El nuevo hallazago de la NASA en Marte: qué encontraron
El rover Perseverance encontró una piedra de 80 centímetros con una composición inédita en ese mundo.
El rover Perseverance de la NASA continúa ofreciendo datos reveladores sobre Marte, planeta que recorre desde hace más de cinco años y en el que ya batió múltiples récords. Su hallazgo más reciente es Phippsaksla, una roca cuya composición inusual llamó rápidamente la atención de los científicos de la agencia. Todo indica que este fragmento no se formó en el planeta rojo, sino que habría llegado desde un entorno completamente distinto.
Una roca fuera de lo común en el cráter Jezero
El robot de exploración se encontró con esta piedra en Vernodden, una región ubicada dentro del cráter Jezero, territorio que ha sido su base científica desde el inicio de la misión. Lo que sorprendió a los investigadores no fue solo su presencia, sino su estructura: un bloque de unos 80 centímetros de ancho, con forma elevada y curiosamente labrada, que Perseverance fotografió con la cámara montada en su mástil.
Ese aspecto peculiar se complementa con un dato clave: su composición rica en hierro y níquel. Este tipo de materiales no suele originarse en Marte, lo que abrió un abanico de interrogantes para la comunidad científica. ¿Cómo llegó entonces esta roca hasta allí?
Un visitante cósmico con historia propia
De acuerdo con Science Alert, lo más probable es que Phippsaksla sea un meteorito que impactó en Marte hace miles o millones de años. Las rocas con esa composición química suelen formarse en el núcleo de asteroides, creadas cuando minerales pesados se concentraron en el interior de grandes cuerpos rocosos durante los primeros tiempos del Sistema Solar.
Aunque Phippsaksla no sea marciana de origen, su hallazgo no resulta completamente inesperado: en Marte ya se identificaron otros meteoritos con combinaciones similares de hierro y níquel. Aun así, su presencia suma una nueva pieza al rompecabezas sobre la historia geológica y los procesos que moldearon al planeta vecino.
Por ahora, los científicos de la NASA planean realizar estudios adicionales para confirmar su naturaleza extraterrestre. Lo que aún no está definido es si parte de esta roca será enviada a la Tierra para un análisis más detallado, una decisión que dependerá de futuras evaluaciones dentro de la misión.
