El proyecto de energía solar más ambicioso del mundo fracasó y ya hay pérdidas millonarias
En un panorama que oscila entre la esperanza y la decepción, un ambicioso proyecto destinado a cambiar la historia energética de la humanidad se estancó en la arena del desierto. Mientras Dubái se alza con un coloso solar imponente, el proyecto más grande de Marruecos quedó reducido a meras promesas incumplidas y desolación.
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La iniciativa, que parecía destinada a llevar al sol a convertirse en la principal fuente de energía, sufrió un revés devastador, generando pérdidas económicas estimadas en 2 billones de euros. Este caso ilustra las complejidades y desafíos que enfrentan los proyectos energéticos de gran envergadura, donde la ejecución va más allá de la mera concepción de la idea.
Se tarta del proyecto solar más grande de Marruecos, que fue objeto de disputas y retrasos entre los actores involucrados. La central Noor Midelt I, que tenía previsto entrar en funcionamiento este año con una capacidad de 800 MW y un costo de 2.000 millones de dólares, está lejos de iniciar su construcción.
Por qué fracasó el proyecto solar de Marruecos
La controversia gira en torno al tipo de tecnología a emplear. Mientras la Agencia Estatal de Energía MASEN había dado luz verde para el uso de tecnología fotovoltaica (PV), el Ministerio de Energía y el operador de la red ONEE expresó su preferencia por la tecnología CSP (energía solar concentrada), a pesar de su mayor costo.
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Las negociaciones se estancaron en un punto muerto, con los diferentes actores sin llegar a un consenso sobre la tecnología óptima. Mientras MASEN y la red han logrado entenderse en cuanto al acuerdo de compra de energía, persisten las discrepancias sobre la tecnología a implementar.
La construcción de la central Noor Midelt I ni siquiera comenzó, a pesar de estar programada para operar este año. Según fuentes cercanas, el Ministerio de Energía y ONEE rechazaron la tecnología CSP propuesta, lo que ha llevado al estancamiento del proyecto.
Aunque los esfuerzos por revivir el proyecto persisten, el futuro sigue siendo incierto. ¿Podrá Marruecos convertir el desierto en una fuente de energía sostenible? Queda por ver si las partes involucradas pueden superar sus diferencias y llevar adelante este ambicioso proyecto que, por ahora, solo ha dejado un paisaje de desolación en lugar de la prometida revolución energética.