En imágenes: la bicicleta eléctrica fúnebre, una tendencia eco-friendly que busca imponerse en Francia
Con un diseño exclusivo para transitar por la ciudad, este vehículo de tres ruedas buscar ser una alternativa de transporte ecológico en un funeral.
En varias partes del mundo ya se empiezan a ofrecer servicios fúnebres más sustentables y amigables con el medioambiente. Desde la “acuamación”, alternativa más ecológica que la cremación, o urnas funerarias biodegradable que convierte al cuerpo en un árbol hasta una bicicleta eléctrica para reemplazar así a los coches fúnebres sin emitir emisiones de CO2.
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Este invento lo llevó a cabo Isabelle Plumereau, fundadora de la funeraria Le Ciel & La Terre de París, Francia. La propietaria bautizó al proyecto “Corbicyclette” y ya se puede ver recorriendo las calles del distrito 15 de la Ciudad de la luz.
“Llevo varios años acompañando a familias en duelo, siempre buscando infundir dulzura y poesía en el momento de la despedida. Había soñado con realizar esta idea durante mucho tiempo. Necesitaba una bicicleta lo suficientemente grande y poderosa para acomodar esa preciosa carga, y un compañero para amueblarlo combinando robustez, ligereza, estabilidad, con un diseño suave, bonito y reconfortante”, contó en su página web Plumereau.
Cómo es la bicicleta fúnebre
Se trata de un servicio fúnebre más ecológicos. La Corbicyclette es una bicicleta eléctrica de tres ruedas de más de 2 m de longitud, cuyo remolque se convirtió en un coche fúnebre. Está especialmente diseñada para transitar por la ciudad.
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Según explica la propietaria, la bicicleta fúnebre diseñada en color negro reúne varias ventajas. Desde ya que es ante todo, un medio de transporte ecológico. Pero también se desplaza más despacio que un coche fúnebre convencional, sin emisiones de gases contaminantes. En este sentido, remarca que para los familiares que siguen la procesión, esto evita los gases de escape y es más propicio para la meditación.
Para adaptar su bicicleta de carga a un coche fúnebre, vehículo que ya existe en Dinamarca, tuvo que enfrentarse a numerosos obstáculos administrativos, ya que la normativa sobre el transporte de féretros es muy drástica en Francia.
Por ejemplo, el féretro no debe ser visible cuando está en un coche fúnebre, por lo que tuvo que imaginar un remolque con ventanas opacas. Lo mismo sucede con el interior del remolque, que debe tener raíles y un sistema de cierre para sujetar el féretro.
Tras ideas y vueltas, la bicicleta fúnebre se construyó íntegramente de madera contrachapada marina maciza, ligera, natural y “respetuosa con el medioambiente”. Se añadieron dos barras laterales para que los familiares pudieran rodear el ataúd.
Plumereau explicó que su bicicleta de carga no pretende sustituir a los coches fúnebres motorizados, sino que “es un servicio alternativo que ofrece a sus clientes”.