampliación de la capacidad exportadora.

Por su parte, para Richmond Colombia significa contar con desarrollos exclusivos y únicos o primeros genéricos en la región, que mejoran la adherencia del paciente al tratamiento y a un costo que es fundamental para el acceso a los medicamentos.

Además del plan para Colombia, Richmond continuó desarrollando y consolidando los mercados de Chile, Paraguay y Perú.

“Nuestra visión estratégica se encuentra expresada a través de tres pilares fundamentales que sustentan nuestra trayectoria: Valor, Acceso y Sustentabilidad”, destaca Figueiras.

En el caso del valor, explica que su laboratorio desarrolla, produce y comercializa productos farmacéuticos complejos y con valor humano agregado.

“Estamos comprometidos con la excelencia y la mejora continua. Nuestro equipo multidisciplinario, la ciencia aplicada y la tecnología, son la base para diseñar la calidad de nuestros productos desde su definición y desarrollo, así como para sostenerla durante su producción y vida útil”, agrega.

En cuanto al acceso, describe que el trabajo de Richmond se centra en que la salud no sea un privilegio y que las acciones se focalicen en los pacientes y en la posibilidad de acceder a nuevos tratamientos eficaces y seguros.

En este sentido, recuerda los objetivos de lanzar el primer medicamento genérico y productos biosimilares; desarrollar otros que facilitan la adherencia al tratamiento y acercar terapias innovadoras a través de licencias.

“Así, nuestras acciones contribuyen a equilibrar el costo de la salud pública y privada”, asegura Figueiras.

En cuanto a la sustentabilidad, la empresa postula el desempeño eficiente a lo largo del tiempo en las áreas económica, social y ambiental. 

“La sustentabilidad se basa en el compromiso con nuestro equipo de trabajo, con el medio ambiente, con nuestra comunidad, con la salud y con nuestra forma de hacer negocios”, destaca el ejecutivo para quien la concientización y el compromiso son fundamentales para preservar el capital natural del planeta y los ecosistemas que le dan soporte.

En este sentido, el laboratorio recertificó su sistema de gestión ambiental según la norma internacional ISO 14001:2015, confirmando el compromiso asumido de la administración de los riesgos medioambientales asociados a la actividad que desarrolla.

“Así, estamos alineados a los esfuerzos globales para abordar los problemas relacionados con el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible, compatible con las tecnologías más eficientes y competitivas”, enfatiza Figueiras.

En cuanto al consumo de energía, en la empresa explican que las principales fuentes se dan en la planta Pilar y, especialmente en el sistema HVAC, el que, de acuerdo a sus siglas en inglés, comprende la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado.

Entre los diferentes proyectos evaluados para disminuir el consumo de energía eléctrica, instauraron un programa de trabajo para la regulación de caudales en las UMA (Unidades de Manejo de Aire), que son los equipos que inyectan aire filtrado a la planta.

El sistema de HVAC debe cumplir con varios requisitos para tener un ambiente propicio para la fabricación de medicamentos. Uno de ellos es el límite de partículas en el ambiente (esto se traduce en la calidad de filtrado de los equipos de inyección y extracción de aire), en la cantidad de renovaciones de aire de los locales y a los diferenciales de presión entre locales, entre otros.

Explican además que en las diferentes regulaciones periódicas, se  logra generar una optimización de las renovaciones / hora de aire de los locales y de las presiones diferenciales entre locales y así disminuir el consumo eléctrico.

Estos mecanismos arrojaron como resultado que, en el total de equipos de inyección y extracción, el consumo bajó 0.73 kW, es decir una una reducción de utilización de energía eléctrica de 525 kW/h al mes (promedio), llevando a un ahorro acumulado desde su implementación de 2.16 MW/h, con una proyección de 6.42 MW/h año. 

Iniciativas sustentables

Esta iniciativa se suma a otras desarrolladas anteriormente como el cambio a iluminación LED, corte general de energía en oficinas e instalaciones sociales los fines de semana, feriados y horario nocturno.

En cuanto a las emisiones, efluentes y residuos, el análisis de Laboratorios Richmond parte del estudio de la huella de carbono, o de la cantidad de emisiones directas de gases de efecto invernadero (greenhouse gases) que son liberadas a la atmósfera como consecuencia de las actividades de su planta de Pilar. 

Este indicador ambiental está expresado en toneladas equivalentes de CO2 y la empresa mide su evolución anual llevando a cabo un inventario de las fuentes emisoras que se analizan en su cálculo.

En los últimos tres años se ha observado una disminución de las emisiones de CO2 debido a la instalación de equipos de energía eléctrica y gas más eficientes.

La disminución en la generación de residuos se explica principalmente en las siguientes medidas tomadas en los últimos años:

  1. Reciclaje de residuos sólidos orgánicos derivados del comedor de la planta y su transformación en compost para su uso como abono del suelo.
  2. Baja en el consumo de materiales de envase secundario mediante la reducción de los tamaños de los estuches y blísters de la Línea Farma con la incorporación de una nueva máquina estuchadora.
  3. Descenso en el consumo de papel para los prospectos de los productos, subiendo la información en forma digital y actualizada para los médicos al Vademécum Nacional de Medicamentos (VNM) y cambiando los prospectos al PIL, que es un texto reducido para los pacientes.
  4. Reducción en consumo y desperdicio de aluminio empleado como envase primario mediante la instalación de un sistema de impresión en línea.

De manera adicional a esta agenda ambiental, la compañía presentó al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible bonaerense, una declaración jurada sobre residuos generados en 2019 en los cuales se destacan varios parámetros como que la planta se encuentra inscripta en el Registro de Generadores de Residuos Especiales con Expediente 2145-08519/98 y certificado de habilitación especial (CHE) 2427.

También que cuenta con un profesional técnico que representa a la empresa bajo el Registro OPDS 0111. O que la planta cumple con las condiciones de almacenamiento transitorio; que no se permiten almacenamientos superiores a un año.

Que posee registro de manifiestos y certificados de tratamiento; cumple  con lo establecido por la Ley 11.720 para el transporte de residuos peligrosos; se utilizan manifiestos de transporte y certificados de tratamiento reglamentarios del OPDS.

De manera paralela, se habilitó el cuarto de reactivos, generando orden en el laboratorio, ya que no hay reactivos sueltos en el mismo y se ganó espacio para la guarda de otros materiales. 

Como herramientas de mejora en el laboratorio se permitió establecer el stock real de los reactivos; hacer más eficientes las compras (rendimiento económico y riesgo bajo de no contar con stock); clasificar la calidad en los reactivos; tener el 100% de las hojas de seguridad de los reactivos accesibles a todo el personal.

Fecha de publicación: 23/12, 7:18 am