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Mapa global

Este es el único lugar del mundo que no tiene país, nadie lo reclama y cuenta con un alto valor estratégico

Estas regiones se llaman “tierras nullius”, como una gran zona sin dueño de gran valor estratégico y científico.

El planeta está compuesto por una gran diversidad de territorios, con 193 países reconocidos oficialmente por la ONU. Hoy en día, casi cada porción de tierra en el mundo está bajo la soberanía de algún Estado. Sin embargo, existen raras excepciones conocidas como tierras nullius.

Estas tierras nullius son espacios que no están bajo la jurisdicción de ningún país, ni fueron reclamados por persona o comunidad alguna. Actualmente, se reconocen tres casos relevantes a nivel global.

Este es el único lugar en el mundo no reclamado por nadie

Entre ellos, destaca uno en particular: la extensión más grande e importante del mundo que aún no fue oficialmente reclamada. Se trata de un territorio de gran interés estratégico y científico, cuya situación única lo convierte en un caso excepcional en el mapa político global.

La Tierra de Marie Byrd (MBL) es la única región de la Antártida que no fue reclamada por ningún país. Con una extensión de 1.610.000 kilómetros cuadrados, se trata de la mayor porción de tierra en el planeta que permanece sin soberanía oficial. Aunque algunos grupos le asignaron una bandera e incluso un idioma, no cuenta con reconocimiento internacional ni con una administración formal.

El nombre de esta zona única proviene del contraalmirante Richard E. Byrd, un destacado explorador de la Armada de los Estados Unidos, quien sobrevoló la región durante una expedición en 1929. En honor a su esposa, decidió llamarla Tierra de Marie Byrd.

Nunca nadie reclamó esta parte de la Tierra

Estados Unidos fue el único país que estuvo cerca de reclamarla formalmente, pero sus intentos nunca se concretaron, y el área sigue siendo una rareza geopolítica en el mapa mundial.

Cuál es el valor de esta tierra que no le pertenece a ningún país

Según el portal The Polar, aunque la presencia de Estados Unidos en la región abrió la posibilidad de una reclamación territorial sobre parte de la Antártida, esta nunca se concretó. La razón principal fue la firma del Tratado Antártico en 1959, un acuerdo internacional suscrito por más de 50 países que congeló todas las aspiraciones territoriales en el continente y lo declaró una reserva natural dedicada exclusivamente a la ciencia y la paz.

Curiosamente, a pesar de ese compromiso, durante décadas algunos mapas estadounidenses incluyeron la Tierra de Marie Byrd como si formara parte del territorio nacional, una forma sutil -y quizás simbólica- de marcar presencia en la zona.

Sin embargo, lo que realmente distingue a esta región va más allá de las cuestiones geopolíticas. Bajo su superficie helada se encuentra una fuente de calor geotérmico que ha despertado el interés de la comunidad científica: una especie de “horno natural” que derrite el hielo desde abajo, formando ríos y lagos ocultos bajo la vasta capa blanca. Este fenómeno no solo resulta fascinante, sino que también podría ser clave para entender cómo responde la Antártida ante el cambio climático.

Fecha de publicación: 20/05, 8:41 am