El mayor operador aeroportuario de Argentina redefine su estrategia “carbono cero”
La compañía, propiedad del grupo Eurnekian, viene implementando nuevas medidas para mejorar su eficiencia energética y optimizar la sustentabilidad operativa.
La preocupación por el impacto ambiental de la industria de la aviación está aumentando entre el público en general y entre los principales operadores de aeropuertos del mundo.
Esto se debe a que los viajes aéreos son considerados como uno de los principales contribuyentes al cambio climático debido a la enorme energía necesaria para operar aviones y los gases de efecto invernadero que emiten.
Teniendo en cuenta estos riesgos, especialistas en ingeniería y diseño de aeropuertos comenzaron a utilizar nuevos enfoques novedosos para la construcción y remodelación de terminales aéreas que apuntan hacia la conversión de estos predios en unidades totalmente ecológicas y amigables con el medio ambiente.
En los nuevos diseños de infraestructura se tiene en cuenta que, en las últimas décadas, los aeropuertos dejaron de ser considerados como un punto de tránsito para convertirse en complejos ecosistemas que integran sostenibilidad, tecnología avanzada, un enfoque centrado en el pasajero y la necesidad de contribuir a minimizar la huella ecológica o emisión de gases de efecto invernadero.
De esa forma, se desarrollan cada vez más aeropuertos ecológicos que intentan resolver varios problemas ambientales, que incluyen la contaminación acústica, las emisiones de gases de efecto invernadero, la basura, el uso de la tierra y la congestión.
Terminales reconvertidas
La Argentina no es la excepción a este panorama global, al punto que el principal operador local viene llevando a cabo un proceso de reconversión de las 35 terminales que gestiona en el país, de las cuales cinco acaban de lograr una internacional por la reducción de su huella de carbono.
Se trata de las terminales de Ezeiza, Córdoba, Puerto Iguazú, Comodoro Rivadavia y Mendoza, pertenecientes al holding Aeropuertos Argentina (antes AA2000), que a su vez es propiedad de Corporación América, holding fundado y dirigido por el empresario Eurnekian.
A principios de este 2025, la compañía anunció que estos aeropuertos alcanzaron el nivel 2 «Reduction» en la Acreditación de Carbono del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), a través del programa Airport Carbon Accreditation, administrado por Environmental Minds.
Estas terminales implementaron medidas para mejorar la eficiencia energética y optimizar la sostenibilidad operativa, con una estrategia de transición a fuentes de energía 100% renovables, lo que redujo significativamente las emisiones relacionadas con la electricidad.
Además, se introdujeron equipos de alto rendimiento que redujeron aún más el consumo de combustible y profundizaron las prácticas de gestión del carbono y de objetivos que condujeron a una reducción significativa de las emisiones de Alcance 1 y 2.
El programa también destaca otra serie de acciones hacia la sostenibilidad que viene aplicando Aeropuertos Argentina como la de “Destino Plástico Cero”, programa lanzado hace dos años en conjunto con Unplastify, una organización especializada de acompañar a las empresas en el proceso de desplastificación, con el objetivo es reducir el uso de plásticos de un solo uso en las terminales, y en dos años ya lograron hacerlo en un 28%
El plan se suma a otras estrategias generadas por el directorio de la compañía que nació en 1998 con el objetivo de desarrollar y operar terminales aéreas en todo el territorio nacional.
Enfrentar desafíos presentes y futuros
En la actualidad, la sociedad cuenta con más de 2.500 empleados que trabajan en 35 aeropuertos que forman parte de esta compañía que opera y administra 52 terminales en seis países como son Argentina, Armenia, Brasil, Ecuador, Italia y Uruguay.
La empresa es una de las mayores administradoras privadas del mundo en materia de gestión operativa y comercial de los aeropuertos y también el fuelling de la carga y otros servicios afines.
En 2023, el board de la sociedad dio inicio a una nueva fase del programa “Mi Aeropuerto”, redefiniendo su estrategia para afrontar los desafíos presentes y futuros, y estableció su plan ‘Ambición 2026’ como un faro guía que marca la dirección fundamental para todas sus iniciativas y procesos de gestión.
En esta revisión, sus ejecutivos ampliaron el proceso para incluir un nuevo objetivo fundamental para el negocio como es el crecimiento, siendo líderes y referentes de la industria y marcando una huella de sustentabilidad a largo plazo.
El plan se complementa con las obras comprendidas en el programa de inversiones que el año pasado completó la ejecución de la Fase I, y este año da inicio a la Fase II, ambas establecidas en el marco contractual firmado con el Estado nacional.
La proyección de obras abarca importantes trabajos tanto en los aeropuertos del área de Buenos Aires como en varios en el interior del país, fortaleciendo el programa de mejoras y modernización en el sistema aeroportuario con una mirada federal.
En general se trata de obras de ampliación, para cubrir los aumentos de la demanda y de modernización, para la mejora de la calidad de servicio con criterios de sustentabilidad, con todas las medidas necesarias para la protección del ambiente y la mitigación de efectos adversos, como contribución al desarrollo sostenible y bienestar social.
En todo momento, la empresa tiene en cuenta no solo los impactos actuales ambientales de la construcción sino también del futuro consumo de recursos con la utilización de las instalaciones, sumando nuevos métodos y nueva tecnología para mejorar y optimizar cada proyecto explorando la repercusión de factores relacionados con la eficiencia funcional y operativa.
Este proceso de medición de impactos ambientales alcanza monitoreos de calidad de aire, ruidos y gestión de residuos peligrosos de acuerdo con la legislación vigente y normas nacionales e internacionales de referencia.
Del mismo modo, se implementa un Sistema de Gestión Ambiental definido y aprobado por los altos mandos de la empresa y a través del cual se realiza una evaluación continua del desempeño ambiental, utilizando datos y métricas específicas para identificar áreas de mejora.
Los datos se encuentran resumidos en un documento elaborado por Aeropuertos Argentina en donde se explica que la metodología usada “nos permite, no solo cumplir con nuestros compromisos ambientales, sino también avanzar hacia prácticas operativas que contribuyan a mitigar, prevenir y compensar el impacto ambiental de las operaciones aeroportuarias”.
Mapa de riesgos ambientales
Del mismo modo, la operadora aeroportuaria del grupo Eurnekian sigue profundizando el llamado Mapa de Riesgos Ambientales que se focaliza especialmente en los siguientes aspectos:
- Normativa local (IT RAM).
- Imagen corporativa – sustentabilidad.
- Gestión operativa y registro de datos.
- Medio ambiente.
- Mantenimiento de Instalaciones e Infraestructura críticas.
- Desastres naturales. Incluye impactos directos e indirectos.
- Limitaciones operativas ante lluvias intensas.
- Condiciones operativas substandards.
- Limitación en MTOWs para aeronaves de gran porte.
- Continuidad operativa.
El informe explica que los lineamientos de la Política de Medio Ambiente de Aeropuertos Argentina “toma todas las medidas a su alcance para asegurar que el funcionamiento de las terminales bajo la concesión sea compatible con la protección del medio ambiente, la seguridad e higiene y salud de sus empleados, usuarios y de toda la comunidad”. Asimismo, y en el marco de su Política Corporativa de Gestión de Riesgos desarrolla una actitud proactiva, que apunta a orientar sus procesos y operaciones a los más altos estándares internacionales vinculados al cuidado del medio ambiente.
Mejoras contínuas
En el caso de esta política medioambiental, es la que guía la gestión de la operadora basada en un conjunto de directivas administrativas, de organización y conocimientos operacionales.
“Nos comprometemos a tomar medidas que garanticen la mejora continua y la eficiencia ambiental de los procesos productivos, para seguir creciendo de manera sostenible y sustentable; conocer el estado de situación actual del inventario de emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) para luego planificar, hacer, verificar, y actuar por medio de metas a la reducción de las emisiones de GEI y promover entre todos los actores aeronáuticos una conducta de compromiso para la reducción de carbono y energía”, detalla el documento.
Del mismo modo, la sociedad monitorea y sistematiza indicadores específicos de todos sus aeropuertos concesionados en temáticas como reciclado, residuos sólidos, peligrosos, industriales provenientes del exterior, recursos forestales y parquizaciones, agua potable, efluentes líquidos, suelos, sistemas pluviales, emisiones, ruidos y pasivos ambientales.
Emisiones alineadas a la agenda global
En el mismo sentido, la sociedad lleva adelante un Programa de Monitoreo Ambiental que busca minimizar la huella de carbono generada por la actividad y que también tiene el objetivo de intervenir preventivamente en sectores de interés a los efectos de evaluar y sistematizar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de los consumos energéticos de la compañía.
En este sentido, utiliza la herramienta ACERT (calculadora que propone el programa Airport Carbon Accreditation) que a partir de una base de datos actualizada permite realizar una evaluación para tener un diagnóstico de la situación actual y de ese modo planificar acciones correctivas con impacto en la reducción de la huella.
Adicionalmente, la principal acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que lleva adelante es la optimización del consumo eléctrico.
Además, se encuentra próxima a alcanzar el Nivel 2 del programa ACA de ACI (Airport Council International) en los aeropuertos de Ezeiza, Aeroparque, Mendoza, Córdoba, Iguazú y Comodoro Rivadavia.
A esto le suma la necesidad de cumplir con el objetivo de alcanzar la medición de la huella de carbono en 12 de sus terminales , de las cuales seis ya se encuentran certificando el segundo nivel del Airport Carbon Accreditation (ACA).
Otra de las iniciativas que forman parte de su plan sustentable es el desarrollo de un procedimiento para el mantenimiento de la certificación ACA, en el cual se detalla información técnica como por ejemplo los niveles de medición y cálculo, informe de huella de carbono, contenido, fundamentos de la medición y características, proceso inicial, desarrollo y responsabilidades, documentación, trazabilidad, auditoría externa, características, cierre de actividad y gestión de datos.
Priorizar la luz natural
En el caso de la energía, la sociedad se encuentra sumando distintas acciones para generar ahorros y minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre ellas, se destaca la colocación de sensores que permiten detectar la luz natural y la ocupación del sector además de incorporar iluminación eficiente; sistemas de refrigeración y calefacción del edificio sin clorofluorocarbonos (CFCs) y uso limitado de refrigerantes con alto potencial de agotamiento del ozono y que pueden contribuir al calentamiento global.
También se instalaron sensores CO2 en espacios densamente ocupados y medidores de flujo en las tomas de aire exterior que controlan la temperatura y evita el exceso de recursos, así como economizadores de aire en unidades de tratamiento de aire que gestiona el uso de aire exterior en reemplazo total o parcial de las máquinas enfriadoras.
A estos planes se le suma el diseño de terminales que priorizan la luz natural para disminuir consumos; el uso de materiales que reduzcan los efectos de altas temperaturas y con altos valores de índice de reflectancia solar.
“Gracias a la adquisición de energía verde proveniente de fuentes 100% renovables, hemos logrado reducir las emisiones de CO2, a través de un convenio a largo plazo que hemos firmado con Genneia y dentro del marco del Mercado a Término de Energías Renovables (MATER), con el cual hemos asegurado el suministro de energía renovable en un 65% del consumo energético del aeropuerto de Ezeiza”, detalla el informe.
Gestión de residuos
Del mismo modo en el que lleva a cabo procesos de mejoras de sus redes eléctricas, Aeropuertos Argentina encara un plan para mejorar su relación con los residuos mediante el desarrollo de guías de segregación, reciclado de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) para todos los aeropuertos bajo su concesión.
Los estándares se orientaron a los aeropuertos que se encontraban reciclando y las guías se aplicaron a los que no reciclaban a los efectos de incluirlos en el programa. Los estándares se basaron además en un plan de trabajo sobre la temática, con ejes estratégicos, acciones, cronograma de trabajo y responsabilidades.
En cuanto a la guía de reciclado, la empresa basó el contenido en una fundamentación para reciclar, considerando tipo de materiales, objetivos, identificación de reciclador y una planificación en la cual incluimos la logística y la señalética.
Como resultado del trabajo,sumó nueve aeropuertos al plan de segregación y reciclado de residuos, llegando a un total de 24 terminales en las cuales logró reciclar un 11% de los residuos generados por Aeropuertos Argentina, un 6% más en relación al año anterior.
Al respecto, Martin Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentina, se muestra “consciente de nuestra responsabilidad como actores globales dedicados al desarrollo sostenible en cada paso que damos”.
Explica que, en 2022, la empresa lanzó formalmente su estrategia de sostenibilidad “bajo los cinco pilares globales, adaptándola a nuestra visión local y comprometiendo a todos nuestros colaboradores a trabajar juntos para alcanzar nuestros objetivos”.
El también director Ejecutivo de Corporación América recuerda el compromiso de su holding con los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Acuerdo de París, “a través de nuestras acciones de triple impacto con las que contribuimos al cumplimiento de estas metas. Identificamos los ODS donde generamos mayor valor y alineamos nuestra estrategia con sus objetivos para formar parte de la Agenda 2030 global”.
En este sentido, Eurnekian destaca el inicio del Programa de desplastificación, que logró una reducción de 12% de consumo de plástico de un solo uso en 11 aeropuertos de todo el país; así como el de reducción de las emisiones de CO2 en Ezeiza a partir del abastecimiento del 69% de fuentes renovables.
En el mismo sentido, Daniel Ketchibachian, CEO de Aeropuertos Argentina, hace mención los $67.047 millones que la sociedad invirtió el año pasado en infraestructura; en llevar adelante 10 planes de modernización; en la finalización de 12 obras de gran envergadura empleando a 1.200 personas.
Además, adelanta que la empresa tiene 25 obras más en curso y que continúa “impulsando nuestra Estrategia de Sustentabilidad, velando por el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades en las que operamos”.