El glaciar Perito Moreno perdió la superficie equivalente a 320 canchas de fútbol en 7 años
El retroceso de uno de los glaciares más emblemáticos del mundo ya se considera irreversible si persisten las condiciones actuales, advierten.
El glaciar Perito Moreno, ícono del Parque Nacional Los Glaciares y símbolo de la Patagonia argentina, atraviesa un proceso de retroceso alarmante que podría cambiar para siempre su histórica estabilidad.
En los últimos siete años, perdió una superficie equivalente a 320 canchas de fútbol, y según expertos, su deterioro es ya irreversible si no se modifican las condiciones climáticas y ambientales que lo rodean.
El dato fue revelado por el reconocido ingeniero geofísico Pedro Skvarca, de 81 años, quien ha dedicado su carrera al estudio de los glaciares patagónicos y continúa monitoreando al Perito Moreno desde hace tres décadas.
Skvarca explicó que fue recién en 2018 cuando comenzaron a registrarse evidencias claras del retroceso del glaciar, considerado hasta entonces un “glaciar en equilibrio” -es decir, uno que no avanzaba ni retrocedía de forma significativa- en contraste con el patrón de retracción generalizado observado en otros glaciares del mundo.
Por qué retricede el glaciar
Entre los cinco factores que estarían detrás de este fenómeno se destacan: el aumento de la temperatura atmosférica regional, la aparición de morenas frontales en el Canal de los Témpanos y en el Brazo Rico (detectadas en 2023), el incremento de la velocidad de flujo del hielo, la fuerte disminución del espesor del glaciar y el notorio retroceso de su frente.
Una nueva medición realizada por Skvarca en noviembre de 2024 en el perfil Buscaini, a 8 kilómetros del frente glaciar, confirmó una pérdida de casi 25 metros de espesor desde el último relevamiento hecho en 1996. Esto representa un adelgazamiento a razón de 0,86 metros por año, una cifra que corrobora la velocidad del deterioro.
“El Perito Moreno se mantuvo estable durante más de un siglo, entre 1917 y 2018. Ahora, estamos ante un cambio de fase en su dinámica, con consecuencias impredecibles para el ecosistema”, alertó Skvarca.