Esta es la isla que pertenece a dos países y cambia de nacionalidad cada seis meses
Se trata de un territorio que es considerado el más pequeño del mundo y cuenta con custodia compartida.
En todo el mundo existen cientos de islas, cada una con fronteras bien definidas y bajo la soberanía de algún país. Sin embargo, hay una que se destaca por una peculiaridad única: su nacionalidad cambia cada seis meses.
Desde hace más de 350 años, esta isla es compartida de forma pacífica entre dos naciones, que se la ceden mutuamente de manera voluntaria cada medio año. Es un lugar tranquilo, cubierto de vegetación, y es considerado uno de los territorios más neutrales del planeta.
En qué fecha la isla corresponde a cada país
Se trata de la Isla de los Faisanes, un pequeño islote situado en el río Bidasoa, entre España y Francia. Es reconocido como el territorio más pequeño del mundo bajo un sistema de soberanía compartida. Del 1 de febrero al 31 de julio, la isla está bajo administración española; del 1 de agosto al 31 de enero, pasa a manos francesas.
Esta insólita organización convierte a la isla en un símbolo de cooperación internacional y convivencia pacífica entre dos países vecinos.
La custodia compartida de esta isla se estableció tras el alto el fuego que puso fin a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) entre España y Francia. En ese contexto, se la designó como territorio neutral para facilitar la delimitación de las nuevas fronteras. Este tipo de soberanía conjunta se conoce como condominio, y la Isla de los Faisanes es uno de los ejemplos más antiguos que aún se mantienen en el mundo.
Cómo es la isla que comparten dos países
La isla es muy pequeña: mide poco más de 200 metros de largo por unos 40 de ancho. Solo en contadas ocasiones se permite el acceso del público, durante jornadas especiales de puertas abiertas. En ambos extremos hay escaleras de piedra que permiten a quienes navegan por el río detenerse en este curioso punto fronterizo.
Según el sitio especializado Traveler, la isla no ofrece demasiados atractivos turísticos. Está cubierta de árboles y cuenta únicamente con un monolito que conmemora la firma del Tratado de los Pirineos en 1659, acuerdo que puso fin al prolongado conflicto entre España y Francia.