El Gobierno alinea la política ambiental a la agenda de Estados Unidos: estos son sus objetivos
El presidente Alberto Fernández anunció los nuevos compromisos que orientarán la acción sustentable y que se replican los postulados de la Casa Blanca.
En el marco de la cumbre global de cambio climático impulsada por los Estados Unidos, el gobierno argentino anunció metas más ambiciosas para el combate contra el calentamiento global.
El vocero de este nuevo impulso fue el propio presidente Alberto Fernández, al exponer en forma virtual en el marco de la Cumbre de Líderes sobre el Clima de la que participan los presidentes y referentes políticos más importantes del mundo.
Se trata de objetivos mucho más cercanos a los que propone Estados Unidos, el país organizador del evento que es encabezado por el presidente Joseph Biden.
En un discurso de cuatro minutos, el Jefe de Estado argentino citó al Papa Francisco para sostener que la crisis ecológica y la crisis social actual son dos caras del mismo problema, están unidas. Por lo tanto entiende que hace falta una renovación de la arquitectura financiera internacional para reconfigurar una agenda económica, financiera y climática más homogénea que permita coordinar medidas entre todos los gobiernos regionales y del resto del mundo.
Si bien el tono de su exposición estuvo teñido de un pedido de mayor equidad en la distribución de los recursos económicos a nivel mundial, en lo que respecta específicamente a los objetivos de la cumbre el Jefe de Estado dijo “honrar” el Acuerdo de París, incrementando la ambición climática y anticipando la elaboración, por parte del Gabinete Nacional de Cambio Climático, de un Plan Nacional de Adaptación y Mitigación, que será presentado por la Argentina en la cumbre de Glasgow que se desarrollará el próximo 12 de noviembre.
En este sentido, el Presidente anunció los nuevos compromisos que orientarán la acción del gobierno durante los próximos años:
- Elevar la Contribución Determinada Nacional un 27,7% respecto la del 2016. Son dos puntos porcentuales adicionales, a la ya presentada en el 2020. Se trata de pasos consistentes con la meta de 1,5° grados centígrados, y con la neutralidad de carbono al 2050.
- Asumir el compromiso de desarrollar el 30% de la matriz energética nacional con energías renovables.
- Diseñar un plan de medidas de eficiencia para la industria, el transporte y la construcción.
- Promover la adopción de tecnologías de punta para la reducción de emisiones de metano y contaminantes de vida corta.
- Impulsar un complejo productor y exportador de hidrógeno como nuevo vector energético.
- Adoptar medidas profundas para erradicar la deforestación ilegal tipificándola como delito ambiental.
- Enviar al Parlamento un nuevo proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.
- Promover el rápido tratamiento de la Ley Federal de Educación Ambiental.
Se trata de compromiso mucho más alineados con la agenda climática del presidente Biden quien intenta evitar que un desarrollo económico sin control afecte la vida cotidiana y el medio ambiente en todos los países.
Para los expertos, la Cumbre de Cambio Climático marca el primer paso de la estrategia del actual gobierno de Estados Unidos para retomar y reordenar la agenda multilateral que Donald Trump había abandonado en sus años de disputas contra la Unión Europea y China.
A diferencia de su antecesor, Biden plantea profundizar los objetivos de control de las emisiones; reducir el uso del carbón; aumentar la financiación climática para los países en desarrollo y permitir que los países diseñen sus planes de recuperación económica post pandemia del Covid-19 con un fuerte rasgo ecológico.
En línea con ese criterio, Alberto Fernández pidió en su breve discurso la movilización de recursos concesionales y no reembolsables, canalizados a través de la banca multilateral y bilateral, con procesos ágiles y transparentes.
Reclamó pagos por servicios eco-sistémicos y canjes de deuda por acción climática; .nueva asignación de Derechos Especiales de Giro sin discriminar a los países de renta media para mejorar el ambiente.
También solicitó una reconfiguración de los análisis que realizan las calificadoras de riesgo, para no distorsionar la realidad de los países, y que se antiendan los fenómenos de “ sobreendeudamiento irresponsable” provocados antes de la pandemia y agravados por éste virus con mayor flexibilidad de plazos, tasas y condiciones.
Una agenda que combina las necesidades financieras de los países más afectados por la crisis como la Argentina, con criterios de cumplimiento más estrictos de los objetivos medio ambientales.
Y que Alberto Fernández expresa en momentos en los cuales el país aún negocia un acuerdo de Facilidades Extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
También cuando busca cerrar acuerdos con Rusia y China, sanitarios y económicos, pero sin abandonar la hoja de ruta global de la Casa Blanca.
Quizá por eso, el Jefe de Estado anticipó que la Argentina reducirá todavía más las emisiones de carbono, que apostará a la energía renovable y que defenderá todas las iniciativas orientadas a cumplir con las recomendaciones establecidas en el Acuerdo de París.
No se trata de una nueva mirada sobre el cambio climático, al cual el Presidente siempre consideró como un eslabón estratégico de su agenda geopolítica en la cual hace siempre hincapié en la defensa del Acuerdo de París para lograr, entre otros objetivos, una cercanía mayor con los líderes de la Unión Europea (UE).
De hecho, se espera que durante la cumbre los líderes de estos países también impulsen con mayor énfasis la lucha contra el cambio climático como prioridad en la agenda global en plena crisis sanitaria, ambiental, social y económica.
Argentina sostenible
A nivel local, más de 170 organizaciones de la sociedad civil le solicitaron al presidente Alberto Fernández que aproveche la oportunidad para marcar el rumbo de una “Argentina Sostenible”.
A través de una carta firmada por organismos vinculados a la defensa del medio ambiente, hacen referencia a la necesidad de modificar los sistemas de consumo y producción de manera urgente para atacar los efectos de la actual crisis; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% para el 2030 y alcanzar la carbono neutralidad antes del 2050.
“Argentina se encuentra ante la oportunidad histórica de alzarse como país referente de una transición verde y justa para la región y el mundo. La sanción de la ley nacional 27.520 (Mitigación y Adaptación al Cambio Climático), la mejora realizada en la segunda contribución nacionalmente determinada (NDC) y el compromiso que anunció en la Cumbre de Ambición Climática del 13 de diciembre del 2020 respecto a alcanzar la carbono neutralidad en el 2050, son hitos claves que necesitan ser acompañados de mayores compromisos y medidas concretas”, aseguran en la nota.
Recuerdan que, en el plano regional, el 22 de Abril entra en vigencia el Acuerdo sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales, mejor conocido como Acuerdo de Escazú, ratificado por el país en enero del 2021.
“Es vital que la Argentina tome un rol activo promoviendo la adhesión de los países que aún no lo han hecho, ya que es una herramienta fundamental para fortalecer nuestras democracias de forma holística y proteger a quienes defienden el ambiente”, solicitan los firmantes de la nota.
Considerando que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) viene alertando desde hace décadas sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de forma drástica y, en sintonía, la emergencia climática fue reconocida por la Cámara de Senadores de la Nación en 2019, advierten que las decisiones que se tomen este año “nos llevarán hacia una sociedad justa, sana, regenerativa y sostenible, o a profundizar la injusticia social, económica y ambiental, regida por un colapso ecosistémico global”.
En el mismo sentido, Máximo Mazzocco, fundador de Eco House Global y miembro de la Alianza por el Clima Argentina, considera que el cambio climático y la pandemia “son simples reflejos de nuestra sociedad que nos muestran que estamos ante la transición más grande de la historia de la humanidad”.
Por lo tanto, reclama construir un nuevo pacto social, económico y ambiental “en el que las grandes potencias asuman compromisos más ambiciosos que nos encaminen a la regeneración, con una transición justa y verde, teniendo Argentina la oportunidad de liderar la transformación en la región”.