El líder mundial en agrogenocios cambia de proveedor local de energías renovables
Acaba de cerrar un acuerdo para utilizar energía eólica y solar producida por Genneia, luego de que en el 2022 había firmado un convenio similar con Pampa Energía.
En febrero de 2022, Bunge firmó un acuerdo de siete años con Pampa Energía para utilizar electricidad renovable en las plantas que opera en la Argentina.
Se trata del grupo líder mundial en agronegocios, alimentos e ingredientes, que en el país produce en las localidades de bonaerenses de Campana, Ramallo, San Jerónimo Sud y TFA en Puerto General San Martín, de Santa Fe.
En ese momento, el acuerdo estimaba el suministro del 30 % del consumo total de electricidad anual de estas plantas y alrededor del 15 % de la electricidad total consumida por Bunge en Argentina por parte del holding que dirige Marcelo Mindlin.
De hecho, la electricidad renovable de Pampa Energía le es suministrada desde los parques eólicos Pampa Energía y Parque de la Bahía.
La decisión de Bunge tiene relación con el proceso definido por el holding para cumplir con sus objetivos basados en la ciencia (SBT), que exigen una reducción absoluta de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, según el Acuerdo de París.
Lo hará a través del aumento del uso de la energía eólica, solar y otras fuentes de electricidad renovable que Bunge recibe no sólo de Pampa Energía sino de otros grupos energéticos de Norteamérica y Europa.
El objetivo del holding es enfocarse en crear caminos claros y medibles para alcanzar sus objetivos de sustentabilidad hacia la acción climática de sus operaciones y en toda su cadena de valor para lograr una producción baja en carbono en lo que es alimentos e ingredientes a los consumidores.
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Nuevo convenio
Ahora, Bunge acaba de repetir el acuerdo que cerró hace dos años con Pampa Energía con otro grupo local como es Genneia, en este caso por 10 años.
El contrato también abarca el abastecimiento de electricidad renovable en las mismas plantas de Campana, Ramallo, San Jerónimo Sud y TFA (Terminal de Fertilizantes Argentinos S.A.) en Puerto General San Martín.
El convenio comenzará a regir desde marzo próximo y prevé el abastecimiento del 58 % del consumo total de electricidad anual de esas plantas y alrededor del 40 % de la electricidad total consumida por Bunge en Argentina.
De acuerdo al contrato, la energía renovable será suministrada desde un pool de activos de Genneia conformado por parques eólicos y solares de la compañía.
En relación con este acuerdo, Verónica Imoda, directora de Operaciones Industriales de Bunge en Argentina destacó la sustentabilidad “es un aspecto clave de nuestra estrategia, y estamos comprometidos a hacer nuestra parte implementando medidas concretas que disminuyan nuestra huella de carbono, a la vez que seguimos trabajando para proporcionar al mundo alimentos e ingredientes y combustibles de manera inocua y sustentable”.
La ejecutiva agregó que el propósito del holding es el de conectar a los productores con los consumidores para proporcionar al mundo alimentos e ingredientes esenciales y combustibles, “trabajando para fortalecer la seguridad alimentaria a nivel mundial, aumentar la sostenibilidad donde operamos y ayudar a las comunidades a prosperar”.
En la actualidad, Bunge es líder mundial en el procesamiento de oleaginosas y principal productor y proveedor de aceites y grasas vegetales especiales.
Tiene su sede legal en Ginebra, Suiza, y su oficina corporativa principal se encuentra en St. Louis, Missouri. Cuenta con más de 23.000 colaboradores que trabajan en 300 plantas situadas en más de 40 países.
Nació como Bunge & Born en la Argentina donde fue un grupo económico considerado como la corporación más poderosa e influyente del país que tuvo su eje en la empresa de alimentos Molinos Río de la Plata.
Después de sucesivos conflictos entre los principales accionistas sobre el rumbo estratégico de empresa, en 1994 fue absorbida por Bunge International Ltd., compañía de origen europeo con sede en Bermudas, una de las corporaciones más grande del mundo en comercialización de commodities, y en especial soja.
Entre 1992 y diciembre de 1995 el grupo vendió activos por u$s280 millones, incluyendo algunas de sus empresas más emblemáticas como la fábrica de envases Centenera, la textil Grafa y la Compañía Química, productora de artículos de limpieza.
Esta decisión también implicó una reconversión total del grupo frente al fenómeno de la globalización, donde una empresa nacional tenía un limitado margen de maniobra, principalmente si se encontraba en una economía “emergente” como la de Argentina y concentrarse en el negocio agroalimentario y a la vez insertarse en un esquema global.
Luego, en 1998 el grupo decidió a nivel global desvincularse de la industria alimenticia y concentrar su actividad en el mercado mundial de cereales.
De ese modo Molinos fue vendida al Grupo Pérez Companc, y lo mismo sucedió con las demás empresas de industrialización alimentos que poseía, en un monto estimado en u$s3.000 millones.
Diversificación local
En el sector doméstico, la última operación llevada a cabo por Bunge fue en sociedad con la petrolera Chevron ya que juntas adquirieron Chacraservicios, una compañía enfocada en el desarrollo del cultivo de camelina sativa, que se emplea esencialmente para la producción de biocombustibles.
El acuerdo se produjo cuando los comerciantes de cultivos y las empresas de energía buscan obtener materias primas bajas en carbono para satisfacer la creciente necesidad de producir diésel renovable.
A medida que el mundo hace la transición a formas de energía más limpias, las empresas buscan cultivos que produzcan más aceite vegetal impulsados por el desarrollo de combustibles renovables.
En este contexto se relaciona el acuerdo con Genneia que ofrece un conjunto de soluciones sustentables, que se adaptan a las necesidades y desafíos energéticos de su cartera de clientes.
De hecho, Bernardo Andrews, CEO de
Genneia, asegura que el acuerdo con Bunge le permite a la compañía “continuar afianzando nuestro liderazgo en el mercado corporativo, principal pilar de crecimiento de las energías renovables en nuestro país”.
Actualmente, Genneia es la compañía líder en generación de energías renovables en Argentina, con más de 1 GW (1004 MW) de capacidad instalada; un 19% del total de la potencia instalada; alcanzando el 21% de la generación de energía eólica y el 12% de la solar.
Ampliación permanente
Con la entrada en operación del Parque Solar Tocota III, alcanzó 1.004 MW de energía renovable consolidando su liderazgo en el sector de energías limpias, junto a sus parques eólicos Rawson, Trelew, Madryn, Chubut Norte, Villalonga, Pomona y Vientos de Necochea con los que, en conjunto, cuenta con una potencia de 784 MW en energía eólica.
Además, se encuentra avanzando en la construcción del Parque Eólico La Elbita en Tandil, donde se montarán 36 aerogeneradores de última generación con una potencia de 162 MW y que entrará en operación para fines de año.
Entre sus tres parques solares, Genneia además cuenta con 220 MW de capacidad instalada, conformados por 520.000 paneles solares.