Estudio revela que consumir alimentos en envases plásticos podría incrementar el riesgo de insuficiencia cardíaca
Expertos advierten que este hábito podría estar relacionado con mayores peligros para la salud.
Un estudio reciente reveló que el uso frecuente de envases de plástico para transportar o consumir alimentos podría estar relacionado con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva.
Según los resultados, publicados en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety, el contacto de alimentos calientes con estos recipientes libera sustancias químicas que, al ser ingeridas, alteran el bioma intestinal y generan inflamación, lo que podría dañar el sistema cardiovascular. Este hallazgo se suma a las crecientes preocupaciones sobre los efectos negativos del plástico en la salud humana, según reportó The Guardian.
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El análisis, revisado por pares, se realizó en dos fases. Primero, los investigadores evaluaron los hábitos alimenticios de más de 3.000 personas en China, centrando su estudio en la frecuencia con la que consumían alimentos en recipientes plásticos y su relación con enfermedades cardíacas. En la segunda fase, se realizaron experimentos con ratas a las que se les dio agua contaminada con sustancias químicas extraídas de envases plásticos. Los resultados mostraron que la exposición prolongada a estos compuestos no solo alteró la microbiota intestinal de los animales, sino que también causó daños en el tejido muscular del corazón.
El impacto de los químicos plásticos en la salud cardiovascular
El estudio subrayó que los envases plásticos pueden contener hasta 20.000 sustancias químicas, entre las que se incluyen el BPA (bisfenol A), los ftalatos y los compuestos perfluoroalquilados (PFA). Estas sustancias son conocidas por sus efectos nocivos para la salud, como su vinculación con el cáncer, problemas reproductivos y enfermedades cardiovasculares. Aunque los investigadores no pudieron identificar de manera específica cuáles de estos compuestos causaron el daño observado, señalaron que existe una relación ampliamente documentada entre los químicos del plástico y las enfermedades cardíacas.
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Para replicar las condiciones típicas de uso de los envases plásticos, los científicos vertieron agua hirviendo en recipientes de comida para llevar y la dejaron reposar durante intervalos de tiempo de uno, cinco y quince minutos. Investigaciones previas citadas en este estudio ya habían mostrado que el calor acelera la liberación de partículas microplásticas, alcanzando hasta 4,2 millones de partículas por centímetro cuadrado en algunos casos. Este proceso, conocido como lixiviación, es el que permite que los compuestos químicos se integren a los alimentos o bebidas.
Alteraciones en el bioma intestinal y su vínculo con la insuficiencia cardíaca
Uno de los hallazgos más destacados del estudio fue el efecto de los químicos plásticos sobre el bioma intestinal. Tras varios meses de exposición al agua contaminada, las ratas mostraron cambios significativos en la composición de su microbiota intestinal y en los metabolitos presentes en sus heces. Según los investigadores, estas alteraciones están directamente vinculadas a procesos inflamatorios y estrés oxidativo, dos factores que favorecen el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
El análisis del tejido cardíaco de las ratas expuestas al agua contaminada reveló daños estructurales en el músculo cardíaco. No obstante, no se observaron diferencias notables en los niveles de daño en función del tiempo de exposición al agua en contacto con plástico, lo que sugiere que incluso una exposición breve podría resultar perjudicial.